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¿Tener hijos? Así no

La media en la UE es de hijos por mujer es de 1,59 nacimientos al año, ningún Estado miembro se acerca a los 2,1 hijos necesarios para lograr el reemplazo generacional. ¿Por qué cada vez tenemos menos hijos? Repasamos y comparamos los datos y las circunstancias de ocho países europeos para tratar de comprender el actual problema de la natalidad

En el conjunto de la UE nacieron un total de 5,07 millones de bebés en 2017, menos que los 5,15 millones de 2016. / Gianni Diliberto (Getty Images)

Berlín

Los últimos datos de natalidad en la Unión Europea son preocupantes. En el conjunto de la UE nacieron un total de 5,07 millones de bebés en 2017, menos que los 5,15 millones de 2016. La media es de 1,59 nacimientos por mujer, y ningún Estado miembro de la UE se acerca a la media de 2,1 hijos por mujer que es la tasa de fertilidad considerada necesaria para lograr el reemplazo generacional. ¿Por qué cada vez tenemos menos hijos? Repasamos y comparamos los datos y las circunstancias de ocho países europeos para tratar de comprender el problema de la natalidad. Salarios, ayudas a la natalidad, permisos... así es tener un hijo en España, Francia, Italia, Alemania, Portugal, Suecia, Finlandia y Dinamarca.

España

El último dato oficial de fecundidad entre las mujeres en España es de 2017 y lo ofrece Eurostat: 1,31 hijos por mujer en España de media, muy lejos de los casi tres hijos que había de media en los años 70. En la década de los 80 estaba entre los 2 y 2,5 hijos por mujer; en los 90 bajó a 1,3 y, desde entonces, no se ha superado nunca la media de dos hijos. Hay otro dato a analizar; en 1975, la edad media para tener el primer hijo en España era de 25 años; ahora se sitúa en casi los 31. Según este informe de Eurostat, las mujeres que residen en España son las que, en mayor porcentaje, se convierten en madres más allá de los 40 años de toda la UE.

El problema de nacimientos en nuestro país es un hecho que queda demostrado con estas dos curiosidades. En 2001, para celebrar que la fecundidad en España alcanzó los 1,24 hijos por mujer, el austero INE publicó una nota con llamativo el titular "¡Más niños!".  El segundo dato curioso: en Soria en 2019 hubo que esperar 4 días para ver nacer al primer niño del año.

¿Qué hay detrás de estas cifras? Tener hijos exige un grado de estabilidad alto que actualmente es difícil de lograr entre las parejas. Las condiciones laborales, sociales y de políticas públicas no están acompañando y, además, pese a los avances, sigue presente la brecha entre hombres y mujeres en relación a los cuidados. Los sociólogos lo tienen claro, hacen falta más guarderías, más permisos y mejor conciliación laboral: mujeres jóvenes que no se pueden emancipar y menos aún tener hijos; mujeres que sienten que van a ser penalizadas laboralmente si son madres; difícil conciliación… ONGs como Save the Children recuerdan que criar un hijo supone entre 400 y 700 euros mensuales, algo inasumible para muchas personas, y alertan de que sin niños y con una población cada vez más mayor lo que peligran son las pensiones. (En 2017 el déficit del sistema de pensiones se situó en 18.800 millones de euros, 1,61% del PIB).

El 1 de marzo el Gobierno socialista equiparó los permisos de maternidad y paternidad a 16 semanas de forma intransferible. La previsión es hacerlo en un plazo de tres años: de cinco a ocho semanas en 2019, 12 semanas en 2020 y 16 para 2021. En principio, entrará en vigor el 1 de abril, eso si no hay novedad sobre el informe que PP y Ciudadanos han pedido sobre la constitucionalidad de esta norma con el argumento de que el decreto modificaría aspectos de una ley orgánica.

En España está fijado desde el 1 de enero de 2019 en 12.600 euros brutos anuales. Esto hace un total de 900 euros brutos a 14 pagas o 1.050 euros brutos mensuales a 12 pagas). Es uno de los más bajos de Europa junto al de Portugal, entre los países analizados en este informe.

Las hay a nivel nacional, regional y local. Entre las prestaciones a los trabajadores destaca la de 24,25 euros mensuales por hijo (291,00 euros anuales) cuando los ingresos del beneficiario no rebasen los 12.313,00 euros anuales.  El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado un real decreto para elevar hasta los 49 euros mes por hijo la ayuda a familias de bajos ingresos

Además, el IRPF prevé dos tipos diferentes de deducciones generales para los padres con hijos: la deducción por maternidad y la deducción por nacimiento o adopción. La desgravación por el primer hijo es de 400 euros; por el segundo, 2.700, por el tercero, 4.000 y por el cuarto y siguientes, 4.500.

Portugal

En 1960 Portugal tenía una de las tasas de natalidad más altas de Europa, pero hoy el país vecino vive una crisis demográfica que es motivo de considerable preocupación para la población lusa, una de las más envejecidas del mundo. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) portugués, desde 1982 el número de hijos por mujer lusa es inferior a la tasa 2 (la cifra clave para garantizar la renovación generacional de un país), y en 2017 se registraron apenas 1,38 hijos por portuguesa. No obstante, el número representa una leve mejora para Portugal: en 2013 se registraron 1,21 hijos por lusa (un mínimo histórico), y en 2014 la tasa de natalidad del país vecino fue la más baja de Europa.

Los bajos índices de natalidad en tierras lusas están estrechamente ligados a las complicadas situaciones financieras que viven muchas portuguesas: según un estudio de la Fundación Francisco Manuel dos Santos, el 67% de las mujeres lusas reconocen que las limitaciones económicas condicionan su elección a la hora de decidir si tener hijos.

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En Portugal la baja de maternidad se extiende a lo largo de 120 o 150 días seguidos, con derecho a remuneración del 100% de su salario en el primer caso, y del 80% en el segundo; los padres tienen derecho a pedir que la baja se extienda 30 días adicionales, con remuneración del 83%. Si nacen gemelos se incrementa este total por 30 días por cada niño nacido. La ley fija que la madre tiene la obligación de estar de baja durante los primeros 42 días después del parto, y el padre durante los primeros 15 días útiles. Los 78 o 80 días restantes pueden ser repartidos entre ambos, pero no pueden ser aprovechados en simultáneo. La madre puede aprovechar la baja hasta 30 días antes del día aproximado del parto.

Los salarios en el país vecino ya de por sí son reducidos (el mínimo pasó a ser de 600 euros a principios de año) y la desigualdad salarial entre los sexos es notable. En 2017 el salario medio mensual de los hombres lusos fue de 1.012 euros, mientras que el de las mujeres fue de 861 euros, una disparidad del 15,7% que, en puestos ejecutivos, alcanza el 26%. Pese a la crisis demográfica reconocida por gobiernos sucesivos, en Portugal se invierte poco en políticas de natalidad. Según los datos más recientes de la OCDE, en 2013 el Estado destinó apenas un 1,2% del PIB al apoyo de las familias lusas, cifra muy por debajo de la media europea del 2,1%, y abismal comparada con el 3,6% que los países nórdicos dedican a estas políticas.

Durante su segundo mandato el socialista José Sócrates (2005-2011) introdujo un abono familiar, aumentó la duración de la baja parental, e incluso llegó a anunciar la creación de un cheque bebé similar al de España. Sin embargo, el estallido de la crisis en 2010 le obligó a cancelar gran parte de estos proyectos y reducir la financiación de los que siguieron en pie. La presión de la troika limitó el margen de maniobra del conservador Pedro Passos Coelho (2011-2015), pero en 2015 su Gobierno autorizó la reducción de los impuestos de las familias, que pudieron ahorrarse hasta 2.000 euros en la declaración de la renta.

Desde que el socialista António Costa inició su mandato a finales de ese año, la economía lusa ha vivido una tímida recuperación, pero hasta ahora el Ejecutivo no ha lanzado grandes políticas para promover la natalidad y ha apostado por solucionar la crisis demográfica dando la bienvenida a inmigrantes cualificados. Sin embargo, en este último año de su mandato el primer ministro ha indicado que la natalidad es un tema prioritario para su administración, y afirma que aumentará el abono familiar, volverá a expandir la red de guarderías, universalizará la educación pre-escolar, y fomentará medidas que favorezcan mejores condiciones financieras para las portuguesas que quieren formar familias.

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Francia

El índice de fecundidad en Francia fue en 2017 del 1,9 (en 2018 ha bajado una décima más). Está en descenso por cuarto año consecutivo y situándose ya por debajo del umbral considerado necesario para la renovación generacional, según el INSEE, Instituto Nacional de Estadística de Francia. Los demógrafos atribuyen esta baja de la natalidad, como la ocurrida hace una década, sobre todo, al retraso en el que las mujeres conciben su primer hijo, edad que aumenta desde hace décadas. Hoy es de 29,7 años. Las mujeres francesas comienzan a tener hijos más tarde y, como consecuencia, tienen menos descendencia. Quizá la inseguridad en el puesto de trabajo y la mayor movilidad que se exige puedan estar influyendo.

Francia es, junto a Alemania, uno de los países del mundo más generosos en la política familiar y sigue mejorando. Este ejercicio las subvenciones a la natalidad han aumentado algo menos que la inflación. Pero a cambio, se da un paso en la equidad laboral, al equipararse la baja de maternidad de las autónomas y autónomos, que era muy inferior a las de las asalariadas y asalariados.

La baja por maternidad es para las asalariadas de entre 16 y 26 semanas (según el número de hijos a su cargo y dependiendo de si el parto es simple o múltiple). Para el primer hijo y también para el segundo, se prevén 16 semanas (seis antes del parto y 10 después); a partir del tercer hijo salta hasta las 26 semanas, (8 antes y 18 después del nacimiento). Para los autónomos, la Seguridad Social indemniza actualmente a las madres con 44 días (algo más de seis semanas) y 30 días opcionales. A lo largo de 2019 se equiparará a 16 semanas, como las asalariadas, una promesa de campaña de Emmanuel Macron). Se calcula que más de 20.000 mujeres se vean anualmente beneficiadas por este cambio. El Gobierno promete también compensar económicamente los remplazos de las agricultoras y ganaderas, u otras mujeres que desempeñen profesiones que no admiten paros, para que puedan disfrutar de su baja por maternidad. La baja de paternidad es, en el caso de padres biológicos y adoptivos, de 11 a 18 días (que deben tomarse en los primeros cuatro meses tras el nacimiento) y se suman a los tres días libres que siguen al parto.

El sueldo medio en 2019 en Francia asciende a 1. 910.53 euros y supone un aumento del 2% sobre el año anterior (gracias al descenso de las cotizaciones para los trabajadores). El salario mínimo francés (SMIC) bruto en 2019 se eleva a 1.521,22 euros para una semana laboral de 35 horas. (No se incluyen las bonificaciones aprobadas en enero para aplacar a los ‘chalecos amarillos’).

Las ayudas a la natalidad en Francia, según el Ministerio de Familia, incluyen ayudas económicas, fiscales y de otros tipos. Existe una prima de nacimiento: 941,66 euros (el doble o triple, según si el parto es múltiple), siempre que los progenitores o padres adoptivos no superen ingresos de 48.000 euros anuales. Hay una prima infantil (a partir del primer año) de 184 euros por hijo y aumento progresivo (entre 131 y 145 por el segundo y 299 a partir del tercero). Tienen derecho todas las familias por debajo de un techo salarial de 36.000 (un sueldo) y 47.000 (para dos sueldos). Las familias tienen derecho también a ayudas para el cuidado de los niños (en torno a 50 euros diarios) en casa o en guardería. Los ayuntamientos también proporcionan subvenciones o ayudas en función de los ingresos familiares. Y todo ello al margen de las ayudas financieras previstas para la escolaridad a todos los niveles.

Italia

El índice de natalidad de las italianas ha descendido de 2,4 hijos en 1960 a 1,32 hijos en 2017, según el último dato disponible. La preocupación es tal que, en 2016, una ciudad italiana, Asís, puso en marcha un programa de vacaciones gratis para que las parejas concibieran hijos, y es que en 2015 en Italia solo nacieron ocho bebés por cada 1.000 residentes, convirtiéndolo en el país con la tasa de natalidad más baja de toda la UE. El propio Matteo Salvini, vicepresidente y ministro del Interior italiano, ha mostrado su preocupación por el asunto, y creó el Ministerio de la Familia. El argumento que usó para justificarlo, sin embargo, dejó bastante polémica: "Nuestro objetivo es aumentar la tasa de natalidad. Queremos más bebés italianos y menos inmigrantes". "En algunos países de la Unión Europea es habitual escuchar que los inmigrantes son necesarios para compensar el descenso de la natalidad, pero en Italia queremos que los bebés sean italianos", dijo entonces Salvini.

El permiso maternidad en Italia es de 5 meses con el 80% de la retribución mientras el permiso de paternidad es de 5 días.

Según el Osservatorio JobPricing 2017, el sueldo medio masculino en Italia es de 1.580 euros al mes y el salario medio femenino es de 1.330 euros al mes. Italia establece el salario mínimo por convenios sectoriales; así por ejemplo, el neto para peones agrícolas es de 875 euros al mes; operadores de limpieza, 1090 euros al mes; empleados de comercio, 1.265 euros al mes; periodistas, 1.598 euros al mes; empleados de banca, 1.971 euros al mes. Son cantidades en neto extraídas del CCNL, Contratto Collettivo Nazionale di Lavoro.

El INPS, Istituto Nazionale della Previdenza Sociale, ofrece ayudas económicas, fiscales y otras. Bonus mamma domani: 800 euros para mujeres a partir del séptimo mes de embarazo. Bonus bebé para el primer año desde el nacimiento, que aporta 980 euros para rentas anuales inferiores a 25.000 euros y 1.920 euros para rentas anuales inferiores a 7.000 euros. Estas cantidades aumentan un 20% a partir del segundo hijo. Bonus nido (guardería), con una dotación de 1.500 euros anuales durante tres años. Bonus sillín coche: hasta 200 euros. Asignación de maternidad municipal: 339 euros durante tres meses para rentas familiares inferiores a 16.996 euros. Bonus familia para rentas bajas: descuentos del 30 al 50% en los suministros de electricidad, agua, gas y en limpieza urbana. Familias numerosas de zonas rurales: cesión por 20 años de terreno agrícola y concesión de préstamo hipotecario de hasta 200.000 euros para la construcción de vivienda familias en la cercanía del terreno cedido. Deducciones fiscales en la declaración de la renta: hasta 4.000 euros por hijo menor de 24 años, según renta. Hasta 2.841 euros por hijo a partir de 24 años mientras sean dependiente del declarante y según la renta. Asignación familiar en la nómina mensual de trabajadores para rentas inferiores a 14.383 euros:con 1 hijo: 138 euros/mes; con 2 hijos, 259 euros/mes.

Alemania 

La cifra media de hijos por mujer en Alemania es de 1,57 hijos en 2017 según los datos de Eurostat, dato que Destatis, la Oficina Federal de Estadística, actualiza en 2018 hasta 1,59. Durante 2017 nacieron en Alemania 784.901 bebés y de ellos, aproximadamente una cuarta parte eran de madre no alemana. Esta cifra rompe con la tendencia de aumento de nacimientos que se dio en los años 2014 (715.000), 2015 (737.131) y 2016 (792.131). El problema de la natalidad en Alemania es importante porque se trata de una población muy envejecida (hay más de 17 millones de personas de más de 65 años) en la que las muertes superan a los nacimientos desde 1972.

Las mujeres embarazadas sólo pueden ser empleadas con su consentimiento durante las últimas 6 semanas antes del parto. Después del parto, el empleo está prohibido durante 8 semanas o 12 semanas en el caso de partos prematuros y múltiples. Durante este tiempo, se acumulan días de vacaciones como si estuvieras trabajando y se recibe la prestación por maternidad (mutterschaftsgeld). Esta prestación es de un máximo de 13 euros por día natural. Si el salario neto medio por día es mayor a 13 euros, es la empresa la que está obligada a pagar la diferencia como complemento del salario de maternidad. En el caso de partos prematuros por razones médicas y otros partos prematuros, el período de protección de la maternidad después del parto se amplía en el número de días que no pudieron ser reclamados antes del parto. Si se descubre que el niño tiene una discapacidad dentro de las 8 semanas posteriores al parto, la madre puede solicitar una extensión del período de protección de 8 a 12 semanas. En caso de embarazo se prohíbe el trabajo nocturno y en domingos o días festivos.

El salario medio bruto en Alemania es de 3.771 euros al mes, según los datos de 2017 de Destatis. Desde 2015 está en vigor el salario mínimo legal completo para todos los empleados, que desde enero de 2019 es de 9,19 euros la hora trabajada. El 61% de las personas que reciben el salario mínimo en 2015 eran mujeres. Los ingresos brutos medios por hora de las trabajadoras en Alemania son significativamente inferiores a los de sus colegas masculinos: las mujeres ganaban un promedio de 17,09 euros a la hora y los hombres, 21,60 euros/hora en 2018. Esto quiere decir que Alemania sigue siendo uno de los países con mayor diferencia salarial: un 21%. Prácticamente la mitad de todas las mujeres que trabajaban en 2018 en Alemania, el 47%, lo hacía en empleos a tiempo parcial, frente a sólo un 9% de los hombres empleados, según Destatis (Oficina Federal de Estadística de Alemania).

Kindergeld: es una ayuda económica mensual que se da por cada hijo, al menos hasta que cumple 18 años de edad, independientemente de lo que ganen los progenitores. Puede prorrogarse si el hijo/hija está en el paro o estudiando. A partir del 1 de julio de 2019, hay una subida y se cobrará por el primer hijo, 204 euros/mes; por el segundo, otros 204 euros/mes. Por el tercer hijo, 210 euros al mes. Es decir, que una familia con 3 hijos recibiría cada mes 618 euros

Elterngeld es una ayuda económica que reciben las madres o padres que estén en el Elternzeit (permiso parental durante el que la madre o el padre asalariados se dedica al cuidado del hijo). El básico se recibe durante 12 o 14 meses. Supone el 65% del salario neto medio de los últimos dos meses si éste es mayor de 1.200 euros. Si el salario está entre 1.000 y 1.200 euros, se recibe el 67%. Si el salario es menor de 1.000 euros, el porcentaje va creciendo y oscila entre el 67 y el 100%. Tras este tiempo tienen el derecho a incorporarse a su puesto de trabajo y durante este tiempo no pueden ser despedidos. Son 36 meses a repartir entre padre y madre. Puede dividirse este tiempo en un máximo de tres periodos. El tercer periodo, por ejemplo, puede estar entre el segundo y el octavo cumpleaños de la criatura y puede durar 24 meses como máximo.

Guarderías: el 90% de las guarderías son públicas y los padres pagan en función de lo que ganan, que puede ser entre el 0,3 y el 5,9% de los ingresos. De los 3 a los 6 años, no se paga más que el almuerzo: 23 euros al mes. Y las familias con bajos ingresos que reciban ayuda social no pagan absolutamente nada. Se da ayuda para familias con bajos ingresos para material escolar: 100 euros al mes. En los colegios públicos no se paga nada por los libros de texto, solo hay que comprar al comienzo del curso la mochila, una estuche con lápices de colores, sacapuntas, gomas, reglas, etc... que pueden durar hasta tres cursos escolares.

Kinderzuschlag: subsidio por hijos que reciben familias o padres solteros con ingresos bajos. Hasta 140 euros al mes durante 6 meses. El límite de ingreso mensual para recibirlo por hijo es de 900 euros para una pareja y 600 euros para un padre soltero.

Pensión alimenticia: Si una pareja se separa y los pagos de la pensión del padre están fuera o por debajo de las necesidades regulares, interviene el Estado. Los niños de hasta 5 años reciben 160 euros y los niños de entre seis y doce años 212 euros al mes. Los niños de entre 12 y 17 años reciben 282 euros mensuales. Las familias de bajos ingresos pueden recibir un subsidio para el alquiler. La cantidad depende del número de personas que pertenecen al hogar, de la cuantía del alquiler y de los ingresos de los miembros del hogar.

Mutter-Kind-KurLa cura-madre hijo es un tratamiento pagado por los seguros sanitarios (como la Seguridad Social en España), para las madres que se quedan sin fuerzas o se sienten desbordadas por la maternidad, por una enfermedad crónica del niño o el cuidado de un pariente, o la doble carga de los niños, el hogar y el trabajo… Suele ser una semana en un balneario con o sin niño (dependerá de los casos) en los que ambos son atendidos por especialistas sanitarios (médicos, especialistas en nutrición, psicólogos, terapeutas...).

Ocio en familia: las familias tienen reducciones en las entradas a las piscinas, a los zoológicos, en los carnés de la biblioteca, museos, teatros y cinesTransporte: los fines de semana, con el bono mensual de un adulto pueden viajar otro adulto y hasta dos niños gratis. En otros tickets también rige esta bonificación. Las familias con bajos ingresos tienen una tarjeta de transporte gratuita para los adultos y sus hijos.

Suecia

Suecia es el segundo país con la tasa de natalidad más alta, con una media de 1,78 hijos por mujer. En los años 80, el país nórdico empezó a notar la escasez de niños y decidió actuar de manera drástica con una serie de medidas que, más que facilitar el hecho de tener hijos, buscan crear un contexto propicio para que se tengan. La batería de políticas de ayuda a la natalidad tuvo sus frutos, sobre todo, durante los primeros diez años: las suecas pasaran de tener 1,68 hijos de media en 1980 a 2,13 en 1990. A principios de esa década, la economía sueca entró en recesión y la natalidad volvió a caer. A partir del año 2000 volvió a recuperarse y hoy es el segundo país europeo con una mayor tasa de fertilidad que presume de tener las medidas de conciliación más avanzadas del mundo.

El padre y la madre tienen un total de 16 meses de baja para repartirse entre los dos. Durante los 13 primeros meses tienen derecho a percibir el 80% del sueldo, siempre y cuando este no supere las 37.083 coronas al mes (unos 4.000 euros). Las parejas que se repartan el permiso de una manera más equitativa reciben una paga extra que puede alcanzar los 1.500 euros, aunque sigue siendo la mujer la que se queda más tiempo en casa cuidando del bebé.

Las empresas además suelen ofrecer flexibilidad de horarios y pagos. Algunas incluso ponen lo que hace falta para que los empleados que estén de baja cuidando a sus hijos puedan cobrar hasta el 90% de su salario y es común que se pueda alargar el permiso unos meses más a cambio de cobrar algo menos. Además, no hay que hacer malabares cuando el niño se pone enfermo, las empresas lo tienen contemplado y los padres suecos tienen la posibilidad de reducir su jornada laboral un 25% hasta que su hijo cumple los 8 años.

Su salario medio es uno de los más elevados de la Unión Europea, 3.761 euros al mes, sólo superado por Dinamarca pero lo que hace que el número de nacimientos sea superior a otros países son sus políticas de natalidad.

Además de todas las facilidades del Gobierno y las empresas en cuanto a salarios y flexibilidad de horarios, los progenitores reciben una ayuda de 115 euros al mes hasta que el niño llega a la mayoría de edad y, cuando los padres deciden incorporarse al trabajo, elijan la opción que elijan para el cuidado de sus hijos, está subvencionada por el Estado.

Dinamarca

La tasa de natalidad de Dinamarca es de 1,75 hijos por mujer, lo que le sitúa en cuarto lugar en la Unión Europea. A pesar de tener unas políticas de natalidad más generosas que otros países, Dinamarca no logra alcanzar la tasa de los 2,1 hijos por mujer que garantiza el reemplazo generacional. Después de muchos años de descenso, en 2015 puso en marcha una campaña publicitaria en la que, con mucho humor, animaba a los daneses a viajar ya que el 10% de los niños de ese país se conciben en vacaciones. Según estimaciones realizadas por el principal periódico de Copenhague, Politiken, al año siguiente nacieron en Dinamarca alrededor de 1.200 niños más. Por eso, no dudaron en lanzar otro vídeo en 2016 que volvió a hacerse viral.

La baja es compartida entre madre y padre durante el primer año de vida del bebé y, al igual que en el resto de países nórdicos, las empresas ponen multitud de facilidades para que el sueldo no mengüe mucho durante el permiso y para que una vez se reincorporan los padres a trabajar, tengan la flexibilidad de horarios que necesiten para pasar tiempo con sus hijos.

Dinamarca registra el salario medio más alto de toda la Unión Europea, 4.632 euros al mes. El Gobierno no tiene establecido un salario mínimo pero estadísticamente se puede decir que ronda los 2.000 euros al mes.

Los daneses pagan unos impuestos extremadamente altos pero a cambio gozan de un Estado de Bienestar sólido. El Gobierno concede un subsidio por cada niño de unos 140 euros al mes hasta que éste alcanza la mayoría de edad y, como en Suecia, si no se obtiene plaza en la guardería pública, los padres reciben una compensación económica para que asista a una privada.

Finlandia

De todos los países nórdicos, Finlandia es el que tiene un problema más grave con la natalidad y 2018 fue el tercer año consecutivo en el que se registraron más muertes que nacimientos. El último dato oficial de Eurostat establece en 1,49 la media de hijos por mujer. La desigualdad entre sexos se hace patente en los cuidados y en los salarios.

Sus políticas de conciliación son generosas pero no alcanzan los niveles de Suecia y Dinamarca y, sobre todo, no equilibran de la misma forma los permisos entre madres y padres sino que los deja a su elección. La realidad es que, a pesar de poder intercambiarse con la madre días de permiso, más allá de los dos meses y medio de baja de paternidad, los cuidados siguen recayendo en un porcentaje muy alto en la mujer. La baja maternal puede adquirirse hasta 50 días antes del nacimiento y extenderse hasta tres años.

El salario medio en Finlandia en 2017 fue de 43.986 euros al año, es decir, 3.666 euros al mes. Como Dinamarca, no está establecido un salario mínimo aunque hay algunos acuerdos por sectores. Sus impuestos también son altos, en proporción a sus sueldos.

La desigualdad de sexos en Finlandia también queda patente cuando se comparan los salarios en distintos sectores. Lo más llamativo es que hasta las funcionarias locales o del Estado también sufren brecha salarial.

De lo que sí puede sacar pecho Finlandia es de su sistema educativo. Totalmente gratuito, desde primaria hasta la Universidad, destaca por su fomento del respeto, la libertad del alumno y los trabajos prácticos frente a la teoría.

Una de las ayudas más anecdóticas de Finlandia para los recién convertidos en padres son los famosos pack bebé. Una caja que entrega el Estado a las embarazadas llena de ropa y productos de aseo para el bebé que, además, puede convertirse en cuna improvisada. Una tradición que se remonta hasta 1937, cuando la tasa de mortalidad infantil era muy elevada entre familias de bajos ingresos, y que se hizo extensible a todas las familias.

Además, como en Suecia y Dinamarca, los padres gozan de una ayuda mensual por hijo. En Finlandia reciben unos 100 euros al mes hasta que cumple 17 años, una cantidad que aumenta conforme se tienen más hijos.

 
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