Política | Actualidad
Movimiento "Tsunami Democràtic"

Tsunami Democràtic, el motor oculto de la protesta que investiga Interior

Su aparición, entre llamamientos constantes a la movilización "pacífica", busca eclipsar, en el seno del independentismo, el protagonismo que han tenido en los últimos meses los Comités de Defensa de la República (CDR)

Manifestantes convocados por Tsunami Democràtic en el aeropuerto del Prat. / Miquel Codolar (ACN)

Manifestantes convocados por Tsunami Democràtic en el aeropuerto del Prat.

Barcelona

Una nueva plataforma de movilización independentista, Tsunami Democràtic, que investiga el Ministerio del Interior, ha irrumpido en escena para liderar las protestas contra la sentencia del procés desde una estructura que utiliza las redes sociales para canalizar las instrucciones a sus seguidores.

El colapso en los accesos al aeropuerto de El Prat, pocas horas después de conocerse las condenas, fue planificado por esta plataforma promovida a través de un canal de Telegram y Twitter, tras haber convocado a la gente a concentrarse en el centro de Barcelona a la espera de unas indicaciones que llegaron a la una del mediodía.

Su aparición, entre llamamientos constantes a la movilización "pacífica", busca eclipsar el protagonismo que han tenido en los últimos meses los Comités de Defensa de la República (CDR), que con su estructura anarquizante y reacia a supeditarse a estrategias institucionales ha incomodado al independentismo oficial, por el temor a que sus acciones agrieten el relato de la no violencia.

¿Cuál es su origen?

El 2 de septiembre, sin previo aviso, apareció una nueva cuenta en Twitter, Tsunami Democràtic, que llamaba a "recuperar la iniciativa" y a usar la "desobediencia civil" y la "no violencia" para responder a la próxima sentencia del procés.

Al instante, dirigentes de todas las formaciones y entidades independentistas se hicieron eco del perfil, dándole notoriedad.

En los días siguientes, impulsaron varias acciones para darse a conocer: centenares de sus activistas colgaron carteles por toda Cataluña, ocuparon varias oficinas de entidades bancarias que a su entender "financian la represión" y crearon un caldo de cultivo para posicionarse como un actor a tener en cuenta en los próximos meses.

El secretismo con el que trabaja emula la forma al llamado "Estado Mayor" del procés, que, bajo la batuta de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras y con la colaboración de dirigentes independentistas y perfiles externos de máxima confianza, organizó el referéndum unilateral del 1-O.

¿Quién hay detrás de Tsunami Democràtic?

"Terminaremos sabiendo quién está detrás de estos movimientos del Tsunami Democràtic", ha asegurado el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. Interior ya investiga este movimiento.

Carece de portavoces o dirigentes visibles, un rasgo que comparten con los CDR, aunque a diferencia de estos grupos no funcionan como una suma de núcleos con capacidad de acción descentralizada, sino a partir de una matriz que elabora estrategias y dosifica sus mensajes.

No quieren tener líderes identificables que puedan acabar pagando las protestas en la calle con un proceso judicial como el que ha costado una condena de nueve años de prisión y nueve de inhabilitación al exlíder de la ANC, Jordi Sànchez y al presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, por un delito de sedición por la "contribución necesaria" de sus entidades en el procés.

La primera persona que usó la expresión "tsunami democrático" fue, ante el Tribunal Supremo, el propio Cuixart, cuya defensa de la vía de la desobediencia civil no violenta es también el eje que inspira las apelaciones de la plataforma.

¿Cuál es su mensaje público?

El Tsunami Democràtic resume sus reivindicaciones en "derechos, libertad y autodeterminación". Su idea es promover, de forma intermitente, acciones de "desobediencia civil" desde una perspectiva "no violenta".

En su página web disponen de un manual con "directrices de la no violencia" que, avisan, deben ser aceptadas por todos los participantes en las movilizaciones de la plataforma.

Entre otras cosas, piden no "maltratar" al oponente como si fuera un "enemigo", no usar la violencia bajo ningún concepto, ni siquiera si alguien se siente atacado, y reconocer que "nadie tiene toda la razón".

Como referentes, señalan a movimientos como el de las sufragistas, huelgas obreras como la de 'la Canadenca', la "marcha de la sal" de Gandhi en la India o las campañas de resistencia civil para luchar contra la segregación racial en Estados Unidos.

¿Cómo se comunican?

En los primeros pasos, Twitter y Telegram han sido sus principales vías de comunicación con la ciudadanía. Entre estas dos redes sociales, suman más de 400.000 seguidores.

Para coordinar las próximas movilizaciones han lanzado una aplicación móvil singular: no se puede encontrar en las centrales de descarga de aplicaciones usuales y, para acceder a su contenido, hace falta escanear un código QR "de confianza".

Al usar este sistema, el Tsunami quiere esquivar posibles vetos en las 'app store' comunes, así como dificultar la clausura de la aplicación por parte de las autoridades.

A nivel interno, a la hora de planificar las acciones, funcionan como un motor en el que cada pieza sabe cuál es su cometido y se coordina con las demás, trabajando en compartimentos estancos y tratando de proteger al máximo la identidad de sus componentes, incluso entre ellos.

Al celo con el que tratan sus comunicaciones se suma una estudiada puesta en escena: en sus primeras acciones los activistas usaron máscaras y las instrucciones para responder a la sentencia se dieron de forma escalonada, para evitar que los cuerpos de seguridad frustraran sus planes.

Además, al no avanzar las convocatorias, refuerzan el factor sorpresa y el mensaje de que pueden aparecer en cualquier momento en cualquier parte.

¿Cómo se relacionan con los CDR?

La iniciativa de Tsunami Democràtic 'compite' estos días con los CDR por capitalizar las protestas contra la sentencia del procés.

Sus impulsores pretenden dar a las movilizaciones un tono más contundente que las manifestaciones de la ANC y Òmnium Cultural, pero evitando imágenes de violencia y los choques que a menudo han protagonizado los CDR con los cuerpos policiales.

Los choques, sin embargo, volvieron a reproducirse este lunes en el aeropuerto, aunque sobre las 21:45 el Tsunami dio por desconvocada la movilización y emplazó a sus seguidores a replegarse y guardarse para futuras acciones, después de que los agentes se hubiesen visto desbordados en diversos momentos.

La imagen que proyectan es la de restar protagonismo a los grupos radicales y liderar las protestas, si bien hay quien considera que los CDR -en el ojo del huracán tras las detenciones de nueve de sus miembros practicadas por la Guardia Civil, que incautó material explosivo- están dentro y son los que dirigen indirectamente esta plataforma.

También intentan implicar a muchos colectivos, desde sindicatos de estudiantes o asociaciones de todo tipo, en una estrategia diferente a la de los CDR, animando a acudir a las movilizaciones con la cara descubierta.

¿Qué opinan los partidos?

En un primer momento dirigentes de los partidos independentistas compartieron el perfil de Tsunami y dirigentes de JxCat y ERC, además de la CUP, se sumaron a las apelaciones a la movilización en el aeropuerto -en busca de un "efecto Hong Kong"-, unas protestas que ha avalado el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pese a los choques entre Mossos d'Esquadra y manifestantes.

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha destacado hoy que "hubo miles de personas en el aeropuerto que protestaron, alteraron el funcionamiento normal de una infraestructura importantísima y estratégica de país, pero lo hicieron cívica y pacíficamente" y solo hubo, ha dicho, "conflictos minoritarios".

 
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