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¿La empresa puede obligarme a trabajar en contra de las recomendaciones?

Trabajadores de la construcción o el diseño denuncian que sus empresas no siguen las pautas del Gobierno

Los sindicatos recuerdan que la ley obliga a las empresas a garantizar la salud de sus trabajadores

Una trabajadora de Correos deja un paquete en un portal durante el cuarto día laborable de estado de alarma por el coronavirus. / Verónica Lacasa (EUROPA PRESS)

Madrid

La consigna 'Quédate En Casa' lleva una semana inundando medios de comunicación, redes sociales y grupos de WhatsApp. Se han hecho hasta canciones con ese lema y, por supuesto, el presidente del Gobierno ha insistido en la importancia del confinamiento. "Mantengámos en casa. Tengamos paciencia", dijo el pasado martes, durante la presentación del ingente paquete de ayudas económicas.

Pedro Sánchez también se refirió al delicado equilibrio entre los intereses económicos y sanitarios: "La semana pasada ya planteamos recomendaciones para flexibilizar jornadas laborales y facilitar el teletrabajo. Las medidas incluyen una partida para que las empresas puedan comprar ordenadores".

Pero lo cierto es que el apartado del Real Decreto Ley del estado de alarma dedicado a la "limitación de la libertad de circulación de las personas" prevé, entre otras excepciones, la del "desplazamiento al lugar de trabajo para efectuar su prestación laboral, profesional o empresarial". Algo a lo que, ante el miedo a las consecuencias económicas, se están agarrando muchos empresarios.

"Todo podría hacerlo desde casa"

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Lucía (nombre falso) trabaja como diseñadora de moda en una importante empresa –muy bien posicionada en el sector del lujo– y con sede en la provincia de Ourense. Su labor consiste en dibujar, buscar ideas, intercambiar correos electrónicos... "Todo lo que hago podría hacerlo desde casa", cuenta, pero desde que el Gobierno decretó el confinamiento obligatorio no ha faltado ni un solo día laborable.

En contra de su voluntad, claro: "En los departamentos de oficina estamos yendo la mitad de la gente y a los demás les han hecho coger vacaciones. No sé qué criterio han seguido para elegir a unos y a otros. Hay gente que quería trabajar y no le dejan, y gente –como yo– que quiere teletrabajar y tampoco se lo permiten", explica por teléfono. "No nos dan muchas explicaciones. Tienen miedo a perder dinero".

Antes contagiados que mal vestidos

Sus jefes ya le han confirmado que, pese a todo, mañana tendrá que volver a presentarse en la oficina, con el riesgo que ello supone. Y no precisamente para diseñar mascarillas u otros materiales sanitarios, como sí ha anunciado Inditex.

Fuentes de la empresa contactadas por la Cadena SER, sin embargo, aseguran que son "muy conscientes de la situación", que están "muy preocupados por la salud de sus empleados" y que solo están acudiendo a la empresa alrededor de 100 personas –de un total de 800–, siendo estas las imprescindibles para mantener la estrucutura básica y asegurar el servicio a los mercados que siguen activos. "América Latina, Portugal y la venta on line", según cuentan.

Construcción, mensajería y 'contact center'

La situación de Lucía está muy extendida. Algunos sectores se han adaptado con rapidez al teletrabajo y muchos empresarios han decidido anteponer los criterios de salud pública. Pero otros muchos, sin llevar a cabo tareas esenciales, le siguen exigiendo a sus trabajadores que se pasen el día en la calle o en una obra. Es el caso de albañiles, repartidores, mensajeros, lectores de contadores...

Gema (nombre falso) forma parte de uno de esos grupos y, además, su empresa no le ha facilitado ningún tipo de protección: ni mascarillas ni guantes... "No puedo quedarme en casa por miedo al despido, pero cuál será mi desesperación que me estoy planteando plantarme y asumir las consecuencias. Me muevo en transporte público, trabajo por la calle accediendo a portales, tocando pomos, telefonillos... ¿Tengo ya el coronavirus? No lo sé. ¿Lo tienen los vecinos de ese portal?".

La opinión de CCOO y UGT

Ana García de la Torre, responsable de Salud Laboral UGT, explica que, según la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales, la empresa tiene la oligación de garantizar la salud de los trabajadores que tiene a su cargo, así como adotpar las medidas preventivas necesarias para que no enfermen o se accidenten. "Lo dice el artículo 14", asegura por teléfono.

Preguntas y respuestas de UGT (PDF)
Preguntas y respuestas de UGT (PDF)

<p><strong>¿Puedo negarme a ir a trabajar o a realizar un viaje, por riesgo a ser contagiado?</strong></p>

"Proponemos que se implante el teletrabajo siempre que se pueda. ¡Es de sentido común!", añade. Pero, ¿y en caso de que no sea posible? "Las órdenes de las empresas son ejecutivas, pero los trabajadores pueden valorar el riesgo y acordar la paralización de la producción. Es un derecho que viene en el artículo 21. La cuestión es quién decide si es un riesgo grave e inminente".

Más allá de que en muchas pequeñas empresas no hay presencia sindical, la cuestión es que la Ley de Riesgos Laborables está sujeta a distintas interpretaciones y que el Real Decreto del estado de alarma no distingue entre trabajos esenciales o no esenciales. Una ambigüedad que, a su juicio, debería resolverse cuanto antes. "Para que la contención sea realmente eficaz, el Gobierno debería dar una respuesta más concreta, no solo una mera recomendación".

"Tuvimos que llamar a la Policía"

Sofía Castillo responsable de acción sindical de CCOO para Contact Center explica que, en contra de lo que pueda parecer, en el sector de la atención telefónica y el telemárketing tampoco está proliferando el teletrabajo.

"Muchos clientes no permiten que sus servidores estén fuera de la empresa, pero tampoco seguían las recomendaciones de Sanidad sobre la separación mínima entre personas o el uso de medidas de higiene y protección, así que hemos tenido que llamar a la Policía para que desalojara puestos".

La responsable de CCO asegura que es totalmente lógico que se esté prestando servicio en teléfonos como el de atencion por coronavirus, pero no entiende que también haya empresarios que consideren esencial vender un teléfono o un ADSL. "Esas personas tendrían que teletrabajar y, si no, sería preferible un ERTE".

En su opinión hay empresas que están demostrando mucha resposisabilidad o un gran esfuerzo por facilitar el teletrabajo, pero otras, además de ser poco previsoras, no lo están poniendo fácil: "Personalemente creo que el Gobierno debería ir un paso más allá y restringir los desplazamientos a aquellos realmente esenciales".

 
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