David Guasch (Stuart): "Es el momento de debatir qué significa ser autónomo"
Las empresas de mensajería y reparto de comida a domicilio han aumentado su actividad durante la crisis del coronavirus y reclaman reformas legislativas que se adaptan a la realidad de la economía digital
Madrid
La crisis del coronavirus ha acelerado (aún más) el crecimiento del sector de la comida a domicilio. Un recurso para el que muchos chefs llevaban tiempo preparándose y en el que otros muchos han visto una buena alternativa –quizás la única– con la que sobrevivir económicamente durante el confinamiento.
Pero hay vida más allá de Glovo, Uber Eats y Deliveroo, empresas que albergan la oferta gastronómica en su propia plataforma y cuyo modelo de negocio se basa en la comisión que aplican sobre el pedido de comida. Pero las condiciones laborales de sus repartidores, supuestamente autónomos, genera mucha controversia.
En el mercado, de todas formas, existen otras empresas de mensajería que también ofrecen reparto de comida a domicilio, pero de otra manera. Las hay que funcionan como una pequeña cooperativa de reparto ético, como La Pájara, y también otras con implantación internacional, como Stuart, una plataforma que ofrece a cualquier tipo de negocio –no solo restaurantes– servicios de entrega a domicilio sin la necesidad de renunciar a su propia web para formalizar las ventas.
David Guasch, director general de Stuart en España, explica que los envíos de las pequeñas y medianas empresas crecieron un 535% al inicio del confinamiento y que los restaurantes suponen casi un 40% de su clientela. Una situación que, desde su punto de vista, exige cambios normativos.
¿Dónde y cuándo nace Stuart?
La empresa se fundó en 2015 a caballo entre Barcelona y París. En marzo del 2017, GeoPost, filial express internacional del grupo La Poste, adquiere el 100% del capital de la 'startup' con el objetivo de responder al reto de la logística urbana de entrega inmediata en las grandes ciudades. En mayo de 2015 la compañía lideró la Ronda Serie A por valor de 22 millones de euros.
El reparto de comida a domicilio ha crecido muchos. ¿Qué parte del negocio de Stuart representa a día de hoy?
Antes del confinamiento los restaurantes suponían una gran parte del volumen de nuestro negocio, seguido de supermercados, pero el cambio de escenario ha igualado el porcentaje. Actualmente los restaurantes representan el 36,40% de nuestro mercado, seguido por los supermercados y tiendas de alimentación con un 32,72% del total. Las cocinas ciegas de los restaurantes han pasado del 5,78% al 27% en mayo.
¿Stuart recibe alguna comisión de parte del restaurante o es el cliente quien paga el 100% del servicio de reparto?
No, Stuart no recibe ninguna comisión del restaurante, el comercio solo paga por el coste del envío. A diferencia de esas empresas, que son 'marketplaces' y van dirigidos al consumidor final, nuestro modelo de negocio es diferente, en Stuart ofrecemos potenciar la marca propia de los comercios, disfrutando a la vez de un servicio personalizado.
Gracias a nuestra plataforma, cualquier tipo de comercio puede ofrecer entrega a domicilio con su propia marca y en su web en solo 3 clics de forma sencilla y económica. Es decir, no tiene que pagar comisiones, ni renunciar a su propia imagen corporativa para poder realizar sus envíos, como sí pasa en los 'marketplaces'.
La precariedad de los falsos autónomos de Uber, Glovo o Deliveroo ha generado mucho debate. ¿En qué condiciones trabaja un repartidor de Stuart?
Stuart permite generar ingresos atractivos colaborando como profesional autónomo. Ellos eligen dónde, cuándo y durante cuánto tiempo desean colaborar, e incluso realizarlo con varias plataformas en paralelo. El mensajero independiente ingresa alrededor del 80% de cada envío y Stuart obtiene el resto del importe en concepto de uso de la plataforma.
El perfil del profesional que se conecta a la plataforma de Stuart es un mensajero autónomo, normalmente con experiencia profesional en el sector del reparto. Con Stuart pueden colaborar con total flexibilidad, eligiendo su horario, además pueden compaginarlo con cualquier otra actividad, incluso colaborar para varias plataformas a la vez. En un contexto multiplataforma, donde los repartidores normalmente utilizan más de una app, un 55% de los drivers han colaborado con Stuart durante más de 6 meses.
¿Es necesario crear una nueva regulación adaptada a las empresas de reparto? ¿Habéis hablado de ello con el Gobierno?
Es el momento de un debate amplio sobre qué significa ser autónomo en España y sobre el derecho a trabajar por cuenta propia en el contexto de la economía de plataformas. La evolución del mercado laboral en España hace necesaria la creación de un grupo de trabajo conformado por interlocutores sociales, las empresas del sector, expertos e instituciones para abordar esta cuestión.
Creemos necesaria y urgente la constitución de este grupo, así como de las instancias de diálogo necesarias para que España cuente pronto con soluciones regulatorias como, por ejemplo, las ya anunciadas en Francia, donde la nueva ley de movilidad reconoce la naturaleza mercantil de la relación entre repartidores y plataformas pero, al mismo tiempo, abre la puerta a una mayor implicación de estas últimas en el desarrollo de nuevas medidas de protección y garantía para los trabajadores autónomos.
Stuart ha tenido contactos con el Ministerio de Trabajo y otras instancias del Gobierno de España. Nos gustaría que el diálogo fuera más fluido y, sobre todo, que cualquier paso legislativo fuera acompañado de conversaciones constructivas con el sector.
Cuando pase la crisis del COVID, ¿el sector seguirá creciendo?
La situación actual que vivimos ha acelerado un cambio que ya de por sí solo era imparable. La transformación digital de las pymes no es una opción, sino una necesidad para asegurar su supervivencia y responder a las exigencias de los clientes que ya son digitales. Y este cambio viene de la mano de la figura del comprador online. Por esta razón, durante la pandemia hemos facilitado los envíos de los pequeños y medianos comercios que estos días no han podido abrir al público, incluso en el caso de no disponer de canal de venta online.
Hay una apuesta clara de las pymes españolas por los servicios personalizados frente a la venta directa en un marketplace: el 84% valora más contratar un partner tecnológico que les permita gestionar sus envíos sin pagar comisiones, frente a un 16% que prefiere que un marketplace se encargue de todo el proceso y pagar una comisión por ello.
Por otro lado, observamos que las medidas de distanciamiento se van a alargar en el tiempo y ahí el delivery ha dado un paso adelante para ofrecer envíos seguros tanto para el mensajero como para la persona que va a recibir el pedido.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...