La desconocida historia de adicción a las drogas que hay tras uno de los mejores restaurantes de Barcelona

Madrid

Raül Balam Ruscalleda (Sant Pol de Mar, Barcelona, 1976) se crio en uno de los restaurantes más importantes de España: el Sant Pau de la chef Carme Ruscalleda, su madre. Pero aun cuando se puso al frente del restaurante Moments —situado en un lujoso hotel de Barcelona y distinguido con dos estrellas Michelin— sus apariciones públicas, tanto en congresos como en los medios, fueron siempre más bien escasas. El estreno del documental Camí lliure en el Festival de Cine de San Sebastián da algunas posibles pistas de por qué.

"El Raúl que había antes nunca pegó, pero te hundía con la mirada. Mis padres me temían. La gente que trabajaba conmigo me odiaba. Llegó un momento en que perdí el control. Solo pensaba en consumir, consumir, consumir. Si el servicio había ido bien, ¡a celebrarlo! Y si había ido mal, a ahogar las penas con consumir, consumir, consumir", relata en los primeros minutos del filme.

Camí lliure incluye el testimonio de Dolors Matas, una de sus terapeutas, quien detalla que se encontró al chef en un estado "muy deteriorado". Pero el propio Balam habla con naturalidad de esas adicciones y de cómo ha sido el proceso que le ha permitido superarlas: romper muchas relaciones de amistad, ver a su madre —"un personaje público"— en una terapia de grupo con familiares de otras personas con problemas similares y, por supuesto, dejar de tomar alcohol. Si uno de los platos que cocina lleva coñac o vino, de hecho, tampoco puede probarlo.

"Yo estaba convencida de que en un par de semana lo resolvíamos. Pero es algo que requiere mucha paciencia", explica Ruscalleda en el documental, convencida al mismo tiempo que su hijo tiene "mucho más talento" que ella misma.

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Pero Camí lliure no narra solo la historia de cómo el chef de Moments ha superado sus adicciones. El hilo conductor del documental es el cierre del restaurante Sant Pau y también la preparación de un menú degustación —Sant Pol, Tokyo, Barcelona— para el Moments. Un proceso repleto de momentos cotidianos —la colección de pendientes de la chef catalana, un desayuno en soledad o las stories de Instagram de Raül Balam antes de un homenaje— en los que se aprecia la colaboración entre dos cocineros, madre e hijo, que se respetan y se quieren.

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"En Carme Ruscalleda yo veo a mi madre. No soy consciente del monstruo que es", apunta Balam. "Ahora estamos aprendiendo a ser una familia normal".

Pero el documental, dirigido por Ángel Parra, funciona también como un retrato de la cocina catalana contemporánea porque cuenta con la aparición de Ferran Adrià, Joan Roca o las hermanas Reixach (Hispània), y también de pequeños productores del Maresme con los que Balam y Ruscalleda colaboran para luego ofrecer sus famosos guisantes en el restaurante.

Camí lliure empezó a gestarse tras la intervención de Carme Ruscalleda en otro documental (Soul) protagonizado por Eneko Atxa. El equipo de producción quedó tan fascinado por la sabiduría y la fuerza que transmite la chef catalana que, con el cierre del Sant Pau en el horizonte, decidió registrar todo ese momento.

Pero la fascinante historia de Raül Balam ha dotado a la película de una trama mucho más poderosa, dotando a sus protagonistas de una magia terrenal que, seguramente, jamás habrían alcanzado sumando solo estrellas.

De momento no hay fecha prevista de estreno en salas de cine, televisión o plataformas de streaming, pero la buena acogida del filme en San Sebastián augura el éxito del documental y sus productores no descartan organizar presentaciones especiales en espacios gastronómicos.