Zurita: de pueblo deshabitado a pueblo con vida y ¡hasta una empresa!

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Hasta hace poco más de 10 años, Zurita estaba totalmente deshabitada, sin ningún residente, tan solo contaba con seis segundas residencias. Se trata de una pedanía del municipio de Baells, pueblo que pertenece a la comarca de la Litera, en la provincia de Huesca. Ahora tiene seis vecinos y es un claro ejemplo de que, poco a poco, y con esfuerzo, un pueblo vacío puede volver a tener vida.

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Lo hicieron posible Joel Moyà y Eva Freixes, una pareja que decidieron abandonar su vida en el Priorat, cerca de Tarragona, para irse a vivir a un pueblo deshabitado y así, desde cero, iniciar un nuevo proyecto de vida. Cuando vieron Zurita, se "enamoraron" del lugar: "Era justo lo que buscábamos, levantamos aquí nuestro hogar y vimos posibilidades para iniciar nuestro nuevo proyecto", cuenta Moyà que recuerda que los únicos servicios que posee Zurita son agua, luz y alcantarillado. Todo gracias a José María Avilla, un vecino de Monzón que, como señala Moyà, "desde los años 80 ha estado cuidando de Zurita para que no se convirtiera en un pueblo abandonado totalmente".

Ya en Zurita, Moyà y Freixes han formado una familia. Sus dos hijas nacieron ya en esta localidad. De hecho, la mayor supuso el primer nacimiento de la población tras 43 años.

Además, han hecho realidad uno de sus sueños: tener su propio negocio. Poco a poco han trabajado en su futuro y ahora ya producen y comercializan azafrán, incluso han creado su propia marca: Azafrán de Zurita. Se trata de un cultivo muy laborioso, sobre todo en el momento de la recolección. Pero tal y como explica Moyà "si lo mimas y cuidas, con muy poca extensión, puedes llegar a producir lo suficiente para tirar la empresa adelante".

Ampliar

Históricamente, en Aragón se cultivaba azafrán, pero se fue abandonando, y ahora, poco a poco, se intenta volver a producir y comercializar. Moyà explica que al azafrán “se le considera el oro rojo porque el azafrán español es de los mejores del mundo, por la intensidad de su aroma".

Zurita está de enhorabuena. Hace poco más de un año, otra pareja ha decidido instalarse en el pueblo y ya son seis los vecinos que residen allí, algo que para Joel y Eva es un gran logro. Además, este verano, el ayuntamiento de Baells, gracias a una partida económica de la Diputación Provincial de Huesca, ha asfaltado el camino de acceso a Zurita. Hasta ahora se accedía por una pista forestal.