Gómez Noya: el resurgir de la leyenda que busca en Tokio su colofón dorado
El triatleta más laureado de España ultima su puesta a punto con 37 años para enfilar un camino hacia la gloria olímpica que le ha esquivado desde 2008
El triatlón español tiene en la figura de Javier Gómez Noya un referente en activo para "la mejor generación de la historia" en esta disciplina que combina natación, ciclismo y carrera. El gallego, en la recta final de los 37 años, mantiene unas cualidades de élite que le han permitido poner el foco este 2021 en los Juegos Olímpicos de Tokio. Allí espera un colofón que se ha hecho de rogar en la Villa para una trayectoria de leyenda.
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El retraso de la gran cita durante un año a consecuencia de la pandemia ha supuesto nuevas trabas para los atletas. Más si cabe para los veteranos, que han tenido que prolongar sus rutinas del más alto nivel más de lo esperado. Y en el caso de los triatletas, con la dificultad extra para llevar a cabo una preparación de sus tres especialidades durante el confinamiento.
“De 37 a 38 años tampoco creo que vaya a haber diferencia de rendimiento”, comentaba Gómez Noya meses atrás en El Larguero, desvelando además los inventos improvisados que ha tenido que desarrollar para mantener el contacto con la piscina en cuarentena y llegar en estado óptimo a Japón. Con este objetivo entre ceja y ceja está planificando sus entrenamientos, buscando específicamente zonas de gran humedad y altas temperaturas para viajar ya aclimatado de antemano a unos Juegos que se prevén bajo unas condiciones sofocantes.
Un favorito a las puertas del Olimpo
Su periplo triunfal por las competiciones internacionales se ha traducido en hasta nueve temporadas consecutivas (2007-2016) finalizando como número uno del ránking. Trasladado a éxitos deportivos, Gómez Noya ha engrosado su palmarés hasta en más de una decena de campeonatos del mundo entre las diferentes posibilidades de triatlón e ironman. Desde entonces, su dominio también ha supuesto que partiera como favorito en las tres últimas ediciones de los Juegos Olímpicos, en los que las esperanzas han sufrido contratiempos que, en mayor o menor medida, han impedido ver al gallego en lo más alto del podio.
Pekín 2008 escondió el primer desenlace cruel para el máximo baluarte español. Tras cerrar con buenos tiempos las dos primeras metas en agua y bicicleta, las opciones de medalla fueron ganando peso. En la memoria están épicos finales a la carrera en los que Gómez Noya apostó por finales al alza que firmaron remontadas históricas, aunque ese día no fue así. Un ataque de flato en los últimos kilómetros lastró al atleta hasta una cuarta posición que sería su primer sinsabor olímpico.
Pudo resarcirse, en cierta medida, cuatro años después en Londres. El oro cayó en posesión del héroe local Alistair Brownlee, a quien acompañó su hermano Jonathan en el escalafón, aunque entre medias de ambos se coló un Gómez Noya que obtuvo entonces su mejor resultado en el Olimpo: una plata.
Orgulloso, aunque no conforme, el ídolo español nacido en Suiza apostó fuerte por Río de Janeiro 2016 con el sueño de alcanzar el título soñado. Ni siquiera tuvo opción de competir a causa de una lesión que confirmó su sensible baja semanas antes de la fecha marcada en rojo en el calendario. La siguiente y, probablemente, última oportunidad, puede llegarle en Tokio con 38 años y un largo historial de nuevos pretendientes a rebufo que no impiden creer en que un retiro dorado aún es posible.
"¿El bronce? No firmo nada. Luego a lo mejor llegas ahí y quedas mucho peor, nunca lo sabes. Pero si quieres ganar una carrera, el primero que tiene que creer que puedes ganar eres tú y tienes que luchar por eso, entrenar para eso y convencerte de que lo puedes hacer", exponía Gómez Noya en una de sus últimas comparecencias públicas que recogió TDP.
Pionero del legado español
Coleccionista de premios, Javier Gómez Noya ha servido de inspiración incluso para una gran hornada de rivales que se ha fraguado en España y que intimida al resto del planeta. De hecho, el objetivo del gallego en las competiciones preolímpicas es primero obtener el último de los tres billetes masculinos que representarán a nuestro país en Tokio. Antes lo consiguieron Mario Mola, que sigue la estela de su legado con tres Mundiales consecutivos, y un Fernando Alarza que se ha acostumbrado a inscribir su nombre en los medalleros en los últimos años.
"Estamos viviendo la mejor generación de la historia", aseguró con orgullo Gómez Noya en la Cadena SER, además de hacer un llamamiento para que este idilio español con su disciplina no sea pasajero. "Tenemos que trabajar en que no sea una generación espontánea y que haya una base de gente detrás", añadió en su pasada conversación con Yago de Vega, poniendo sobre la mesa los obstáculos que él mismo se encontró para afianzarse como pionero español en el triatlón de élite.
Tras casi una década desde su última aparición en los Juegos, Gómez Noya pone por delante Tokio sobre cualquier otra cosa a pesar de que también le aguarda el ironman de Kona en octubre. Los preparativos, por tanto, ansían un regreso a la Villa Olímpica por todo lo alto para un estandarte del deporte español que se resigna a valorar el final de su carrera: “No me he puesto fecha. El cuerpo lo irá marcando”.