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Tokio 2020

La última batalla de Raúl Entrerríos por Hispania

Los Hispanos pretenden brindar una despedida gloriosa a su capitán, que ha postergado su retirada hasta la disputa de Tokio 2020

Raúl Entrerríos arma el brazo ante Noruega en el Mundial 2021 / Getty Images

España se ha acostumbrado a verse representada en los escalafones de las grandes citas del balonmano durante todo lo que acontece de siglo. Gran parte de culpa en ello ha tenido el actual capitán de la selección, Raúl Entrerríos, quien ya ha anunciado su retirada después de Tokio 2020 y tras 17 años como internacional. La decisión fue tomada antes incluso de la pandemia, por lo que la fe en su convicción ha permitido disfrutar del central una temporada más de lo previsto, acrecentando además el hambre de culminar su carrera con una conquista histórica en el Olimpo.

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En los últimos 20 años, Hispanos y Guerreras han ampliado el número de preseas obtenidas entre Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos en 16. Tales cifras evidencian el por qué el balonmano español se ha convertido en toda una potencia mundial, respetada allá donde va, aunque todavía echa en falta una última gesta: el oro olímpico.

Parte muy activa de esta época gloriosa ha sido un Raúl Entrerríos que se ha colgado medalla en estos torneos internacionales hasta en ocho ocasiones. Su currículum cuenta con un palmarés en la élite que se inició en 2002 en las filas del Ademar de León y que se ha actualizado muy recientemente con la Copa del Rey ganada con el Barcelona este mismo marzo, torneo del que ha salido incluso como MVP de la final a sus 40 años. El envidiable camino del asturiano ha encadenado un éxito con otro, siendo su mayor ‘borrón’ los Juegos de Río de Janeiro para los que España ni siquiera logró clasificarse.

Un 'regalo' de la pandemia

La Villa Olímpica esconde la espina que los Hispanos quieren sacarse a toda costa. Campeones de Europa o del Mundo varias veces, la cita multideportiva por antonomasia ha puesto la única barrera que el equipo aún no ha sido capaz de derribar. Tres medallas no ocultan las ganas de reivindicarse para acceder a la primera final olímpica para el balonmano nacional. Las ansias de oro aprietan a tal nivel que el propio Raúl Entrerríos optó por demorar un año más su retirada con motivo del aplazamiento de las competiciones por el coronavirus.

Ya avanzó el jugador su intención de colgar las botas en 2020 con el colofón de Tokio, cuando todavía los confinamientos parecían realidades de otros mundos. No obstante, los planes del planeta cambiaron aquel mes de marzo, que ahora cumple su primer aniversario, y consigo los del capitán de la selección.

Raúl Entrerríos celebra la victoria en la final del Europeo 2018 / Getty Images

Entre las múltiples desgracias que trajo el dichoso virus, un 'regalo' positivo ha sido el poder ver en acción a Entrerríos más allá de los 40 y sin perder un ápice de sus condiciones sobre la pista. "Todo llegará", admitió el balonmanista en El Larguero semanas atrás, a pesar de reconocer que está viviendo el atraso con más ligereza de lo esperado: "Pasa muy rápido. Como el calendario está tan apretado, muchas veces no da tiempo ni a pensarlo. Es especial, es una sensación extraña y lo que uno trata es concentrarse en el trabajo que hay que hacer y terminar un ciclo importante en mi vida como es este", comentó, disfrutando de una prórroga que ya le ha permitido superar el récord de 280 internacionalidades con España de David Barrufet. El paso para superar la marca se ha hecho realidad este sábado frente a Argentina.

"Sentía que tenía que intentar terminar en la pista jugando una temporada medio normal e intentar ganarme un sitio en ese equipo de los Juegos de Tokio", añadió en este tiempo el de Gijón, que no duda en poner el foco en el gran evento del verano. En sus manos, y en las de todos los Hispanos, estará la posibilidad de ponerle el broche dorado a una generación que ha llevado en volandas a todo el país con una fiabilidad casi inmejorable.

¿Caso similar en las Guerreras?

En el lado femenino, encontramos cómo la veterana de la selección no quiere ni oír hablar de un 'adiós' a este deporte. Instaurada en la política del 'año tras año' para ir firmando su renovación, Silvia Navarro quiere plantarse en los Juegos con 42 años y todavía no ha descartado seguir defendiendo la portería de las Guerreras en adelante.

Silvia Navarro defendiendo la portería de España en los Juegos de Río / Getty Images

Los meses de confinamiento sirvieron para que la portera se hiciera una idea de cómo es la vida después del deporte de competición. En su piel, esta sensación chocó con su forma de vida y es por ello que quiso retrasar el día final al menos hasta 2021. Su límite todavía sigue sin alcanzarse y es por ello que la ilusión de dejar huella en Tokio sigue intacta.

Para ello, primero habrá que consumar la clasificación en el Preolímpico. El reparto de los últimos dos billetes tendrá lugar entre los días 19 y 21 de marzo en los que están citadas España, Suecia, Argentina y Senegal. Tras ello, las Guerreras buscarán a toda costa sumarse a la conquista de Japón, mismo suelo en el que el equipo ha obtenido su mejor resultado con una plata mundial en 2019. Los honores de ensueño a los veteranos del balonmano español demandan el toque de un oro colgado al cuello.

 
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