La irrupción de Alberto Ginés, el primer español que intentará escalar hacia el Olimpo
La gran promesa de la escalada española será el único representante del equipo nacional en una disciplina que se estrena en los Juegos Olímpicos de Tokio
El programa de los Juegos Olímpicos de Tokio incluye entre sus novedades más destacadas la primera inclusión de la escalada deportiva. Cuarenta escaladores, repartidos equitativamente entre hombres y mujeres, tendrán la oportunidad este verano de ser los primeros en coronar el Olimpo. Entre ellos se encuentra el nombre de un español, Alberto Ginés López, que en 2019 dio la sorpresa obteniendo el billete con solo 17 años y por delante de figuras icónicas como el checo Adam Ondra.
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El gran ascenso de Ginés vino con un cambio en su rutina de entrenamientos que tuvo efecto casi inmediato. Este salto se produjo al dejar su Cáceres natal para incorporarse a los ejercicios presenciales con su entrenador, David Macià, en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona en 2018. Su vínculo, que ya se había iniciado desde la distancia cuando el deportista solo tenía 10 años, empezó a pulir más rápido de lo previsto un talento que se ha convertido en una de las grandes promesas de este deporte.
Desde su clasificación para Tokio en el Preolímpico de Toulouse, el escalador español ha tenido tiempo para focalizar su preparación en esta cita histórica. Sin embargo, el parón obligado por la pandemia puso las trabas del confinamiento para ejercitarse en la montaña o en los rocódromos. Aun así, Alberto Ginés se las ingenió para mantenerse a tono de forma peculiar, utilizando la fachada de su casa para hacer una peculiar "pretemporada" con el único objetivo de conservarse "bien físicamente", como explicó en estos meses en El País.
¿En qué consistirá la escalada olímpica?
Un único deporte y tres especialidades ponen a prueba a los escaladores en el camino vertical hacia el medallero. Velocidad, búlder (bloque) y lead (dificultad) son las tres modalidades que evalúan las capacidades de los competidores. Cada uno de los participantes tendrá que conseguir registros en las tres y las medias serán las que conformen la clasificación.
- Una pared de rocódromo de 15 metros de alto es el primer escollo. En este periodo se mide la velocidad, por lo que serán los tiempos de los deportistas los que determinen las posiciones al primer corte.
- Seguidamente habrá que abordar el búlder. Este apartado consiste en superar bloques de unos 4 metros y medio en un tiempo determinado. La cantidad de tramos alcanzados y el número de intentos que se hayan necesitado influyen en la puntuación.
- En última instancia aparece el lead para decantar la tabla clasificatoria. La pared a escalar aquí es la de mayor altura y dificultad. Los escaladores dispondrán de un tiempo común para intentar llegar lo más arriba posible con la única ayuda de sus manos y sus pies de gato.
Las expectativas en Alberto Ginés
A lo largo de su carrera, Alberto Ginés ha hecho de las pruebas de dificultad su gran fuerte para incluir su nombre entre los gigantes de la escalada. Su subcampeonato mundial en Japón 2019 bien lo atestigua. No obstante, en los últimos tiempos ha conseguido sumar a esta virtud nuevos números que alientan las esperanzas en cuanto a este diamante por pulir.
En los grandes escenarios es donde salen a relucir los competidores natos y fue precisamente en el Preolímpico donde la garra del escalador nacional se hizo notar ante el cronómetro. De esta cita se rescató un récord personal de 7'28 segundos en velocidad, una faceta con la que las opciones de un estreno redondo en la Villa Olímpica ganan enteros. Este verano, el promedio global de las tres modalidades, aparte de apuntar hacia lo más alto de Tokio, fijarán una primera marca a batir por las próximas generaciones de escaladores del país.