Los alumnos con dislexia tendrán que acreditar un 33% de discapacidad para optar a una beca
Las familias denuncian que es un requisito imposible para la mayoría porque la dislexia no es una discapacidad sino una dificultad de aprendizaje. Alertan de que aumentará el fracaso y el abandono temprano entre los niños sin recursos que no puedan pagar la ayuda que necesitan
Madrid
Hasta ahora alumnos con dislexia, que cumplieran los requisitos económicos, podían optar a las becas por necesidades educativas especiales. A partir del curso que viene, sin embargo, necesitaran certificar un 33% de discapacidad. Algo imposible para la mayoría señala Esther López Carbajal, presidenta de la Plataforma Dislexia: "Realmente no podríamos acreditar nunca esa discapacidad a no ser que un niño o una niña tuviera otras comorbilidades asociadas a la dislexia, es decir, a no ser que haya otros trastornos asociados, este alumnado no puede acceder a las ayudas del ministerio de Educación para recibir un tratamiento logopédico o psicopedagógico que es un pilar fundamental en la intervención multidisciplinar de nuestros hijos".
Esther, que tiene dos hijos con dislexia, alerta de lo que eso supone: "Tan sólo las familias con medios económicos suficientes podrán ofrecer a sus hijos este tipo de intervención, que además es la única intervención con evidencia científica en el tratamiento de la dislexia. Así que el sistema educativo, en este caso, no está teniendo el nivel compensador de desigualdades que se supone que debería tener".
Más información
- Primeros trastornos de desarrollo en niños nacidos durante la pandemia
- Los puntos más polémicos de la 'ley Celaá': del castellano a la religión
- ¿Enunciado mal formulado o respuestas incorrectas? El ejercicio que puede cuestionar los libros de texto
- Aprendizaje Expedicionario, así es la pedagogía alternativa del nuevo colegio de la princesa Leonor en Gales
- Por qué no debemos obligar a un niño a comer
Los alumnos con dislexia ya tenían un acceso muy limitado a las ayudas al estudio. Nunca han estado reconocidos entre los colectivos con derecho a una beca por necesidades educativas específicas, pero gracias a un vacío en la regulación, que no especificaba un grado concreto de discapacidad, podían optar a ellas si cumplían los requisitos económicos. Con ese 33% que se exigirá desde el curso que viene esa puerta se cierra.
El ministerio de Educación, a través de una portavoz, responde que tienen la posibilidad de pedir una beca general, pero Esther López Carbajal dice que no es una opción para estos alumnos: "Todas estas becas tienen en cuenta el expediente del alumnado por lo que una vez más nuestros hijos e hijas salen perdiendo. Por su condición de disléxicos y por tener en España un sistema educativo que ofrece los contenidos por vía de la lectura y evalúa al alumnado por vía de la escritura, alteradas ambas en la dislexia, son alumnos que habitualmente no tienen un expediente académico excelente por lo que no tienen facilidad para conseguir este tipo de becas".
Se estima que un 10% de los alumnos, alrededor de 800.000, tiene dislexia en España, aunque sólo un tercio recibe la atención profesional que necesita. Según datos del ministerio de Educación en el curso 2018-19, el último del que hay cifras disponibles, se dieron casi 210.000 ayudas por necesidades educativas específicas, aunque los datos no están desglosados por tipo de necesidad.
Desde la Plataforma Dislexia advierten de que sin acceso a las ayudas de los alumnos con menos recursos aumentará el fracaso y el abandono temprano en un país que ya es el segundo con la mayor tasa de Europa (un 16%).