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El fundador de Bodegas Pesquera deja sin herencia a las tres hijas que le apartaron de su empresa

El bodeguero Alejandro Fernández deja como única heredera universal a su hija pequeña y da la legítima a sus nietas

La familia del bodeguero Alejandro Fernández Pesquera. / Bodegas Pesquera

La familia del bodeguero Alejandro Fernández Pesquera.

Madrid

Tras largos años de enfrentamiento por el control de la bodega y los bienes inmuebles, el fundador de Bodegas Tinto Pesquera, Alejandro Fernández Pesquera, ha dejado sin herencia a tres de sus hijas. La batalla familiar y judicial que comenzó con la separación del bodeguero y su mujer, Esperanza Rivera, ha acabado sin reconciliación y un varapalo para sus descendientes tras su muerte este mes de mayo.

El testamento del hombre que impulsó el gusto por los Ribera del Duero no deja cabos sueltos. Tal y como lo anuncia EL PAÍS, sus tres hijas mayores, Lucía, Olga y Maricruz, han quedado fuera de la herencia e incluso de la legítima, que ha recaído en las ocho nietas del bodeguero. Tan solo Eva, la hija menor y que ha apoyado incondicionalmente a su padre, ha sido la única heredera universal y beneficiaria del 75% de la herencia total, mientras que el 25% restante lo ha legado a sus nietas.

Su hija Eva es la pequeña de las cuatro hijas que tuvo con Esperanza Rivera, de quien se separó en 2018 después de varias décadas de matrimonio y la única que se posicionó del lado de su padre desde el inicio del conflicto. Aunque paradójicamente, el testamento también establece que sus nietas, que pertenecen a las tres ramas de las hijas desheredadas, sean legatarias de la estricta legítima que le hubiera correspondido a sus progenitoras.

El reparto de la herencia

Por tanto, la hija menor recibe casi el 75% de la herencia total y el 25% restante, que coincide con lo que hubiera sido la legítima de sus otras tres hijas, ha ido a destinado a las nietas. Sin embargo, la familia aún puede recurrir parte de la herencia. En noviembre de 2020 estuvieron a punto de llegar a un acuerdo las cuatro hermanas, pero se echaron para atrás por diferencias fiscales.

En el preacuerdo, Eva habría aceptado renunciar a algunas de las bodegas más importantes a cambio de una cantidad de dinero, que también conllevaba derechos de marcas y viñedos. Sin embargo, cuando cambió la fiscalidad de Castilla y León, los asesores de las tres hermanas intentaron reactivar el pacto sin conseguir respuesta, aunque personas que conocen el proceso afirman que Alejandro Fernández no fue consultado sobre estos movimientos.

Aún con diferencias pendientes, si no llegaran a un pacto sobre las propiedades de la empresa, todos los bienes quedarían en manos de Eva, aunque las otras partes podrían impugnar esa decisión. Se trata de un recorrido judicial farragoso y largo que podría tener consecuencias negativas en el negocio familiar. 

El origen del conflicto

En 1990, Alejandro Fernández Pesquera hizo las reparticiones de la sociedad empresarial. Tanto él como su entonces esposa se quedan con el 49,72% cada uno y cada una de sus hijas con un 0,28%. Es cuando el matrimonio se divorcia cuando la suma de la parte de su mujer y de las tres hijas, que toman el control, asciende a un 50,56% de las participaciones de la sociedad, que basta para dejar a Fernández sin la mayoría.

Tras su muerte el 22 de mayo de 2021 a los 88 años de edad, el control de la bodega volvió a ser fruto de disputa. A pesar de que Eva es la heredera única y universal que, las tres hijas que ahora dirigen la mayor parte del negocio podrían llegar a beneficiarse en la toma de decisiones de los porcentajes de la sociedad que han recibido como herencia sus propias hijas (nietas de Alejandro Fernández).

Así, tras el testamento, Eva poseerá el 49% de la bodega menos la parte de la legítima, y sus tres hermanas con el otro 49% que pertenece a la madre más la legítima que pertenece a las respectivas ocho hijas. Por tanto, el control de la empresa quedaría en manos de las tres hermanas que quieren impulsar la modernización de los vinos y cambiar la identidad corporativa, que ahora se renombrará como Familia Fernández Rivera. Aunque la pugna familiar continuará en los tribunales con mayor probabilidad, porque ni la muerte del fundador del emporio Fernández Pesquera trajo la reconciliación. 

Este sábado a partir de las 10:00 no te pierdas el reportaje 'La decisión final' en A Vivir. Un programa dedicado al legado Fernández Pesquera, rebautizado como el Falcon Crest por las intrigas familiares, el largo proceso judicial y las consecuencias del mundo de las herencias. 

 
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