La ceniza volcánica inutiliza el plátano, el motor económico de La Palma
Alrededor del 80 % de los habitantes de la zona afectada viven de la fruta
Restringido el tráfico aéreo en las proximidades del volcán para facilitar el trabajo de los servicios de emergencia
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Madrid
El volcán de La Palma continúa en intensa actividad durante la actual fase explosiva. Las cenizas desprendidas han generado estragos en la isla, especialmente para los productores de plátano del valle de Aridane. Las autoridades canarias han pospuesto la recogida de la fruta para la próxima semana, mientras las cooperativas protestan ante los estragos que causa la actividad volcánica. Las cenizas caídas en las plantaciones han dejado toneladas de plátanos inservibles, lo cual supone un perjuicio económico ingente. Alrededor del 80 % de la población de la zona vive -directa o indirectamente- de estas plantaciones.
Pero además de los cultivos, la ceniza ha afectado a los vuelos sobre la isla. Las proximidades del volcán han quedado restringidas para la entrada exclusiva de fuerzas de seguridad y personal de emergencias, así como aeronaves del Estado o las que contasen con debida autorización. Sin embargo, no podrán transitar vuelos comerciales en la zona comprendida entre Tenagua y Tiguerorte, así como en Las Norias.
Los últimos datos registrados por el sistema Copérnico señalan que cerca de 350 viviendas han quedado destruidas por la lava. El territorio afectado asciende a las 166 hectáreas, con un frente de 600 metros. Entre los más afectados se encuentran los niños como Darío, que ha hablado con Carles Francino en La Ventana de este jueves. "Ojalá tuviéramos ya una casa para guardar todo, como nuestros juguetes", se lamentaba.
Muchos voluntarios han criticado la actitud de algunas personas que se acercan a las inmediaciones del volcán para, tan solo, ver el espectáculo en directo. “¡Si usted tiene televisión, vea el volcán por la televisión!”, exclamaba un voluntario, molesto, al describir cómo se ha encontrado estos días con decenas de curiosos entorpeciendo el paso a voluntarios y servicios de emergencias.