Ya está en marcha la carrera por convertirse en el Árbol Europeo del Año 2022: los once candidatos españoles

Madrid

Como cada año, la Environmental Partnership Association pone en marcha la maquinaría para la elección del Árbol Europeo del Año con el objetivo de promover el cuidado del medio ambiente y su protección. Así, diferentes árboles optan cada año a llevarse el galardón procedentes de diferentes países. El objetivo es destacar los interesantes árboles viejos como un importante patrimonio natural y cultural que deberíamos apreciar y proteger. No es importante la belleza, el tamaño o la edad sino la historia y la conexión con las personas. Buscamos árboles que se han convertido en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio, resaltan en la web del concurso.

Y para poder participar, primero hay que superar una criba, en la que se encuentran hasta once aspirantes españoles de cara al concurso de 2022. El elegido de entre los once se consagrará como el Árbol Español del Año, y de momento este paso se encuentra en una fase final de votaciones, cuyos resultados se conocerán el 27 de noviembre. Después se abrirá la fase europea, donde España es el actual vencedor hasta que haya uno nuevo. Lo logró la carrasca milenaria de Lecina (Huesca), superando al plátano de Curinga (Italia) y a un sicomoro antiguo de Rusia.

Los once candidatos españoles

En la página web del concurso se puede consultar la historia de todos los árboles aspirantes a recoger el relevo de la carrasca, y los hay de todos los rincones de España.

- Pino Esrengado (Arico, Tenerife). Representa una especie autóctona de Canarias que es el pino canario, una especie que resiste al fuego y que se ha exportado a otras partes del planeta para reforestar áreas degradadas. Su gran importancia radica en su porte singular o su situación aislada en el límite de su distribución natural.

- La Sabina de Blancas (Comarca del Jiloca, Teruel). Se presenta a esta candidatura, como reflejo de la resistencia y resiliencia de los habitantes de esta zona aislada, fría y vaciada. Refleja el carácter de los habitantes de esta zona de Aragón, que se ha forjado a lo largo de los siglos influido por la climatología, que puede llegar en invierno a los 25º bajo cero (vientos fríos y fuertes) y pasar de los 40º en verano con una pluviometría escasa.

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- Encina Milenaria de Rute (Rute, Córdoba). Destaca la tremenda sombra que proyecta su copa, de 29 x 21 metros de diámetro, que es de unos 600m2. Es una encina con muchísima edad, rondando los seiscientos años y ha sido testigo del devenir de la historia acaecida en su alrededor, como por ejemplo la batalla, en 1483, de Martín González, muy próxima a ella, donde las tropas cristianas de los Reyes Católicos dieron captura al último rey nazarí de Granada, Boabdil el Chico.

- Tejo de Arangas (Cabrales, Asturias). Algunos vecinos explican que el tejo era un árbol sagrado para los celtas y que muchas tribus optaron por suicidarse ingiriendo sus frutos antes que rendirse al ejército invasor romano. Prosiguen relatando que, posteriormente, la Iglesia decidió situar sus templos junto a los tejos, valiéndose de su sacralidad pagana como un medio para atraer a los celtas y cristianizarlos.

- Drago Milenario (Icod de los vinos. Tenerife, Islas Canarias). Hay una leyenda popular entre los vecinos que cuando el drago florece el año va a ser rico. Monumento Nacional desde 1917.

- Olma De Nuevo Baztan (Nuevo Baztán, Madrid). Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1941. El 26 de febrero de 1980 es declarado Conjunto Histórico Artístico y como Bien de Interés Cultural, en marzo de 2000. El único superviviente de una plaga de grafiosis que asoló toda la zona y que a día de hoy goza de una estupenda salud.

- Carballo del Bosque del Banquete de Conxo (Santiago de Compostela). Se destaca el contexto histórico que vivió de defensa de las libertades en la España gris de mediados del siglo XIX; ser objeto de la denuncia ecológica pionera de Rosalía de Castro; o estar al pie del Camino Portugués a Santiago y de un monasterio de origen románico.

- El moral de Villoviado (Villoviado, Burgos). Es un árbol muy antiguo, probablemente uno de los de más edad de España. Al árbol se le atribuye un poder sanador porque los pequeños tallos de los nuevos brotes se colocaban en forma de collar en los niños para curarlos de las lombrices. En agosto con sus frutos en todo su esplendor, y cuando había niños, se producían peleas para subirse al moral: los oriundos defendían su árbol. Cuenta la tradición oral que ninguno de ellos sufrió nunca una caída. Tal vez el moral de Villoviado sea un fiel protector de la infancia.

- Roble de Los Manaderos (Piedralaves, Ávila). Muchos de estos robles que se encuentran en la localidad sirvieron de cobijo a los cabreros los días de lluvia. Se encuentra dentro del Catálogo de especímenes singulares de Castilla y León.

- Encina de Los Perros (Aldea de El Álamo – El Madroño, Sevilla). Esta encina se encuentra en el término municipal de El Madroño, el pueblo mas pequeño de la provincia de Sevilla, concretamente en la aldea de El Álamo. La Encina de Los Perros, se salvó milagrosamente del gran incendio (conocido como Incendio de Riotinto) que en julio de 2004 asoló parte de las provincias de Huelva y Sevilla.

- El Moral de 'Las Tormentas' (La Sequera De Haza, Burgos). El 25 de julio se reunía a todos los chicos en la escuela; y a cada uno se le daba un bote o dos del suculento fruto. Se trataba de un importante aporte de vitamina en tiempos mucho más complejos que los actuales. Ahora hay moras de sobra para los pocos que se interesan por ellas, y los tordos dan cuenta del resto.