El cura en la mesa electoral y la romería de un pueblo de Cuenca aplazada

Cuenca

Todo empieza con la designación del sacerdote José Luis Gabaldón para la mesa electoral en la que está censado, en su localidad, Tarancón, en Cuenca, provincia en la que atiende una decena de parroquias en la comarca de la Alcarria. Pueblos como Albalate de las Nogueras, Villaconejos de Trabaque, Torralba o Cañaveras, y algunos de los municipios más pequeños de Cuenca como Castillo-Albaráñez, Olmedilla de Eliz o Arrancacepas.

“Me ha tocado como segundo vocal en una mesa electoral en Tarancón”, confirma. Al fin y al cabo, los curas son también ciudadanos. “No es una cosa especial, ¿no?”, dice. “Los sacerdotes tenemos una responsabilidad como ciudadanos que somos”.

Las misas el sábado

A pesar de que entre las causas laborales que pueden eximir a un ciudadano de su designación como integrante de mesa electoral figura la celebración de un acontecimiento público previsto con antelación el mismo día de la convocatoria electoral y que la ausencia del susodicho pueda tener como consecuencia la suspensión del evento, Gabaldón asegura que no se le ha permitido eludir su responsabilidad en el día de las elecciones.

Desde el Obispado de Cuenca aseguran que no se les ha comunicado esta circunstancia y que es un trámite que el sacerdote debe hacer personalmente ante la Junta Electoral.

Primera consecuencia: el domingo sin misa en las parroquias de sus pueblos. “Sí que tendremos misa el sábado por la tarde que pastoralmente, como popularmente se dice, vale para el domingo”, explica este sacerdote.

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Romería en Albalate

En la localidad conquense de Albalate de las Nogueras, una de las parroquias de Gabaldón, es costumbre celebrar la romería de Santa Quiteria el domingo siguiente al 22 de mayo, festividad de esta virgen y mártir gallega que vivió en el siglo II y que es abogada contra la rabia. Y este año 2023 ese domingo siguiente coincide con la cita electoral del 28M. No es la primera vez.

En ocasiones anteriores los albalateños han subido a las nueve de la mañana en procesión con la imagen de Santa Quiteria hasta el cerro del mismo nombre donde se alza la ermita, a unos dos kilómetros del pueblo entre olivos y pinos, han celebrado la misa en la explanada, han bendecido y repartido la caridad (roscos de anís) que siempre ofrece algún vecino, han asado chuletas y cortado jamón, han comido rosquillas de sartén y bebido limoná (vino rebajado con azúcar y frutas), y a mediodía se han bajado a votar.

Pero este año no hay cura. La primera opción que Gabaldón ofreció a sus feligreses consistía en “celebrar la misa el sábado por la tarde en la iglesia parroquial y bendecir la caridad, y que los vecinos subiéramos el domingo por la mañana en procesión sin el cura”, explica Asun Crespo, feligresa de Albalate.

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Cada vez menos curas

Es una realidad que, de un tiempo a esta parte, cada vez hay menos curas y los que quedan atienden varias parroquias.

“Tienen muchos pueblos”, dice Asun. “Cada vez más porque hay menos curas. Además, ahora hay dos enfermos, están de baja, y se ha muerto otro”, en referencia a Jose Javier Muñoz, cura de la cercana localidad de Beteta, fallecido este mismo mes de mayo. “Con el tiempo, los curas no van a ir ni a los entierros ni a las precesiones porque no les va a dar tiempo”, remata Asun.

Aplazar la romería

Al final, la solución alcanzada en Albalate de las Nogueras ha sido posponer la romería de Santa Quiteria una semana. “Para quitarnos todos los problemas, la haremos el próximo domingo 4 de junio”, confirman tanto Gabaldón, que podrá ser vocal en su mesa electoral este día de elecciones, como Crespo, que junto a otras feligresas de este pueblo alcarreño tendrán una semana más para preparar las rosquillas.