El despoblado de Cabrejas: las ruinas del duque del Infantado cerca de Cuenca

Cuenca

En ediciones anteriores de Hoy por Hoy Cuenca os hemos hablado de distintos despoblados que hay en la provincia de Cuenca: Hortizuela, en Villar de Olalla; Villalbilla, en Villar de Domingo García; Villas Viejas, en Huete; Valdecabrillas, en Fuentenava de Jábaga; Olmedilla de Arcas en Valdetórtola, El Cañizar, Valtablao de Beteta.

Todos estos lugares se despoblaron a lo largo del siglo XX, pero en los archivos se conservan noticias de otros que dejaron de tener habitantes siglos atrás. En uno de los programas de la serie Así dicen los documentos que hacíamos con la directora del Archivo Histórico Provincial, Almudena Serrano, contamos que en el siglo XVI ya aparecían algunos despoblados como Gascuñuela, cerca de Alcohujate y Cañaveruelas; Mohorte y Ballesteros, en Garcinarro; Santa María de Cortes y Tomellosa, en Huete, o Medinilla, en Gascueña.

Cabrejas

El despoblado de Cabrejas se ubica en el término municipal de Abia de la Obispalía. Hoy en día apenas si quedan dos montones de ruinas, un par de naves agrícolas, otro par de casas con parras que al menos se ven arregladas, una casa ducal al pie de la antigua carretera de Madrid, a unos 500 metros del casco urbano de Cabrejas, y la ermita de Santa Quiteria en el centro de lo que debió ser el pueblo, para ser más exactos en la plaza del maestro don Augusto Blasco Belmar, como reza aún una placa en la pared.

En el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz de 1846 se cita así: “Se ubica en una colina donde le combaten todos los vientos: tiene 13 casas de 6 á 8 varas de alturas, casi todas separadas unas de otras; una posada de regular arquitectura, construida en el año 1827, y una capilla (Sta. Quiteria) en la que se celebran los divinos oficios; […] el cementerio se halla estramuros de la v., y en el centro de esta una fuente bastante abundante con un pilon, quer sirve para el surtido del vecindario y usos domésticos”.

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El duque del Infantado

“Llegó a tener unos cincuenta vecinos”, recuerda Salvador San Andrés, hoy vecino de Abia y en su día alcalde de este municipio entre los años 2000 y 2020. “Eran renteros del duque del Infantado, Íñigo de Arteaga, propietario de este despoblado y de la finca en la que se encuentra”. En la actualidad, el título de duquesa del Infantado lo ostenta desde 2018 Almudena de Arteaga, hija primogénita de Íñigo de Arteaga.

“El pueblo tenía horno, fuente, eran agricultores y ganaderos y celebraban la fiesta de Santa Quiteria el 22 de mayo. Íbamos mucho a por leña al monte de pinar y encinar”, recuerda Salvador que apunta a la década de los sesenta, “del 60 al 65”, dice, cuando se fueron los últimos vecinos.

Sobre la causa del abandono del pueblo dice que pudo ser “porque la agricultura era muy mísera en aquella época con mulas, sin los abonos ni tractores de ahora. Yo creo que a los vecinos les dieron facilidades para que se fueran, las casas tampoco reunían buenas condiciones y el dueño, si les propusieron que se las arreglaran, no opto por hacerlo”.

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La casa ducal

Al pie de la carretera N-400, hoy vía de servicio de la autovía A-40, por donde pasábamos para ir a Madrid, en el kilómetro 159, se encuentra la conocida como casa ducal que luce escudo señorial en su fachada. “Pero no era la casa del duque”, nos apunta Salvador. “Sí que se la conoce así, pero era una venta de caminos. El duque venía sobre todo a cazar porque aquí ha tenido y sigue teniendo guarda de las tierras”.

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Romería de Santa Quiteria

Aún hay vecinos, “los más mayores y sus descendientes que vienen cada año el 22 de mayo a celebrar una misa en la ermita y a sacar en procesión la imagen de Santa Quiteria”, recuerda Salvador.

“Esa fue mi primera fiesta de pequeño. Recuerdo que me llevaba mi padre y que se hacía el baile en unas cocheras que tenía la casa ducal. Serían los años 50 y recuerdo que acudía mucha gente”. Precisamente lo que falta hoy en este despoblado de Cabrejas.