21 años de servicio a los ciudadanos de Aranda

Aranda de Duero

Este lunes hemos abierto la Ventana Edición Ribera con un grupo que suele trabajar en silencio. No hace ruido, pero siempre está. Si nieva, ayuda. Si hay una pandemia, también. En Sonorama su manguera es la más reclamada en la Plaza del Trigo, aunque nombren erróneamente a quien les tira agua. "¡Antonio!", le gritan. A él le da igual cómo le llamen, solo pide a cambio que no le mojen, porque solo está cumpliendo su deber junto a sus compañeros, a los que se puede ver en cada evento dando lo mejor de sí mismos, y siempre sin pedir absolutamente nada a cambio.

José Luis García es la cara visible de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Aranda. Lo lleva siendo desde hace 21 años, cuando la formación se creara. De aquel entonces "quedamos cuatro", aunque ahora son casi una treintena y otros nueve aspirantes a entrar en la corporación. Se encargan de todo, y su único deber es "superar las 50 horas de servicio cada año", aunque muchos, como él, superan las 200. "Moralmente nos obligamos a trabajar para los ciudadanos de Aranda y la comarca, pero es verdad que no somos suficientes. Lo que hay que tener es ganas de trabajar por tu localidad. Aquí si te comprometes te comprometes, y tienes que dar parte de tu tiempo libre y de ocio a tu ciudad, que es la que te reconoce y da una palabra de aliento para seguir adelante", dice.

Aportar a los demás

Ayudar a los demás y formar parte de esta corporación, ¿te hace mejor persona? "En absoluto", responde. "Lo que te ayuda es a crecer como persona. Valorar las cosas de una forma diferente. Estar para ayudar. Ser mejor o peor depende de una persona, aquí aportas tu granito de arena", añade, reconociendo que coordinar tantas edades -desde los 27 a los 74- y formas de pensar "no es sencillo porque necesitas tiempo" y "yo también tengo mi tiempo y mi familia", pero "se puede".

Aunque reconoce que muchas veces ha pensado en dejar la agrupación y tirar la toalla, ha sido siempre su familia "la que me ha animado a seguir estando tan comprometido como estoy". De hecho, "uno de los mejores momentos los viví en la pandemia cuando mi mujer me dijo que estaba orgulloso de mí por lo que estábamos haciendo". Y eso, pese a los momentos duros que vivieron en esa época, en la que "pusimos a nuestras familias o padres y madres entre algodones", pero en las que se hicieron grandes obras como acercar medicamentos a las casas o celebrar cumpleaños para los más pequeños a pie de calle. Ahí se pudo ver el gran valor de Protección Civil para Aranda, aunque como dice José Luis, "lo triste es que tenga que llegar una pandemia para visibilizarnos".

Ahora, cuando las actividades aflojan, siguen con su formación, entre que piden más espacio (porque es lo que necesitan y su principal protección) y que se les respete en los cruces. Nunca está demás recordar que siempre están cuando se les necesita. Y que lo hacen por amor a su tierra.

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La charla al completo puede reproducirse en el audio superior.