"Criar caracoles con el clima de Guadalajara es muy complicado"

Guadalajara

Encontrar caracoles es cada vez más difícil en Guadalajara. Cogerlos en el campo es una práctica casi perdida y muchas de las granjas que surgieron hace unos años han tenido que cerrar sus puertas por las dificultades que supone criar estos animales en unas condiciones de clima tan extremas.

"Lo ideal para la cría del caracol es tener entre 18 y 20 grados constantes todo el año, y el año pasado desde abril tuvimos más de 20 grados diarios. La humedad es más sencilla de poder lograr, pero con ese calor tan excesivo ya no sirve de nada". Lo explica Juan José Gil, gerente de la empresa Caracoles de la Vega, que ha podido seguir adelante a pesar de esos importantes inconvenientes. "Es muy difícil. El año pasado, por ejemplo, apenas hubo producción".

Esta empresa, ubicada en Marchamalo, se dedica a la producción y venta de caracol vivo (en malla) y envasado. "Tenemos la posibilidad de comprarlo con una salsa de verduras que hacemos nosotros o simplemente cocido, en salmuera, para luego hacerlos con la salsa que nos guste. La ventaja es que ya evitas tener que lavarlos y demás, que es un proceso bastante engorroso".

Italia, España y sobre todo Francia son los países europeos que más caracoles consumen. Dentro de nuestras fronteras Gil explica que los principales mercados son el País Vasco, Cataluña y Madrid. "Para nosotros son los más importantes. Además, tenemos una tienda online que funciona muy bien".

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A la hora de cocinarlos, Mario De Lucas, gerente del Grupo Lino y colaborador de SER Guadalajara, apuesta por lo tradicional. "Podemos elaborar una salsa con verdura, pimientos, tomate y cebolla y echar también unos dados de jamón o chorizo y, si nos gusta, darle también un toque picante. Lo recomendado es que nos quede un poco acuosa. Ponemos los caracoles, le damos un herbor, lo dejamos reposar un día y tenemos una receta muy rica".

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