Las familias de las víctimas enterradas en Pico Reja urgen a la exhumación de los restos

Sevilla

82 años después del golpe de estado y los asesinatos posteriores cometidos por los sublevados, los cadáveres de más de un millar de personas siguen en la fosa común de Pico Reja, donde fueron arrojados por franquistas entre julio y agosto de 1936. Culminados los trabajos de localización y la recogida de ADN, los familiares exigen al Ayuntamiento que se exhumen ya los cuerpos. Temen que el nuevo gobierno finalmente derogue la Ley de Memoria Democrática, tal y como ha prometido el PP a Vox. 

"Sería, injusto, inhumano dar al traste con la esperanza de miles de personas que aún siguen buscando a sus seres queridos desaparecidos. Pero nosotros no lo vamos a permitir, vamos a seguir peleando", dice María Luisa Pérez, nieta de Joaquín Pérez García, un barbero detenido y ejecutado por los fascistas cuando estaba a punto de huir a Argentina en agosto de 1.936. Su cadáver se encuentra en Pico Reja, tal y como ha revelado la investigación del historiador sevillano José Díaz Arriaza. Ella supo de su paradero hace tan solo dos años pese a que lo busca desde que era prácticamente una niña.

"Reclamamos al alcalde que actúe. Lo que parecía un sólido compromiso, el de comenzar la exhumación de los restos en 2018 no se ha cumplido", denuncia el manifiesto leído por la Asamblea de Familiares y Asociaciones de Memoria Histórica de la Plaza de la Gavidia, que ha leído María Luisa Hernández, nieta de Francisco Portales, un empleado municipal fusilado en las murallas de La Macarena.

Las asociaciones memorialistas se han concentrado en la mañana de este jueves a las puertas del Ayuntamiento de Sevilla para exigir que, de manera urgente, culminen los trabajos.