Raúl Moro, Mauricio García de la Vega y Víctor Gálvez aumentaron la deuda del Real Murcia

Murcia

Desde la muerte de Jesús Samper en diciembre de 2015, cinco directivas han pasado por el palco de Nueva Condomina. La primera, la de Guillermo Martínez-Abarca, que consiguió el reconvenio del concurso de acreedores y dejó la entidad el 28 de diciembre de 2016. Una inocentada que salió cara.

Raúl Moro llegó entonces a Nueva Condomina. El extremeño, como un soplo de aire fresco, tomó las riendas de un equipo que remodeló en el mercado invernal con mucho dinero en fichajes como el Sergi Guardiola, Víctor Curto o Elady Zorrilla. Aquel año se llegó a la segunda ronda del playoff por el ascenso con la imagen de Moro llegando a Mestalla en motocicleta con aficionados.

Hasta el 26 de diciembre de ese mismo 2017 llegó la aventura del extremeño, que dejó paso al mexicano Mauricio García de la Vega, que accedió al conjunto grana con un peculiar contrato que sigue dando dolores de cabeza y por el que el Murcia tiene un juicio el próximo 5 de noviembre.

Mauricio hizo una limpia en el mercado invernal y no llegó a la primera de 2018 tras la guerra abierta entre él y un Raúl Moro que le dio el control a Víctor Gálvez, empresario oriolano. También hubo apuesta por el ascenso, esta vez con peor suerte y con la eliminación en primera ronda contra el Elche.

Los Gálvez convocaron la ampliación de capital que se convirtió en un fenómeno viral. Pero no fueron ellos los artífices. Fue la Plataforma de Apoyo al Real Murcia, PARMU, que entró en el Consejo de Administración con Txema Almela a la cabeza en lo institucional y Francisco Tornel en lo económico, con 200.000 euros invertidos en la ampliación.

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De las dos cuentas que han trascendido, entre 2017 y 2018 la deuda aumenta de los 44.920.694 a 46.064.559 euros y el patrimonio neto de -18.808.492 a -21.384.374 euros. Y todo eso pese a los grandes ingresos de las taquillas de los playoffs de ascenso a Segunda División y la Copa del Rey, especialmente del partido contra el FC Barcelona.

Ninguno de ellos movió un dedo respecto al concurso de acreedores. El ejercicio 2016/2017 cerró con -2.103.285€. La temporada 2017/2018, con un déficit de 1.925.745€. Esta última 2018/2019, el resultado del ejercicio fue de +10.768.319 euros. Por su parte, la deuda con la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, que hoy es de 17.709.586€, ascendió entre el 2017 y 2018 de 16.419.144 a 17.072.991 euros.