Tambores ruandeses para denunciar la mutilación femenina en África subsahariana

Bilbao

“Bailan con el alma”. Bailan describiendo su tierra, sus costumbres, su fe, su alegría, su dolor, su belleza. También denuncian la mutilación femenina en una tremenda mini obra teatral pero explotan de alegría en la segunda parte con sus tambores y sus ritmos ruandeses. Bailan contemporáneo, africano, tribal, a cámara lenta o con ritmos enloquecidos. El espectáculo que hacen los Ugandan Sticks es puro y profundamente africano.

Formados dentro de la ONG Música para Salvar Vidas, han realizado cientos y cientos de actuaciones en España. Surgieron de un orfanato en Kireka, situado a las afueras de Kampala, capital de Uganda, en el que viven 30 niñas y niños que han sufrido abandono o abuso, y donde pueden recibir formación primaria, secundaria y superior. Tanto los espectáculos de este grupo de teatro, Ugandan Sticks, como el del grupo musical de gospel, Aba Taaano, son la base financiera del proyecto. El dinero que recaudan en sus shows solidarios sirve para mantener el hogar en el que el orfanato de Kireka se ha convertido para los críos.

El contraste que muestran en su espectáculo entre el dolor y la alegría, entre la mutilación femenina que denuncian en la primera parte del espectáculo y el ruido de los tambores ruandeses de la segunda, es la idiosincrasia del África subsahariana, de donde provienen. "Aunque es algo prohibido por Naciones, es una realidad que sigue estando presente en los pueblos", explica Elisabeth Michot, creadora de la ONG.

Por eso, el espectáculo de los Ugandan Sticks "es una descripción de todo lo que es África, sus luces y sus sombras. Su alegría, su belleza, su vida, su vida en el campo, los animales, su ritmo. Pero ambién, evidentemente, ese terible episodio de la esclavitud, la mutilación...", analiza Michot.