Bajan los casos de coronavirus en Euskadi a 452, pero la tasa de positividad se mantiene

Bilbao

Los más optimistas miraran a los datos de este domingo con la ilusión de ver un descenso claro de los casos y encontrarse con la mejor cifra de positivos desde el 14 de octubre en Euskadi. Pero los 452 contagios de este domingo no son más que un espejismo de la realidad epidemiológica, porque llegan con 2.000 pruebas diagnósticas menos que ayer y el porcentaje de positivos se mantiene en el mismo 6,5% del sábado.

De hecho, casi deberían ser una señal preocupante, porque con la tasa de positividad hierática en ese 6,5% puede haber positivos que, al hacer menos pruebas, se estén escapando. Los datos del domingo nos dejan, por territorios, 224 casos en Bizkaia, 144 en Gipuzkoa, 83 en Araba y un caso de otra comunidad autónoma detectado aquí. La pandemia se ha estancado sin atisbo de duda y lo ha hecho en un momento crucial.

A la espera de la reunión del LABI

A tres días de que el Consejo Asesor del LABI se reúna para decidir cómo van a ser nuestras Navidades, la situación es de unos hospitales estancados en los 130 pacientes de la UCI y unas cifras de positivos que oscilan en torno a los 500-600 casos. Con estos números, los muertos semanales deberían rondar los 30 durante las próximas semanas y harían que al final de las Navidades hubiese unos 120 muertos más por COVID-19 con respecto a la cifra total de decesos que maneja Salud ahora mismo.

Esa es la situación real, esos son los datos que maneja Gotzone Sagardui en este momento. El Plan Bizi Berri II es claro sobre la situación actual. En este escenario, con una incidencia acumulada de 357 casos por cada 100.000 habitantes, se deberían permitir las reuniones de un número de personas que oscile entre seis y diez y el confinamiento perimetral debería ser eliminado. Pero el propio Ejecutivo ha deslizado ya esta semana que no se siente cómodo con este estancamiento —enlentecimiento lo llamaban ellos— de la pandemia. En buena medida, porque no sabe a qué se debe.

Con este escenario, el Gobierno tenía un borrador de medidas para aprobar en la reunión del LABI de este miércoles. Fin del confinamiento perimetral, reuniones de diez personas en Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes y el toque de queda estirado hasta la una de la noche el 24 y el 31 de diciembre. Todas esas medidas que deberían entrar en vigor este jueves 10... y la incógnita estaba en qué destino le esperaba a la hostelería.

Frente a esto, un acuerdo de la Interterritorial con un mayor alivio de restricciones y que, según el actual estado de alarma, el Gobierno vasco debería cumplir. Sin embargo, el propio Ejecutivo de Lakua ya deslizó en una nota de prensa que tenía previsto adaptar esas medidas a la realidad epidemiológica vasca. Euskadi no es la única comunidad autónoma que quiere salirse de la hoja de ruta de la Interterritorial; también quieren modificar parte de esos acuerdos Madrid y Cataluña, aunque en sentidos distintos.

Sin embargo, estos datos pueden haber cambiado las predisposiciones del Gobierno de Urkullu, que esperaba una bajada más contundente de los casos. El problema al que se enfrentaría el Ejecutivo si quiere esperar para aliviar las restricciones actuales a más adelante es una cuestión de tiempo.

Las prórrogas de las restricciones hasta ahora han sido de 14 días, por lo que, en teoría, los alivios que no se aprobasen este miércoles deberían esperar hasta el día 24, hasta Nochebuena. Eso, como tantas otras cosas, es lo que dice un papel que podría ser modificado en la práctica por Urkullu con una reunión previa del LABI y un nuevo decreto de Lehendakaritza que cambiase las restricciones, como ya ocurrió cuando se decretó el cierre de la hostelería.

En cualquier caso, es de esperar que no se avance nada de qué acuerdos adoptará el LABI hasta el mismo miércoles si Sagardui vuelve a comparecer en sede parlamentaria ese día 9. Sea como sea, es indudable que la situación es distinta. Hace una semana los contagios bajaban a razón de un 33%; ahora lo hacen a un escaso 14,6%