COP27: las claves de la Cumbre del Clima de la ONU en Egipto
Líderes mundiales se reúnen en Sharm el-Sheikh en un intento por controlar el calentamiento global
El cambio climático es un hecho innegable a pesar de los todavía escépticos. Este verano ha estado dominado por las recurrentes olas de calor en todo Europa que, además de costarnos cada vez más elevadas tasas de mortalidad, suponen importantes pérdidas económicas debido al aumento del gasto sanitario, la reducción de la producción alimentaria y el incremento de bajas laborales. Esto es una mera prueba de que el aumento global de las temperaturas es evidente y continuará creciendo de forma progresiva a lo largo del siglo.
Desde el 6 de noviembre hasta el 18 de noviembre, líderes mundiales asistirán a la COP27 en Sharm el-Sheikh, Egipto, también conocida como la Cumbre del Clima. En medio de la guerra de Ucrania, la crisis energética y una creciente inflación, diplomáticos de más de 190 países negociarán durante casi dos semanas sobre cuestiones climáticas. La COP27 es una una conferencia internacional que permite la celebración de reuniones y debates que faciliten el acuerdo de unas acciones globales reales para paliar y actuar ante las consecuencias del cambio climático, especialmente para aliviar los efectos en los países menos desarrollados, que son los que a día de hoy más los padecen a pesar de haber tenido menor contribución en la crisis climática.
¿Qué es la COP?
Su origen se remonta a 1992 cuando se celebró en Río de Janeiro la Cumbre de la Tierra, donde se adoptó la Convención Marco sobre el Cambio Climático. Esta entró en vigor en 1994 y fue ratificada por 197 países que corresponden a las Partes de la Convención. Desde entonces, se celebran las Cumbres del Clima, conocidas comúnmente como COP (Conferencia de las Partes), eventos anuales mediante los que las partes se reúnen y tratan de alcanzar acuerdos sobre la cuestión climática y medidas medioambientales.
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Desde la primera conferencia en 1995 en Berlín hasta la última el pasado año en Glasgow, Escocia, los países firmantes han trabajado para cumplir los objetivos climáticos fijados y acordados en los distintos acuerdos y protocolos. Cada año, en estas convenciones se analiza el progreso realizado, se adoptan nuevos requisitos y se establecen las pautas y compromisos para que puedan ser ejecutados por todas las partes.
El Protocolo de Kyoto
En la tercera COP que se celebró en Kyoto en 1997, se aprobó el Protocolo de Kyoto, que no entraría en vigor hasta 2005. A través de este protocolo, se reconoce a los países desarrollados e industrializados como los principales responsables de las elevadas emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera como resultado de una vida industrial de más de 150 años. Este protocolo impone obligaciones más severas a estos países basándose en el principio de "responsabilidad común pero diferenciada y capacidades respectivas" y les obliga a reportar periódicamente sobre el estado sobre el cumplimiento de los objetivos establecidos.
El Protocolo de Kyoto establece metas vinculantes a la reducción de las emisiones para 36 países industrializados y la Unión Europea. Estos objetivos pretendían, en su conjunto, una reducción media del 5% de las emisiones en comparación con los niveles de 1990 - del 8% en la Unión Europea - entre 2008 y 2012. El Protocolo, además, instauró un sistema de seguimiento, verificación y transparencia para corrobar las emisiones de cada país, que rinda cuentas en caso de que fuese necesario y proporcionarles los recursos necesarios para poder adaptar su actividad a los objetivos y también para hacer frente a los efectos del cambio climáticos.
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Acuerdo de París
Las Partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático llegaron a lo que se considera un acuerdo histórico para luchar contra el cambio climático y tiene como objetivo principal limitar el calentamiento global a 2ºC por encima de los niveles preindustriales, con la intención de que este se reduzca a 1,5ºC. Para ello, el Acuerdo también tiene como finalidad ayudar a los países a aumentar sus recursos para hacer frente a las transformaciones económicas y sociales que deberán llevar a cabo para afrontar los efectos adversos del cambio climático.
El Acuerdo de París funciona en ciclos periódicos de cinco años para evaluar los progresos obtenidos en ese tiempo hacia el cumplimiento de los objetivos y elaborar medidas particulares para que las partes puedan lograrlos. Este proporciona un marco financiero, tecnológico y de fomento de capacidades de los países para que puedan desarrollar resiliencia frente a estos efectos, como es el aumento de las temperaturas. Una vez presentados los resultados, se realiza un balance mundial y se confeccionan nuevas pautas para el siguiente ciclo.
A pesar de la relevancia de este Acuerdo y su ratificación por parte de casi 200 países, en 2017 el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó la decisión de sacar al país del tratado. De esta forma, se unió a Eritrea, Irán, Irak, Libia, Sudán del Sur, Turquía y Yemen, únicos países que forman parte de este esfuerzo común por luchar contra el cambio climático. Con la llegada de Joe Biden al poder, la comunidad internacional celebró su regreso al Acuerdo junto a los 194 países firmantes.
Las posibles medidas de la COP27
Con la celebración de la COP27 en Egipto, la conferencia ofrece la oportunidad de poner al continente africano en el centro de la cuestión climática, demostrando su compromiso para adaptarse a la lucha contra el cambio climático y centrar la atención una vez en los países menos desarrollados que más sufren sus efectos. Desde la presidencia de Egipto, aseguran que los motores de la cita de este año se centran en la tranformación de las promesas en acciones y la movilización de proyectos para generar adaptación y resilencia. Tal y como explican desde la organización de la conferencia, estos son los principales temas a tratar durante las casi dos semanas de cita climática:
Mitigación
La COP27 llama a la unión para limitar el calentamiento global por debajo de 2ºC y mantener vivo el objetivo de 1.5ºC. Desde la Convención, son conscientes que esto requiere duras e immediatas acciones al igual que una fuerte ambición por parte de todas las partes, especialmente aquellas en posición de cumplir los objetivos y servir de ejemplo.
Adaptación
Desastres naturales como inundaciones, olas de calor o incendios forestales son cada vez más recurrentes y están cada vez más presentes en nuestro día a día. Desde la COP27, pretenden garantizar resilencia frente a estos efectos adversos y asistencia a las comunidades más vulnerables para compensar los daños, especialmente a aquellos países del sur global que más sufren los daños y que, a su vez, menos han contribuido al empeoramiento del estado climático. Basándose en lo acordado en el Acuerdo de París, la COP27 quiere añadir la adaptación en la agenda global, colocándola en el centro de las políticas de todas las partes.
Financiación
Se espera que la COP27 también avance en acciones relativas al presupuesto necesario para hacer frente tanto a los efectos como a los requisitos del Acuerdo de París. Para esto es importante garantizar la transperencia de los resultados de las partes, facilitando el acceso de los países menos desarrollados a tecnologías para adaptarse a las transformaciones económicas y sociales requeridas para cumplir con las demandas y el pago de indemnizaciones para aquellos que sufran las consecuencias del desbalance de las emisiones.
Colaboración
Para conseguir lograr los objetivos y alcanzar resultados tangibles que garanticen justicia climática es necesario una colaboración por parte de todos los actores, tanto públicos como privados y de la sociedad civil.
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Laura García del Valle
Periodista y SEO. Viví en Londres durante 5 años,...