Impuesto a los ultraprocesados, menús vegetarianos y una "Seguridad Social Alimentaria": lo que dicen los programas electorales sobre agricultura, gastronomía y alimentación
Comparamos las propuestas de PP, PSOE, Sumar y Vox
Madrid
En el único cara a cara entre Sánchez y Feijóo de esta campaña, la comida tardó muy poco en aparecer. Apenas un par de minutos: Feijóo denunció que el precio de los alimentos ha subido un 30% y Sánchez reconoció que han experiementado una fuerte subida, pero añadió que la inflación se ha ido moderando. Según los datos de junio, de hecho, un 1,9% (el nivel más bajo desde abril de 2021).
Pero después de eso, todo fueron reproches en materia de empleo, pactos, igualdad, derecho penal... Nadie habló de agricultura ecológica, de obesidad infantil, del turismo gastronómico como herramienta de desastacionalización, de la comida en las escuelas y en los hospitales, del agua que necesitan los cultivos de aguacate, de la precariedad laboral en la hostelería o del uso indebido de los pesticidas.
Al repasar los programas electorales para el 23-J de los cuatro partidos con más representación parlamentaria, sin embargo, sí aparecen todos esos temas. En algunos casos, con extrañas coincidencias. Sumar quiere promover las opciones vegetarianas en los colgios y Vox defiende la caza con una licencia única para toda España, pero ambas formaciones piensan casi lo mismo en materia de pesticidas o en apoyo al producto local. En comparación con los programas de 2016, sin embargo, lo referente a los alimentos sin gluten ha desparecido casi por completo.
También hay preocupaciones casi unánimes, como la lucha contra la obesidad infantil. Pero lo que predomina, sobre todo entre bloques, son las diferencias. En materia de agricultura, por ejemplo, el PP quiere "flexibilizar el calendario de aplicación de la estrategia europea De la Granja a la Mesa" y el partido de Abascal aboga por retirar ayudas a los "ecologistas radicales". El PSOE, en cambio, sostiene que "hubo un tiempo en que el objetivo era producir más" y que "luego fue producir con más calidad", pero que "ahora el reto es producir mejor".
El partido con más propuestas innovadoras en materia de alimentación, de todas formas, es claramente Sumar. Más allá de la "cesta básica", ña plataforma liderada por Yolanda Díaz propone crear "la Seguridad Social Alimentaria" e incluye medidas como los beneficios fiscales a los alimentos saludables y sostenibles o la necesidad de garantizar menús vegetarianos en los centros escolares.
¿Hay platos de izquierdas y platos de derechas?
Ahí va un resumen de las principales propuestas electorales de PP, PSOE, Sumar y Vox en materia de alimentación, agricultura y gastronomía:
PP (programa en PDF)
Bajo el título de Un proyecto al servicio de un gran país (112 páginas), el programa del Partido Popular cuenta con 365 medidas, de las que unas 30 están relacionadas con lo que comemos: ayudas contra la pobreza infantil para asegurar el acceso al comedor escolar de 0 a 3 años (172), acciones el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (172)... Pero la mayoría aparecen en el capítulo dedicado a la agricultura, que a su vez forma parte del bloque económico (ilustrado con foto de Feijóo en un mercado).
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Parece que esa ubicación determina, implícitamente, qué factor va a prevalecer en caso de conflicto entre los intereses productivos y medioambientales. De hecho, el programa dice claramente que el PP trabajará para "racionalizar los objetivos y flexibilizar el calendario de aplicación del Pacto Verde Europeo y de la estrategia europea De la Granja a la Mesa" (59).
También propone "un programa de trabajo en favor de la excelencia alimentaria" que fortalezca las denominaciones de origen, la agricultura ecológica, los Alimentos de España y la Dieta Mediterránea y Atlántica (66), así como un Plan Renove para la hostelería española (95) y un sistema de certificación de competencias para sus profesionales (100).
El Partido Popular también quiere "potenciar los sectores que, como el sector agroalimentario y pesquero, el industrial, el turismo y los servicios, o el energético, nos dan ventajas competitivas sobre los demás miembros de la Unión Europea y en los mercados internacionales". Pero su programa, que aboga por "revisar" la PAC, "reforzar" la posición de los productores en la cadena alimentaria o "impulsar" que las cooperativas "aumenten su dimensión", incluye pocos compromisos en los que detalle un plan de acción.
Sí concretan, sin embargo, una medida (41) relacionada con los impuestos: "Corregiremos los efectos de la inflación en la tarifa del IRPF que supone una subida real de impuestos sobre la clase media. Reduciremos el IVA a la carne, pescados y conservas con carácter temporal".
Pero es difícil, por ejemplo, que alguien no comulgue con la medida número 57: "Dotaremos al sector agroalimentario de nuevos y más eficaces instrumentos que refuercen su carácter estratégico esencial, que garanticen el suministro a los mercados y el acceso de la población a una alimentación suficiente, garantizada y de calidad, especialmente en situaciones de crisis, que refuercen la sostenibilidad y la garantía de futuro de sus explotaciones y empresas agroalimentarias, y que contribuyan a revertir la pérdida de empleo y el abandono de la población en el medio rural".
El PP no habla de macrogranjas, pero sí se compromete a adaptar el sistema agroalimentario a los principios de la economía circular (63), a prestar "un apoyo especial" a la agricultura familiar (68) y a impulsar la innovación y la digitalización (69). Sin mencionar el caso de los regadíos de Doñana, el PP habla de impulsar "un regadío moderno y sosenible, eficiente en el uso del agua y la energía" (70). También contempla la "promoción de los productos pesqueros" (71) y el apoyo a la "actividad cinegética sostenible con la participación y representación del sector, poniendo en valor su aportación económica [...], como una actividad esencial y parte del acervo cultural arraigado en gran parte de la sociedad".
El programa de Núñez Feijóo también menciona un plan para desastacionalizar el turismo que se apoye, entre otros, en el gastronómico y enológico (97), así como una serie de proyectos en red para poner en valor el patrimonio gastronómico de los municipios rurales (350).
Vox (programa en PDF)
Un programa para lo que importa: así se llama el documento de 178 páginas en el que la formación de Santiago Abascal resume su ideario para la próxima legislatura. Un programa con 381 medidas, de las que alrededor de 30 tienen alguna conexión con la gastronomía, la agricultura o la alimentación, siempre con un denominador común: la crítica feroz al Gobierno de coalición ("el gobierno de Sánchez ha sido un enemigo directo, como ningún otro gobierno antes, del producto español") y una indisimulada defensa de lo que en Vox consideran verdaderamente español. Propuestas que, a menudo, coquetean con la xenofobia y el odio a lo moderno, pero que prometen soluciones a problemas cotidianos.
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Resulta curioso, por ejemplo, que mezclen la okupación con las cocinas fantasma situadas en zonas residenciales. Pero queda claro que quieren acabar con todo ello: "Perseguiremos los pisos patera impidiendo que los okupas y los inmigrantes ilegales puedan inscribirse en el padrón municipal. Acabaremos también, en colaboración con las Entidades Locales, con las cocinas fantasma en zonas residenciales que no cumplen con la normativa y que provocan ruidos, humos, suciedad y malos olores" (142).
También sorprende que Vox, que propone recentralizar las competencias en Sanidad, ni siquiera mencione el grave problema de sobrepeso y obesidad que padecen los españoles. Se limita a decir que promoverá "un estilo de vida saludable" y a fijar entre sus prioridades los trastornos alimentarios. Sí prevé, sin embargo, defender a los agricultores frente a la criminalización de los regadíos (318), aumentado la superficie dedicada a este tipo de cultivo, y también frenar "la estigmatización de alimentos que únicamente responde a motivos ideológicos" (319). Pero no detalla qué productos están estigmatizados. ¿Se refieren al aguacate?
La formación ultraderechista también arremete sin complejos contra algunos de sus enemigos habituales, entre los que sitúa a los más activos frente al cambio climático. "Dejaremos sin acceso a cualquier tipo de ayuda y subvención pública a aquellas asociaciones y organizaciones ecologistas radicales que ataquen a nuestro sector primario, sus productos y el modo de vida tradicional" (89), dice el programa.
Su controvertida política migratoria, de hecho, parece haberse extendido también a los productos agrícolas ("refuerzo inmediato de los controles fronterizos para todos los productos de terceros países"), especialmente si proceden de un país determinado: "Exigiremos la imposición de aranceles a los productos agrícolas provenientes de Marruecos con el fin de que no copen el mercado nacional y europeo en detrimento de los productos españoles" (84).
Pero Vox también coincide en algunas reivindicaciones con los partidos progresistas. Por un lado, defiende "el comercio local y el producto nacional frente a las grandes multinacionales y franquicias que eluden sus obligaciones fiscales, comercian con los datos digitales cosechados en España, e impiden a nuestros pequeños comerciantes acceder al mercado en condiciones de igualdad" (86). Y por el otro, propone crear una "Oficina Nacional de lucha contra el fraude en el etiquetado que se encargará de [...] comprobar que cumplen con los requisitos de producción exigidos en la Unión Europea tanto laborales como de utilización de fitosanitarios" (81).
El partido de Abascal no incluye su programa ninguna mención al IVA de los alimentos —salvo los biberones y la leche de fórmula (354)—, pero sí promete becas escolares de comedor (364) y una reducción progresiva de impuestos a suministros como la electricidad, el agua y el gas (154), sobre todo, para las familias numerosas. También anuncia que impulsará "la creación de una red nacional de albergues y comedores sociales" (129). En algunos asuntos, además, se muestran especialmente críticos con el Gobierno, al que responsabiliza de las "humillaciones y criminalización de sectores nacionales como el vino, la carne o la fresa" (85).
Vox también propone corregir "los desequilibrios comerciales de la cadena alimentaria que se encuentra tensionada por la presión que ejercen los eslabones superiores de la cadena sobre el más débil" (94) y promete ayudas a agricultores y ganaderos para "favorecer el emprendimiento joven en el sector primario". Pero uno de sus temas estrella es la defensa de la caza: una "actividad esencial" que defenderán implantando "una licencia única para todo el territorio nacional".
Sumar (programa en PDF)
El programa de la plataforma liderada por Yolanda Díaz se llama Un programa por ti, ocupa 182 páginas y cinco de ellas están íntegramente dedicadas a desarrollar las distintas patas que componen su proyecto de "alimentación saludable" (4.3).
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El planteamiento, de entrada, es holístico: "Nuestra forma de alimentarnos no solo condiciona nuestra salud individual, sino que también guarda una estrecha relación con la salud pública e incide de forma notable sobre la salud del planeta. El tránsito hacia un nuevo modelo alimentario pasa por convertir la alimentación saludable en un derecho, de la mano de unas políticas públicas que garanticen el acceso a ella y promuevan dietas saludables y sostenibles, en las que primen la soberanía alimentaria y la agroecología a través de un modelo de producción y consumo que tenga como base la justicia social y la sostenibilidad ambiental".
La propuesta de Sumar parte de la necesidad de reequilibrar el poder de negociación de los distintos actores, pero también propone un concepto —"muy útil como marco de trabajo"— del que apenas se ha hablado hasta ahora: la Seguridad Social Alimentaria.
¿De qué se trata exactamente? "Alude a la universalidad en el acceso a los alimentos saludables y sostenibles para toda la población, garantizando así un derecho básico similar al de la Seguridad Social médica. Inspirada en la iniciativa francesa Securité Sociale d’Alimentation, o en otros ejemplos ya existentes, como el Programa Bolsa de Familia de Brasil, y diversas iniciativas municipales como las desarrolladas en Valencia, Valladolid o Granollers, contribuiría a dar respuesta a los problemas de acceso a una alimentación adecuada que sufren muchas familias y, a su vez, a promover la transición de los sistemas alimentarios actuales hacia la sostenibilidad si se vincula a iniciativas de producción agroecológica y a otras acciones de apoyo alimentario, como los bancos de alimentos".
Para garantizar una "alimentación saludable" hablan de "la accesibilidad económica y territorial a alimentos más saludables y sostenibles, el grado de información, la disponibilidad de tiempo de dedicación y la capacidad para el cocinado". Una receta, pues, que incluye muchos ingredientes: la reforma de Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición, modificaciones fiscales, el fomento de una red alternativa de distribución de alimentos, la monitorización de la inseguridad alimentaria, el freno a la exposición de contaminantes químicos, la inclusión de los dietistas-nutricionistas en los sistemas públicos de salud o el fomento de la compra pública como motor de la tansición alimentaria, entre otras.
Pero, más allá de dibujar líneas generales, el programa de Sumar incluye un sinfín de medidas concretas. Ahí va una selección de algunas de las más novedosas o transgresoras:
- Establecer una cesta de la compra básica a precios asequibles, variada y de calidad, que permita el acceso de todas las familias a bienes esenciales y, a la vez, contribuya al objetivo de contención de la inflación.
- Actualización de la Estrategia NAOS, para reducir de forma efectiva el "entorno obesogénico", especialmente en el ámbito infantil y juvenil.
- Impulso y dotación de más competencias y medios al Observatorio de la Nutrición y de Lucha contra la Obesidad.
- Fijación de unos criterios mínimos de alimentación saludable y sostenible en los comedores escolares, garantizando la presencia en los menús de un mínimo de alimentos de temporada y propios de la dieta mediterránea, de al menos un día vegetariano a la semana para todas y todos, así como una alternativa vegetariana diaria para el alumnado que lo desee.
- Beneficios fiscales o ayudas económicas a los alimentos saludables y sostenibles (frutas, hortalizas, legumbres, cereales integrales; provenientes de canales cortos, poco procesados, agroecológicos).
- Políticas fiscales que desincentiven y reduzcan el consumo de los alimentos no saludables (ultraprocesados, batidos, refrescos…) dirigidos especialmente a la infancia, para lograr un cambio sustancial del modelo alimentario actual.
- Fomento de políticas municipales dirigidas al desarrollo de huertos urbanos y de mercados municipales, con el fin de que se puedan aprovechar mejor estos espacios.
- Impulso de mercados de agricultores y de la venta directa de productos, tanto en explotaciones como en puntos de venta específicos.
- Inclusión del enfoque de alimentación saludable y sostenible en las encuestas del INE a través de indicadores clave como el FIES.
- Apoyo a la producción y el consumo de alimentos libres de productos fitosanitarios, medicamentos o residuos químicos en la preparación, procesado y embalajes; favoreciendo la producción agroecológica frente a la convencional y los productos de la ganadería y la acuicultura libres de medicamentos.
- Refuerzo de los controles de residuos de pesticidas en alimentos y estableciendo un sistema más seguro que no abuse del "uso excepcional".
- Promoción de la reducción del uso del embalaje alimentario innecesario y eliminando los materiales de "un solo uso".
- Incorporaremos en los contenidos básicos curriculares, tanto de educación primaria y secundaria como en los grados universitarias del ámbito sanitario, asignaturas obligatorias sobre alimentación saludable y sostenible. Se incorporarán en el currículo del resto de carreras y ciclos formativos medios y superiores como asignaturas optativas.
- Garantizaremos el derecho de la infancia a una alimentación saludable. Se regulará por ley la publicidad en las comunicaciones comerciales de alimentos y bebidas dirigida al público infantil y juvenil.
- Apostaremos por la progresiva retirada de alimentos no saludables en los centros educativos, incluyendo cafeterías y máquinas de vending, así como aquellas situadas en otros espacios de acceso a colectivos vulnerables (hospitales o residencias de mayores, entre otros).
- Trabajaremos para que toda la población tenga acceso a equipos multidisciplinares formados en alimentación, para la prevención temprana y tratamiento de las diferentes patologías asociadas a la mala alimentación.
- Siempre que sea posible, se dedicará al menos un 25% de la compra pública a alimentos saludables y sostenibles procedentes de producción agroecológica, local y de temporada, con una provisión directa desde redes locales de producción e incluyendo otras propuestas como las del ICLEI.
- Por medio de la empresa pública Mercasa, se fomentará un cambio en la estructura de distribución de alimentos que permita una relación directa entre productores y pequeños vendedores.
- Crearemos una estructura de gobernanza alimentaria estatal que articule a las distintas administraciones con competencias en alimentación, en diálogo con las entidades sociales implicadas en la promoción de la alimentación sostenible y saludable.
Más allá del capítulo de "alimentación saludable", de todas formas, el programa de Sumar contempla la desprivatización de los servicios de hostelería en el Sistema Nacional de Salud y varias medidas de lucha contra la crisis climática que afectan a la agricultura ("el segundo sector emisor de gases de efecto invernadero", como la apuesta por la "fertilización ecológica" y la rotación de cultiuvos, la sustitución de combustibles fósiles por energías renovables o el fin de la quema de residuos agrícolas. Lo que no menciona, por ejemplo, es la caza.
Pero el sector primario cuenta con su propio capítulo en el programa de Sumar, que habla de impulsar "un gran debate social a escala local, autonómica y nacional sobre el futuro de la agricultura y la alimentación, que culmine con la aprobación de una ley de futuro de la agricultura, la ganadería y la alimentación" con la vista puesta en una "transición agroecológica", y también contempla la "intervención en el mercado de tierras agrarias para favorecer la integración de jóvenes y mujeres", una negociación de la PAC que priorice a las explotaciones familiares y protección especial para la ganadería extensiva o una revisión de la aplicación de la Ley de la Cadena Alimentaria porque "no hay agricultura verde en números rojos".
PSOE (programa en PDF)
El programa del PSOE (272 páginas) también dedica mucho espacio a los temas relacionados con la alimentación. El sector agroalimentario ("protagonista de las oportunidades del desarrollo rural español") ocupa las 10 últimas páginas del primero de los siete bloques en los que está organizado el documento. Una atención sustentada en números: 900.000 explotaciones agrarias, 23,9 millones de hectáreas de superficie agraria, 30.000 empresas, 3.600 cooperativas (con 1.100.000 socios), una flota pesquera con 8.657 buques... En total, un 10% del PIB, exportaciones por valor de 68.500 millones de euros y 2,8 millones de puestos de trabajo.
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Pero esas cifras, según el PSOE, deben servir para que "el sector agroalimentario, pesquero y acuícola" siga mejorando su competitividad y sostenibilidad, en su triple vertiente: ambiental, económica y social". Una filosofía que resumen bien en tres líneas: "Hubo un tiempo en que el objetivo era producir más, luego fue producir con más calidad. Ahora el reto es producir mejor, es decir, de forma más eficiente y respetuosa con el medio, con los recursos naturales, con la sociedad y el bienestar animal".
El PSOE apuesta por el fomento de la agricultura familiar y por "el fortalecimiento del papel de las mujeres como motor para el desarrollo empresarial en el medio rural", además del de los jóvenes, con algunas medidas que ya están en marcha: "Como el Programa cultiva de estancias formativas en explotaciones modelo, la Estrategia de digitalización del sector agroalimentario o el Programa Campus Rural por el que más de mil jóvenes universitarios en 2023 van a poder realizar prácticas formativas en entornos rurales". Pero la candidatura de Pedro Sánchez también tiene presente que "la eficiencia en el uso del agua será un elemento fundamental para la mejora de la sostenibilidad y competitividad".
Entre las medidas del PSOE en matria agroalimentaria destacan las siguientes:
- Destinaremos más presupuesto para innovación, formación y asesoramiento en el sector agroalimentario para que los avances en el conocimiento y la tecnología lleguen también a las pequeñas y medianas explotaciones familiares.
- Fomentaremos la innovación y el emprendimiento digital en el sector agroalimentario con el desarrollo de las actuaciones del Hub de Innovación Digital en la Escuela de San Fernando de Henares y el programa Agroimpulso de ENISA.
- Aseguraremos el cumplimiento de la nueva Ley de la Cadena Alimentaria, reforzando la labor de la AICA.
- Pondremos en marcha un sistema de monitorización de mercados de los principales productos publicado en la web del Ministerio de Agricultura, donde se puedan ver fácilmente parámetros como los precios en origen, mayorista y destino, costes de producción, márgenes brutos, volumen de producción, importaciones y exportaciones.
- Defensa ante la UE de un mayor control de las importaciones para que los productos importados cumplan los mismos estándares ambientales, sociales y laborales que los productores europeos.
- Impulsaremos una ganadería diversa, equilibrada y sostenible, apoyando especialmente la ganadería extensiva por sus beneficios sociales y ambientales.
- Fomentaremos las razas autóctonas a través de diversas medidas de apoyo y promoción que no solo permitan proteger el patrimonio genético, sino también generar mayor valor añadido y rentabilidad para los productores y asegurar su futuro.
- Seguiremos incrementando el apoyo a la promoción de alimentos de España, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, a través de la estrategia #AlimentosdEspaña.
- Fomentaremos el consumo de alimentos de calidad diferenciada y producción ecológica a través de campañas de promoción específicas y colaboraciones con la restauración y la hostelería.
- Promoveremos la formación sobre los beneficios de la Dieta Mediterránea y los productos emblemáticos de nuestro país a edades tempranas.
- Apoyaremos y fomentaremos los canales cortos de comercialización de productos agrarios, con disposiciones normativas que faciliten la venta directa en condiciones de seguridad e higiene.
- Impulsaremos la distribución alimentaria tradicional, a través de la red de MERCAS, modernizando sus instalaciones y aprovechando las ventajas de las nuevas tecnologías, para hacerlos más eficientes y sostenibles.
- Defenderemos la pesca sostenible, para tener en cuenta el objetivo de triple sostenibilidad que persigue la Política Pesquera Común, tanto ambiental, como económica y social.
- Seguiremos promoviendo el acceso de la mujer al sector pesquero y acuícola en condiciones de igualdad, a través del Plan Estratégico para la Igualdad de Género en el Sector Pesquero y Acuícola 2021-2027.
- Impulsaremos una mejora de la percepción de la sociedad sobre los productos acuícolas, como oferta complementaria y no sustitutiva de productos para el abastecimiento de la demanda de pescado.
- Seguiremos luchando contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada, manteniendo a nuestro país en el liderazgo frente a estas prácticas desleales y que merman los recursos y la biodiversidad marina.
- Desarrollaremos estrategias para el control de la población de especies cinegéticas de interés asegurando la convivencia con las actividades del medio rural.
El programa del PSOE, de todas formas, también incide en la importancia del "turismo sostenible", apostando por la diversificación: "El turismo enogastronómico va más allá del carácter complementario y ya se ha convertido en sí mismo en un importante producto turístico que pone en valor los productos de proximidad y la cultura de los territorios, avanzando con ello en sostenibilidad y en desestacionalización".
El bloque número 5 ("La España de la cohesión y del bienestar") se refiere a la necesidad de "promover una alimentación saludable" entre los niños, desarrollando además el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil, y el programa también habla de "garantizar el acceso de todos los niños, niñas y adolescentes a comedores escolares, para asegurar al menos una comida saludable al día" y de "extender el servicio de comedor escolar a centros de educación infantil y secundaria priorizando los ámbitos territoriales con menor nivel de renta", además de "desarrollar un programa escolar de consumo de frutas, hortalizas y leche que reduzca las desigualdades en alimentación y potencie los productores locales y los productos de kilómetro cero".
Más allá de los niños y jóvenes, de todas formas, el PSOE asegura que se continuará reforzando "la seguridad alimentaria sobre la mejor evidencia científica, como aspecto fundamental de la salud pública" y que se reforzará la promoción de la salud, con especial atención a la dieta mediterránea, mejorando el etiquetado nutricional y recuperando "modelos que favorezcan el consumo de cercanía".
Su programa, además, es el único que incluye "apoyo económico a la dieta sin gluten para paliar el sobrecoste de los pacientes a la hora de adquirir estos productos (mediante la aplicación de un IVA súper reducido a dichos alimentos y/o fijando ayudas directas".
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía...