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Armengol, presidenta del Congreso, se compromete a llevar la "España real" al hemiciclo: "Se trata de hablar, falar, hitz egin, parlar"

La nueva presidenta del Congreso ha anunciado que desde este mismo jueves permitirá el uso del catalán, euskera y gallego en las intervenciones en el hemiciclo

Discurso de Francina Armengol, nueva presidenta del Congreso

Madrid

La nueva presidenta electa del Congreso de los Diputados, la socialista Francina Armengol, ha reivindicado en su primer discurso desde la presidencia de la Cámara Baja la necesidad de llevar la "España real" al hemiciclo manifestando todas las lenguas que habitan en el país.

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"Se trata de hablar, falar, hitz egin, parlar. España solo se reconoce en su carácter plural y tenemos la oportunidad ahora. La convergencia y divulgación de lenguas nos hacen libres y debemos escapar de posiciones uniformes que nos empobrecen", ha reivindicado.

Armengol ha anunciado desde su silla que como presidenta se compromete "con el castellano, el catalán, el euskera y el gallego" y que "la presidencia permitirá el uso de estas lenguas en el Congreso desde el inicio de esta sesión constitutiva".

"Defender la democracia es preservar y respetar la diversidad que convive en este país y que las urnas han llevado hasta aquí", ha asegurado. "Es imposible que esta España real se conozca y se reconozca desde la escucha y el diálogo, que los pueblos se entiendan y que las identidades no sean barreras", ha afirmado.

Armengol también ha pedido que el Congreso sea "una brújula" en "un momento de incertidumbre". "Pese a todo, la Constitución de la 15 legislatura se produce en normalidad. La normalidad de acatar las normas que dan serenidad a la ciudadanía de que las instituciones funcionan, asumir resultados y reconocernos como iguales, representantes de la voluntad popular", ha asegurado.

Armengol, comprometida contra la violencia machista y recordando a la Selección femenina y el incendio de Tenerife

Francina ha mostrado su compromiso absoluto contra la violencia machista en su primer día como presidenta del hemiciclo y ante los nuevos diputados. "Como mujer, uno de los retos es el de la desigualdad de las mujeres, la peor lacra es que las mujeres somos maltratadas y asesinadas por el simple hecho de ser mujeres. La cifra es insoportable, cada victima lo es, y eso nos hace afrontar un problema que debemos afrontar todos y todas", ha pedido.

"Trabajaremos sin descanso para que unidas acabemos con la violencia machista", ha exclamado, ante el clamor de muchos diputados. Además, la nueva presidenta ha querido tener un recuerdo a la Selección Femenina de Fútbol. "Están haciendo historia en Nueva Zelanda y Australia. Ellas nos dan esperanza y nos hacen creer que podemos ganar un futuro mejor", ha recordado.

También ha tenido unas palabras para las víctimas y afectados en el incendio de Arafo, en Tenerife, que ha arrasado ya más de 2.600 hectáreas. "Permítanme que envíe mi apoyo y el de la Cámara a los afectados por el incendio en la isla de Tenerife y trasladar fuerza a los cuerpos que trabajan duramente en su extinción".

378 votos a favor del PSOE frente a la ruptura de PP y Vox por la Mesa

La socialista ha sumado 178 votos a su favor, con lo que ha logrado la mayoría absoluta para convertirse en presidenta de la Cámara Baja gracias al apoyo de Sumar, Junts, ERC, PNV, Bildu y BNG, además de los votos del PSOE. Por otro lado, Cuca Gamarra tan solo ha obtenido 139 votos, los del PP y Coalición Canaria.

Los siete 'síes' de Junts a la candidatura de Armengol no significa, tal y como ha señalado el propio Puigdemont este jueves, que la formación catalana vaya a apoyar a Sánchez en su posible investidura como presidente del Gobierno. El acuerdo para la Mesa se ha llevado a cabo tras pactar el impulso las lenguas cooficiales en el Congreso y la UE así como una investigación del 'caso Pegasus'.

Gamarra ha obtenido menos de los esperados porque Vox ha decidido no apoyarla a última hora y ha optado por su diputado, Ignacio Gil Lázaro, tras la ruptura entre ambas formaciones por la decisión del PP de no dar cabida a la ultraderecha en la Mesa del Congreso.