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El 'bikini' que Mick Jagger quería volver a probar en Barcelona

Reconstruimos la noche más gastronómica del líder de los Rolling Stones en la capital catalana

Bikini de salmón y caviar (Estimar).

Madrid

Muchas veces, en la cocina, se abusa del concepto rocanrol, ¡pero menudo añito lleva Rafa Zafra! En abril recibió en su restaurante Amar a Bruce Springsteen (que compartió mesa con Barack Obama y Steven Spielberg), y la semana pasada le dio de cenar a Mick Jagger. ¡A tope de Satisfaction!

El cantante de los Rolling Stones viajó a Barcelona para asistir al partido Barça-Madrid —Spotify patrocina la camiseta blaugrana, pero en esta ocasión reemplazaron su marca por la icónica lengua de sus satánicas majestades— y aprovechó la visita para volver a zamparse un bikini que ya había probado y que no ha podido olvidar.

"Conocí a Mick Jagger en Madrid. El promotor Pino Sagliocco (Live Nation) organizó un sarao de rock y flamenco y me pidió que me encargara de la comida del preparty", explica el chef, curtido en elBulli. "Una historia muy bonita a la que fuimos con todo lo que hacemos... Mick Jagger se quedó prendado del bikini. ¡Nos dijo que aún se acordaba y que venía para volver a probarlo!".

Pero, según cuenta Rafa Zafra, la del sábado fue la tercera vez que le preparaba ese sándwich a Mick Jagger porque también se lo había hecho en una visita a Ibiza, acompañado del actor Leonardo Di Caprio.

Una versión 'gourmet'

El bikini es uno de los bocadillos más populares en Cataluña: pan de molde con una pizca de mantequilla, jamón de York, queso fundente... ¡y a la plancha! Algo que en el resto de España conoce como sándwich mixto y que, en realidad, es una adaptación del croque-monsieur francés. El que preparan en el restaurante Estimar, de todas formas, es una versión bastante más gourmet... que cuesta 110 euros. "Es como el clásico bikini, pero sustituyendo el jamón y el queso por tartar de salmón ahumado, crema fresca de queso con estragón y caviar", señala el chef.

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No solo cenó eso, claro. Al parecer también le gustaron mucho las gambas de Roses. "Para nosotros fue una experiencia superbonita, pero sobre todo lo guay es que Barcelona vuelve a estar muy viva y no dejan de pasar cosas", dice el chef. "Se hablaba mucho sobre cómo estaba la ciudad y ahora ha recuperado la magia y la frescura. ¡Es una ilusión!".

Rafa Zafra, que tuvo que pedirle a unos clientes que cambiaran de local —"la gente, ¡encantada!"— para poder hacerle hueco a Mick Jagger y a su troupe, explica que, aunque el hilo conductor de su cocina siempre es el producto, Estimar ocupa un local más pequeño (27 plazas) y que lleva siete años en el barrio del Born, por lo que ya cuenta con una clientela fiel de foodies de todo el mundo: "Trabajamos con dos meses de lista de espera".

Amar (90 plazas), en cambio, lleva menos tiempo y, aunque forma parte del elegante Hotel Palace de la capital catalana, al principio costaba más llenarlo. Una circunstancia que, después de visitas tan ilustres como las de este año, ha empezado a cambiar: "Cuando los clientes del hotel se enteran de que aquí han comido Springsteen, Obama y Spielberg, la primera opción ya no es salir, sino quedarse. ¡Eso ayuda!".

Los mejores cócteles del mundo

Más allá del esperado mordisco al bikini de salmón y caviar, de todas formas, Mick Jagger vivió otro momento muy emotivo porque, cuando entró en Estimar, los clientes le reconocieron, se levantaron y le ovacionaron. "Fue de lo más emocionante de la noche porque nadie sabía nada", comenta el chef. "Estas cosas se mantienen en secreto... Pero, al verle, el comedor entero se puso de pie y empezó a aplaudir. Él pidió que no lo hicieran, que era un cliente más".

Lo gracioso del asunto es que Rafa Zafra no es demasiado rockero. El cliente al que le ha hecho más ilusión servir, de hecho, ha sido el exfutbolista del Betis Joaquín. "Alejandro Sanz también ha venido mucho, pero yo soy sevillano y de música me va más lo de mi tierra, el flamenquito", reconoce entre risas. "Pero bueno, vi el concierto de los Rolling en Madrid y me pareció algo mágico".

Después de la cena preguntaron dónde podían ir a tomar algo y les aconsejaron pasar por Paradisso, la coctelería que, hasta hace unos días, ocupaba el número 1 de la lista 50 Best Bars, regentada por el italiano Giacomo Giannotti. "Siempre hay mucha cola, pero claro, si vas con Mick Jagger... ¡Fue muy bonito verles caminar por el Born!".

"Le vimos disfrutar"

"Para nosotros fue un honor recibir a Mick Jagger y a sus amigos", señala Gianotti. "Les acomodamos en nuestra salita privada y ahí disfrutaron de los cócteles de Paradisso. Le llevamos un mix de todo lo que hacemos y le vimos disfrutar. La nube voladora, el cóctel fluorescente... Como el resto de clientes, se quedó sorprendido con las técnicas y le vimos sonreír y pasarlo bien".

El momento más crítico llegó cuando el equipo de Paradisso se planteó seguir con la música que estaba sonando o hacer un guiño y poner algo de los Rolling. "Lo estuvimos pensando", reconoce el bartender italiano. "Pero al final dejamos lo que estaba sonando y, la verdad, se comportó de forma supernormal. El tipo disfrutó".

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía...