¿Por qué el Tiranosaurio Rex tenía unos bracitos tan cortos?
José Luis Sanz, paleontólogo y profesor, sigue las huellas que han dejado los dinosaurios en la cultura popular en el libro 'Dinosaurios y otros animales' (Crítica)
Hay fruta, pero también investidura
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Madrid
"Los dinosaurios ni siquiera se han extinguido". No solo por los memes que protagonizan, que también, sino porque realmente "las aves son dinosaurios que lograron sobrevivir a la gran crisis provocada por la caída de un meteorito hace 66 millones de años", explica el paleontólogo José Luis Sanz. Colibríes, garzas, cigüeñas, tórtolas... todas son dinosaurios. Considerarlas como tal puede resultar difícil, pero a quien haya visto una bandada de palomas en acción no le costará tanto hacerlo.
Hallarlos es relativamente sencillo. Para José Luis no hay más misterio que ponerse a excavar. "Los paleontólogos estamos siempre en contacto con coleccionistas y aficionados que buscan fósiles, porque ellos también tienen muchas oportunidades de encontrar huesos en cualquier yacimiento", dice el experto. Sanz ha descubierto doce nuevas especies de dinosaurios; cuenta que ha dado con algunas de ellas "gracias a que un aficionado tuvo la amabilidad de ponerse en contacto".
José Luis Sanz es autor de varios libros sobre dinosaurios y más de 200 artículos científicos en revistas como Nature, Science o PNAS, así como responsable del diseño de museos y exposiciones de paleontología y miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Después de una trayectoria dedicada al estudio de estas criaturas, les ha seguido el rastro en la cultura popular, desde Godzilla a Jurassic Park.
El cine ha convertido en un auténtico icono a la que todavía hoy es la especie más conocida para el gran público: el Tyrannosaurus rex. Pero las pantallas han distorsionado algunos de sus rasgos: el T-Rex no tenía un hambre voraz ni era el depredador más grande. Tampoco su característica postura —esas extremidades delanteras tan pequeñas— la provocaba una malformación. "La familia de carnívoros de la que viene el T-Rex desarrolló a lo largo de millones de años cabezas de mayor tamaño y piernas traseras muy grandes. Si, además, hubieran tenido brazos muy largos, habrían sufrido problemas de estabilidad. Por eso no es una adaptación sino más bien una obligación evolutiva: reducir el tamaño de los bracitos para generar una cinemática que les dé la capacidad adecuada de correr, girar y balancearse", cuenta Sanz. Da lo mismo que los bracitos no fueran útiles, lo que sí sabemos, es que los mantenía en pie.
Toni Cuart
Es productor y guionista de 'A vivir que son dos días' desde 2021. También produce Lo Normal Podcast....