Dónde comer en París: restaurantes históricos, pastelitos que triunfan en Instagram y 'crêpes' de menos de 5 euros

Madrid

En un medallero olímpico no hay nada más triste e ingrato que el chocolate. ¡Nadie quiere quedar cuarto! Pero si se trata de darse un homenaje en Francia, a la hora del desayuno o de la merienda, la cosa cambia. París es una de las grandes capitales gastronómicas del mundo y, aunque los deportistas alojados en la villa no están muy contentos con la comida, merece la pena explorar sus tascas, sus pastelerías y sus restaurantes.

Para que los Juegos Olímpicos de París no se conviertan en Los juegos del hambre, le hemos pedido consejo a personas que —por distintos motivos— conocen la oferta comestible de la ciudad, y también el gusto de los españoles.

La tiktoker muricana María Blaya lleva tiempo analizando restaurantes de Valencia, pero su experiencia como erasmus en París le permitió explorar a fondo la gastronomía de la ciudad y en su canal tiene una lista monográfica en la que no faltan las referencias a la serie Emily in Paris, los restaurantes más baratos de la ciudad o algunos templos del queso. "La ciudad tiene tantas cosas que, si quieres comer bien, vas a comer genial", explica.

Récord olímpico de 'likes' en Instagram

Lo que más le gustaba era salir a pasear y, al ver una panadería, entrar y comprar un pain au chocolat recién hecho. Pero si hay algo que nunca podrá olvidar es la visita a uno de los establecimientos del archifamoso pastelero Cédric Grolet (más de 11 millones de seguidores en Instagram): "Fui al local de Opera y tuve que hacer una cola muy larga, pero tenía muchas expectativas y se cumplieron todas. Para quien le guste el dulce, creo que es una para obligatoria, al menos una vez en su vida".

El crítico gastronómico Phlippe Regol, que es de origen francés pero lleva más de media vida en Barcelona, propone una alternativa: Le Comptoir del Ritz, una boutique de pâtisserie situada en la calle de detrás del lujoso hotel parisino en la también se pueden probar los brioches, los pastelitos o milhojas to go de François Perret. "No es tan mediático como Cédric Golet, pero tiene un nivel similar, o incluso superior. Y se puede desayunar ahí a un precio razonable", asegura.

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Al preguntarle por su restaurante favorito de la ciudad, María Blaya se queda con Chez Julian, "el típico restaurante parisino que tiene un ambiente especial que no se puede explicar, con toda la comida buenísima y una atmósfera como de película". Pero también guarda un buen recuerdo de la cocina tradicional de Bouillon Chartier, en el que, eso sí, no admiten reservas, por lo que también hay que hacer bastante cola y, en muchas ocasiones, acabas compartiendo mesa con desconocidos.

Opciones para todos los bolsillos

Según la tiktoker murciana, "para presupuestos ajustados, también hay bastantes opciones". Ella, por ejemplo, solía frecuentar las creperies del Barrio Latino, como Crêperie Genia o Chez Nicos, "donde hay un ambiente bastante guay y, por menos de 5 euros, te dan un crêpe muy completo y riquísimo".

Philippe Regol deja claro que, para los amantes de la gastronomía, París no es una ciudad especialmente barata. Pero siempre hay lugares que destacan por su relación calidad-precio y él, por ejemplo, recomienda comer en Le Servan, donde la cocinera francofilipina Tatiana Levha prepara platos deliciosos con "influencias viajeras". Según el crítico gastronómico, "algo extraordinario a un precio muy razonable".

A Philippe Regol también le encanta comer en Le Clown Bar, un local con mucho encanto con "una terraza muy agradable" que destaca por su "excelente cocina" y por contar con una de las mejores bodegas de la ciudad: "Uno de sus platos más emblemáticos es el de una especie de patatas Pont Neuf que, en realidad, están hechas con puré de garbanzos".

Restaurantes históricos

Para los españoles que lleven ya varios días fuera de casa, el cocinero Romain Fornell, chef del restaurante Caelis de Barcelona (una estrella Michelin), tiene buenas noticias porque, después de abrir varios locales en España, acaba de montar un local de tapas muy cerca del Sena y de la Torre Eiffel: Casa Luisa. Un sitio ideal para foodies nostálgicos: croquetas, bravas, anchoas del Cantábrico, chistorra, tortilla...

Pero Fornell, que nació en Toulusse y conoce muy bien París, también recomienda probar la Brasserie Thoumieux, "un bistró típico francés muy agradable". Y para quien quiera darse el capricho de una "comida extraordinaria", propone una visita al lujoso Hôtel Costes, "un referente que tiene magia", o al legendario Lapérouse, uno de los restaurantes más antiguos de París, que sigue ofreciendo platos como el pâté en croûte de canard au foie gras, los escargots de Bourgogne.

Los enviados especiales de la Cadena SER a los Juegos Olímpicos de París están tan ocupados con la cobertura de las competiciones que, hasta ahora, no han tenido mucho tiempo para explorar la oferta gastronómica de la ciudad, pero si hay que ir a celebrar un récord de medallas, José Ignacio Tornadijo —que suele cubrir Roland Garros todos los años— tiene fichado el steak tartar del restaurante Aux Trois Obus, cerca de la Porte de Saint-Claud.

Lo que no ha pasado desapercibido es el comentario viral de un periodista italiano de la RAI que, durante una prueba de natación en La Défense, aseguró que parecía que el café de la zona de prensa lo habían hecho con agua del Sena. "Nosotros estamos en el Centro Internacional de Le Bourget, en otra zona de París, y como los cafés valen 5 euros, nos hemos comprado una cafetera", asegura Laura Martínez. "Pagando 8 euros sabe a oro olímpico", añade Ignacio Marcano.

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Entrevista a Philippe Regol: el crítico que antes fue cocinero

28:02

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