Así se come en Pecados, el restaurante del 'tiktoker' Elías Dosunmu: un 'fast food' venido a más con salsas a cholón
Después de ganar millones de seguidores en internet, el cocinero acaba de abrir su primer negocio de hostelería

Elías Dosunmu.

Madrid
En España hay dos tipos de personas: los que no tienen ni idea de quién es Elías Dosunmu y los que le siguen en TikTok, Instagram o Youtube, donde acumula 17 millones de followers. Una división que a menudo es generacional —la frontera está situada en torno a los 30— y que puede condicionar mucho la experiencia como cliente del restaurante que, como anunció en primicia en Gastro SER, acaba de abrir en Madrid: Pecados.
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Situado en el número 28 de la calle Martín de las Heros (la de los cines que hay detrás de Plaza España), el local destaca por una ambientación casi discotequera: paredes pintadas de negro, neones rojos con frases que incitan a pecar, figuras geométricas... No deja de ser curioso que, aun tratándose de un negocio es 100% Generación Z, el concepto se apoye en algo tan antiguo como la culpa cristiana y el coqueteo con la tentación. Aunque, bueno, las hamburguesas de Vicio ya habían demostrado que la fórmula funciona...
Lo cierto es que el hedonismo y las referencias religiosas —algo muy habitual también en la música urbana más pegada de Spotify— forman parte del ADN de la Generación Z. Lo mismo que el uso (o abuso) del móvil. No en vano, el making off del restaurante se ha retransmitido paso a paso con vídeos sobre la reforma del local, la confección de la carta e incluso la selección del personal. ¿Qué otro negocio de hostelería se ha narrado así desde el principio?

Uno de los comedores del restaurante Pecados. / C. G. CANO

Uno de los comedores del restaurante Pecados. / C. G. CANO
Originario de un pueblo cercano a Járkiv (Ucrania), Elías Dosunmu llegó a Torrejón de Ardoz (Madrid) siendo un adolescente y, más allá de cocinar borsch junto a su compatriota Andriy Lunin (portero suplente del Real Madrid), sigue muy conectado con sus orígenes. "Ya han muerto más de 200.000 personas y ni siquiera puedo ir porque, si voy, ya no podré salir. Me duele porque mi abuela está ahí. Hemos intentado traerla, pero no quiere", detalló en la última entrevista concedida a Gastro SER.

Uno de los neones del restaurante Pecados, de Elías Dosunmu. / C. G. CANO

Uno de los neones del restaurante Pecados, de Elías Dosunmu. / C. G. CANO
Elías Dosunmu estudió ingeniería aeroespacial, pero al final ha acabado dedicándose a lo que más le gusta y, en apenas cinco años, ha pasado de ser un cocinero en paro a convertirse en una estrella de las redes ("el perfil gastronómico más seguido de España"). Un éxito estratosférico que ha cocinado (a fuego lento) con versiones caseras de platos fast food, vídeos cortos en los que preparaba lo que le pedía el último de sus seguidores o retos autoimpuestos para convertir la comida rápida en alta cocina. Pero también soñaba con abrir su propio restaurante...

Lasaña del placer oriental (Pecados).

Lasaña del placer oriental (Pecados).
La carta de Pecados, donde se puede comer por 25-30 euros, no es muy larga. El nombre de algunos platos, eso sí, da pocas pistas sobre sus ingredientes: bocados de la tentación (empanadas negras ucranianas de patata y cebolla caramelizada con una salsa —riquísima— de eneldo, anchoa y mostaza), crujientes prohibidos (falsas croquetas de carne mechada), el pecado salvaje (hamburguesa premium), demonio coreano (un buen sandwich de pollo frito)...
La dicotomía entre el bien y el mal está siempre presente, pero hay otros platos que sí son un poco más explícitos, como los tacos del delirio ("fusión explosiva de tacos y strogonoff"), la sabrosa lasaña del placer oriental (ragú con mis, especias chinas, quesos curados y pesto verde de anacardos) o el pollo del arcángel, un (decepcionante) "cordon bleu al estilo ucraniano".

El 'photocall' del restaurante Pecados (Madrid). / C. G. CANO

El 'photocall' del restaurante Pecados (Madrid). / C. G. CANO
En total, una docena de opciones —sumandos entrantes, platos principales y postres— que conforman una suerte de carta comida rápida venida a más, con algún toque de fusión interesante y en la que conviven resultados bastante conseguidos (como la lasaña, el pollo frito o la salsa de las empanadas) y otros que necesitan más rodaje.

Bocados de la tentación, el pollo del arcángel, demonio coreano y torrija angelical (Pecados). / C. G. CANO

Bocados de la tentación, el pollo del arcángel, demonio coreano y torrija angelical (Pecados). / C. G. CANO
Para bien o para mal, casi todos los platos están cortados por el mismo patrón: una base de carne aderezada con especias y salsas a cholón que potencian los sabores, pero pecando de ampulosidad y pesadez. Una fórmula un tanto gocha que, por otro lado, le puede resultar gloriosa a un paladar adolescente. Buena parte del público, de hecho, son estudiantes (el local está pegado a Argüelles, uno de los barrios con más pisos compartidos de la capital) o niños que, acompañados de sus padres, sueñan con hacerse una foto su ídolo de TikTok.

Situado en 'la calle de los cines', la cocina de Pecados puedes verse a través de una gran cristalera.

Situado en 'la calle de los cines', la cocina de Pecados puedes verse a través de una gran cristalera.
En la parte líquida también hay varios cócteles que apelan a los pecados capitales —soberbia, lujuria, pereza y envidia— y una escueta carta de vinos con cuatro tintos y cuatro blancos que rondan los 20 euros, pero también la opción de pedir un champagne Moët & Chandon.

El baño del restaurante Pecados: "Aquí no hay géneros". / C. G. CANO

El baño del restaurante Pecados: "Aquí no hay géneros". / C. G. CANO
La sensación general —desde una perspectiva milenial, al menos— es la de que alguien muy joven, bastante viajado y con muy pocos complejos— se ha apoderado de una empresa de fast food y la ha tuneado a su gusto. Un proyecto muy Z que, aunque acaba de nacer, refuerza el atractivo gastronómico de Madrid y que, sin duda, evolucionará y se irá puliendo. Probablemente no le guste a todo el mundo, pero no hay duda de que tiene su público... y de que es bastante joven. ¿Serán así los restaurantes del futuro?


Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...