Los tesoros ocultos detrás de la alquimia: así es como la obsesión por la vida eterna derivó en un sinfín de descubrimientos

Madrid

El ser humano lleva intentando descifrar los secretos más profundos del universo desde que tiene uso de razón. Mientras que algunos optaron por dar respuesta a los mismos a través de la ciencia más ortodoxa, otros decidieron confiar en otros métodos más polémicos como la alquimia para intentar llegar a dicha respuesta por la vía rápida. Todo ello mediante prácticas cuanto menos cuestionables que nunca terminaban de llegar a buen puerto. Entre ellos podemos encontrarnos a auténticos genios como el propio Isaac Newton, quien llegó a adentrarse en el mundo de la alquimia con el objetivo de descubrir la piedra filosofal.

Durante siglos, la piedra filosofal fue uno de los objetos más codiciados por los alquimistas más destacados del continente europeo. También por emperadores, reyes e incluso cardenales, quienes estuvieron implicados activamente en la búsqueda de esta sustancia legendaria con el objetivo de recibir sus distintos beneficios. Según explica la leyenda, la piedra filosofal era capaz de curar todas y cada una de las enfermedades y de garantizar la vida eterna de quien diera con la misma. Pero no solo eso. También tenía la capacidad de convertir metales innobles o vulgares como el plomo, el zinc, el cobre o el hierro en oro y plata.

En busca de la piedra filosofal

De ahí que tanto Isaac Newton como un sinfín de alquimistas llegaran a dar incluso su vida con el objetivo de conseguir esta sustancia. También el alemán Hennig Brand, quien pasó años y años rodeado de cubos de orina con el objetivo de alcanzar la piedra filosofal para acabar descubriendo el fósforo. Y es que, a pesar de que nunca nadie alcanzó la piedra filosofal a través de este método, ni tampoco muchos otros grandes tesoros que prometía esta pseudociencia, sí que se convirtió en un banco de experimentos perfecto para desarrollar la ciencia real.

Los secretos de la alquimia

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Un tema sobre el que hemos hablado en el último programa de SER Historia, donde Nacho Ares y Jesús Callejo han hablado acerca de la alquimia y algunos de los grandes descubrimientos a raíz de la misma.

"No me digáis que no es importante"

Todo ello durante una nueva entrega de El Cronovisor, en la que el escritor ha mostrado algunos de los grandes descubrimientos detrás de la alquimia: "Si hacemos un análisis histórico de la alquimia, de la cuestión mística y esotérica, está claro que hay muchísimos elementos que se han descubierto a partir de estas investigaciones. Pero elementos tan importantes como el ácido muriático, que es el ácido clorhídrico. También el ácido sulfúrico, el ácido nítrico, la sosa, la potasa, técnicas metalúrgicas, síntesis químicas, cosméticos, jabones, fármacos e incluso todo tipo de tratamientos para el vidrio...".

Pero no solo eso. Mientras trataban de encontrar la vida eterna o la riqueza más absoluta, los alquimistas también descubrieron el agua regia, la pólvora, el cobalto, el fósforo, el alcohol etílico o las técnicas de destilación. Por todo ello, y a pesar de que su objetivo principal era completamente otro, los alquimistas permitieron construir el mundo que tenemos a día de hoy: "No me digas que no es importante conocer la historia de la alquimia porque, gracias a estos locos, que se jugaban la vida exponiéndose a gases venenosos e incluso explosiones en sus matraces, han conseguido grandes prodigios.