De cómo Hitler maniobró para que Unamuno no ganara el Nobel
Manuel Menchón presenta en la Seminci 'Palabras para un fin del mundo', documental que revela nuevos datos sobre el final del filósofo y el uso propagandístico de su figura por parte del franquismo
Valladolid
La figura de Miguel de Unamuno es una de las más utilizadas por los políticos de izquierdas y de derechas. Su legado, filosófico, político y hasta educativo es uno de los más importantes de los intelectuales de entreguerras. Su historia está llena de mentiras y medias verdades, de manipulación en una época convulsa para España y para el mundo. El documental de Manuel Menchón, Palabras para un fin del mundo, presentado en Seminci este domingo, trata de esclarecer algunas de las escenas más conflictivas de la manipulación de Unamuno. Por ejemplo, que el Nobel no lo logró por la manipulación de Hitler, o que la versión de su muerte tiene muchos datos inexactos
¿De dónde viene la fascinación por Unamuno que aparece en tu película de ficción y en este documental?
En La isla del viento el enganche fue ver que no se había hecho ninguna película de ficción sobre la vida de Unamuno. Nadie había llevado a la puesta en escena lo del "venceréis pero no convenceréis". Era la época del 15M y me pareció una buena figura para articular una serie de inquietudes que yo tenía. Unamuno tiene una particularidad, es 3D, es poeta, filósofo, político y te permite abordar mucho. Eso no te lo da cualquier personaje.
Y de ahí comienzas a recopilar material que sea el germen de Palabras para un fin del mundo, que lo que hace es cambiar la imagen de Unamuno en los últimos 80 años...
En La isla del viento me interesaba el personaje como persona, lo humano. Aquí lo que me interesaba era la historia de nuestro país, tomar como hilo a Unamuno. Desde que regresa del exilio, que comienza la Segunda República, hasta su muerte, con la Guerra Civil, un periodo idóneo para comprender qué pasó. Al principio iba a ser un cortometraje, que me propuso Jean Claude Rabaté. Habían obtenido las cuartillas del profesor Serrano, el profesor de Derecho, que explicaban lo ocurrido el 12 de octubre. Me interesaba por dos motivos, primero porque se empezó a cuestionar en prensa, mediante un artículo de Sergio del Molino, de que aquello no había ocurrido, lo cual me parecía indignante sabiendo las consecuencias de aquello para Unamuno. Le quitaron la cátedra, lo echaron del ayuntamiento y lo encerraron en vida, con lo que es imposible que allí no hubiera pasado nada. Tener ese documento era muy importante, sobre todo porque en una mesa redonda en el Instituto Cervantes, vinieron un grupo de Legionarios para decirme que había mentido y que el 12 de octubre nunca había ocurrido y que era una construcción literaria. De hecho, me regalaron un dibujito con Unamuno y Milán Astray dándose la mano como si fuesen amigos. Aquello me pareció una manipulación más sobre la mentira que ya había. Al ir tirando del hilo, fui consciente de que la historia era mucho más compleja y nunca pensé que iba a acabar donde he acabado. El corto se ha convertido en una película y tengo mucho material que se ha quedado fuera que daría para una tesis doctoral, documentación que apuntala todo lo que habéis visto.
También hay una mirada diferente a la historia de España
Aportamos muchísima documentación nueva sobre Unamuno, pero también sobre la historia de España. Es la primera vez que el espectador va a ver una filmación de quema de libros en nuestro país, en concreto en la calle Libreros. Se ha eliminado de nuestra memoria. Igual que el impuesto revolucionario que ETA hacía pagar, que se hacía en el bando rebelde, cada vez que ocupaba una población. Vamos a ver en pantalla grande las actas de la traición de Mola, en las reuniones con Mussolini en el año 34. Esto es importante porque la gente cree que el Golpe de Estado empieza con el asesinato de Calvo Sotelo. Esto no es verdad, el golpe se llevaba años preparando y financiando por parte del fascismo italiano. Respecto a Unamuno, hay un montón de cosas nuevas muy importantes. Está lo de las 5000 pesetas, lo de las actas de universidades, que Franco lo utilizó a favor. En todos los libros de historia figura que a Unamuno no se le da el Nobel en el 35 por su apoyo al franquismo, cuando sabemos que Unamuno era de los fundadores del comité antifascista y aquí vemos cómo es el propio gobierno de Hitler quien moviliza todo para que no le den el Nobel. Se ha manipulado y pervertido la imagen de Unamuno, pero la pregunta es: ¿Es solo Unamuno? ¿Qué no sabemos de nuestra historia? Va más allá de Unamuno este documental. Leí recientemente Los amnésicos de Swartch, que habla de la reparación de memoria en Alemania y en la Francia de Vichy, leyendo el libro vemos que en España no ha pasado nada de esto. El nivel de exterminio a intelectuales no sabéis lo que fue. Tuve en mis manos un documento secreto en el que se pedía que se sacase de la cárcel a los intelectuales y universitarios porque España se iba a quedar sin ninguno. No tuvo respuesta. Eso explica también el odio a la cultura de un sector de nuestro país.
Una de los momentos más importantes del documental es el de la muerte de Unamuno, donde tú pones en duda la versión oficial
Yo ya había filmado la muerte de Unamuno en La isla del viento, pero lo hice como un cuento, porque la versión oficial de su muerte es como un cuento de Dickens. En ella un amigo y ex alumno de Unamuno va a verlo la última noche del año. En el momento en que descubres que ni es amigo, porque nadie lo conocía en la familia y porque en ninguna de las 20.000 cartas aparece, ni lo cita en ningún sitio. Tampoco es su alumno porque no existe expediente académico en la universidad. A partir de ahí empiezas a ver la documentación de su muerte y es todo irregular. Podemos decir que la versión de su muerte es falsa y, en base a documentos reales, es irregular.
¿Dónde queda Mientras dure la guerra después de estas nuevas aportaciones sobre el final de Unamuno?
Me dio pena pensando el dinero que se habían gastado teniendo información y documentos como las que yo tenía que son mucho más poderosos. En el caso de Unamuno la realidad sobrepasa la ficción.
A Amenábar le persiguió la Plataforma Millán Astray, tienes miedo de las represalias de este documental
Conforme fui descubriendo cosas, me entró pánico. Hubo un momento de inflexión de decir qué contaba y qué no para mi tranquilidad. La realidad es que si no lo hubiese contado, estaría intranquilo. No me gusta la polémica, pero no es ético no contar esto y dejar pasar 80 años. Yo no pongo punto final, yo dejo preguntas abiertas para que los historiadores sigan estudiando. Todo lo que saco es lega, documentos.
¿La familia de Unamuno cómo se lo ha tomado?
Les conozco desde La isla del viento muy estrechamente. Indirectamente, sin darse cuenta, ellos me han documentado hasta cierto punto, contándome cosas. Lo que me llamaba la atención es que no tenían un relato de la muerte de su abuelo, no se había hablado. Si tu abuelo es Unamuno y muere un 31 de diciembre en un cuento de Navidad, es la típica historia que se cuenta en familia, porque no tienes que temer nada. Si no se cuenta, es porque pasa algo. Solo la ha visto un nieto y está en proceso de asimilación, pero les encaja y entienden algunas cosas familiares.
Cuando ves que Unamuno es uno de los nombres que usan todos en el Congreso, incluso la extrema derecha, piensas que es más necesario todavía haber hecho este documental
Mi sentimiento para con esta película no es solo Unamuno, de verdad. Mi sentimiento es sobre todo la manipulación de la realidad, la fake news, como una mentira puede vivir 84 o 85 años. Ahora que todo se manipula qué difícil es desmontar una mentira. Tiene que ver mucho con los tiempos que vivimos. Me preocupan las redes sociales. Me gusta lo que ha pasado tras la moción de censura de Vox, pero ojo que está ahí, y mira quién gobierna en Brasil, Estados Unidos... El daño que puede ocasionar una mentira es tremendo y lo difícil que es conocer una verdad. Ese es el mensaje que yo quería. Unamuno fue el primer intelectual en España que denunció el uso propagandístico de la prensa y de la derecha, que fue cuando empezó la Legión. Denuncia a Hitler, a Mussolini. La tragedia es que quien denuncia aquello es víctima de eso. Es que sacan su cadáver de la casa para hacer su entierro. Los últimos meses de vida de Unamuno está rodeado de gente de prensa y propaganda. Aguilera es quien traduce las entrevistas de Unamuno y las manipula, como dicen los testigos. Bartolomé Aragón, última persona que lo vio con vida, se encargaba de la prensa y propaganda. Eso es lo importante, no si Vox utiliza el "venceréis pero no convenceréis".
En el estilo visual de la película huyes de algunas convenciones del documental usas las fotografías quemadas, ¿Cómo te lo planteaste para que el estilo ayudara a contar esto?
El mayor reto de la película era estar al nivel narrativo de lo que estaba contando, porque yo soy cineasta, no historiador. Creo que lo hemos conseguido. Todo tiene una estética analógica, hemos restaurado nosotros mucho material de archivo, las cosas en color están pintadas como en los años 30 se hacía en el cine. Tenía que ser cinemática. Mi objetivo era dar ese contenido, pero sumergir al espectador en aquella época y que la sintiese, pero que hiciera un puente con el presente. Por eso a veces el sonido a veces es muy moderno, nos trae el presente, para volvernos al pasado, porque los temas son los mismos. Hemos encontrado mucho material inédito fuera de España. Tras finalizar la Guerra Civil, parte de la Filmoteca arde y se quema mucho material sensible para el franquismo, como la quema de libros, que hemos recuperado de otros archivos.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...