Un cólico nefrítico ante un congreso de cirujanos: el póker de Love of Lesbian en Madrid
La banda catalana triunfa, pese a las restricciones y las dolencias, con la presentación de 'V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada)'
Madrid
Corren nuevos tiempos para la música en directo pero "ya vamos viendo la luz". Así lo aseguraba Santi Balmes, vocalista y líder de Love of Lesbian, durante el tercer de los cuatro conciertos que la banda catalana está ofreciendo en las Noches del Botánico de Madrid. El coronavirus ha dado un vuelco tremendo a la forma de vivir los conciertos, tanto para un público que tiene que permanecer sentado como si fuese un congreso de cirujanos (con distancia y mascarilla), como para los artistas que tienen que mantener cautela para evitar una cancelación forzosa por un contagio. A estas restricciones se suman las de la vida —las que han estado siempre ahí—, como las condiciones meteorológicas y las piedras en el riñón, que sin que lo supiesen sus fans, también han estado cerca de trastabillar el paso del grupo por la capital.
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El exitoso 3+1 de Love of Lesbian empezó el mismo día que salieron las entradas a la venta, con un triple sold out que obligó a ampliar la cita un día más: un póker que casi les hace banda residente en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII. Presentaron V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada), su último trabajo [puedes leer la entrevista que les hicimos en Fuego y Chinchetas], y con el tema que da nombre a este disco empezaron el concierto. El extraño frío de una noche de junio en Madrid obligó al grupo a soltar unas cuantas bromas para calentar el ambiente entre canción y canción, y aseguraron que "es raro tocar delante de un congreso de cirujanos". Los catalanes siguieron las presentaciones con Crisálida, Sesenta memorias perdidas y El sur, esta última con la ayuda de un Enrique Bunbury transparente. "Somos la única banda que hace esta broma que solo produce decepciones. Él está en Los Ángeles, tiene un caché y somos catalanes", decían tras tomar el pelo a un público que creyó por un momento ser los afortunados en ver por primera vez esta impecable colaboración.
El punto álgido empezó cuando sacaron a relucir una de las más esperadas, 1999, con su ya conocido mix final de La Llorona de Chavela Vargas y ¿Por qué te vas? de Jeanette. "Aquí es cuando alguien piensa cuánto tiempo llevaban sin cantarla y para nosotros es un placer veros felices". Antes también sonaron Noches reversibles, Bajo el volcán y Segundo asalto en el que fue un primer y breve repaso de anteriores trabajos. El mundo, también de V.E.H.N., puso la pausa y los focos en un Santi Balmes que cantó este precioso tema delante de un globo terráqueo, no sin antes dar un "discurso de autoayuda" con el que pedía vivir en el presente dentro de nuestra fragilidad, cada vez más visible tras la pandemia. Le siguió una grata sorpresa —que toca la 'patata'— que fue Los colores de una sombra, de su segundo trabajo en español Cuentos chinos para niños del Japón de 2007. Y es que para esta gira han preparado un nuevo setlist que concuerda con la idea de su nuevo álbum, que va de menos a más hasta llegar a un punto optimista y álgido. También aprovecharon para avisar a los haters de Twitter de que "sabemos que esa canción que os marcó la vida no la hemos tocado" (ya que esta vez se quedaron fuera temas de la talla de Oniria e insomnia, Algunas plantas o Incendios de nieve) y dieron la solución: "Hay más conciertos de Love of Lesbian".
Para pedir precaución, Santi Balmes, como portavoz del grupo, recordó la trampa/anécdota que un fan cometió un día antes: ante la obligatoriedad de estar sentado decidió bailar con la silla puesta. "Es el protocolo y tenéis que disfrutar pero que no se os vaya la olla". Eso fue la antesala del subidón de I.M.T. (Incapacidad moral transitoria), Club de fans de John Boy y Cuando no me ves. Tras el éxtasis, y con los compases de Planeador, llegó el momento emotivo del concierto con el que Julián Saldarriaga, guitarrista, tomó la palabra. "Han sido unos meses muy complicados que ha puesto en jaque a todos. No todos hemos salido iguales, nosotros ya no veníamos muy finos", señaló mientras abogaba por la cultura segura y el valor de los técnicos de luces y sonido que son un "sector frágil" que han salido adelante gracias a la iniciativa de Somos Crew. Además, Julián destacó que estos conciertos han pendido de un hilo debido a un cólico nefrítico de Santi Balmes que les tuvo con el "susto de saber si íbamos a tocar o no" y bajo tutela de un doctor de confianza. "Ha sido niño, lo ha expulsado hoy", bromeó. "Lo mejor la vida estar con vosotros", recogió emocionado Balmes.
Los irrompibles dio el toque optimista antes de los bises que remataron con Cosmos (Antisistema Solar), Allí donde solíamos gritar, Belice y El paso, dándose así el mismo inicio y final que en su último disco, donde el cantante recordó todas las opiniones (buenas y malas) que han recibido por el concierto piloto del Palau Sant Jordi del pasado marzo. "Una cosa es ser valiente y otra es ser inconsciente, os pedimos que seáis valientes. Nosotros tenemos la obligación moral de seguir hacia delante por todos los que este año nos han dejado", homenajeó a las víctimas del COVID. Despedida de un show con un sonido excelso, en un enclave perfecto y con un respeto absoluto a las medidas contra el coronavirus que permite que para un grupo de gran trayectoria la frase "buenas noches, Madrid" sea la más bonita de todas.
Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER que también forma parte del programa de música indie 'Fuego y...