La Rioja desplegará una estrategia sobre salud mental y emocional

Logroño

La reciente legislatura, que acaba de terminar, fue la más prolífica en la historia de La Rioja: 36 normas aprobadas en el Parlamento de La Rioja, en el que el Ejecutivo de Concha Andreu (PSOE) no disfrutó del privilegio de la mayoría absoluta, como su predecesor en el cargol, Gonzalo Capellán (PP), sino que tuvo que lidiar con una mayoría ajustada, gracias al voto, decisivo, de la consejera y diputada Raquel Romero, ahora ya fuera de la política.

Un extraño periodo de sesiones que permitió que La Rioja, por ejemplo, se sumara al tren de las comunidades con una ley contra la violencia de género, la última en hacerlo. Sin embargo, encabezó la clasificación como la primera región en contar con una ley de salud mental. Una nueva norma, que, como se resaltó en la sesión plenaria, celebrada en marzo de este año, pretendía "avanzar en el tratamiento, prevención y asistencia a las personas que padecen trastornos de salud mental y a sus familias".

La Rioja, primera comunidad en aprobar una ley de salud mental

La norma contempla quintuplicar los profesionales sanitarios y trabajar en la prevención del suicidio

Un paso más en la salud mental

El Gobierno de La Rioja da ahora un paso más con la intención de desplegar en esta nueva legislatura la estrategia de salud mental y emocional. La nueva estructura y composición del Ejecutivo riojano, incluye por primera vez dos Viceconsejerías para atender dos servicios públicos esenciales, educación y salud, a cuyo cargo se sitúan, respectivamente, Miguel Ángel Fernández, director general de Educación durante tres años en la etapa de José Ignacio Ceniceros como presidente de La Rioja (2015-2019), y el doctor José Antonio Oteo, especialista en enfermedades infecciosas.

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Pero, además, el organigrama de la Consejería de Salud también incluye una Subdirección General de Estrategia de Salud Mental y Emocional. Su máximo responsable es el doctor Carlos Piserra. El propósito es atajar un problema creciente con dimensiones que invitan a la preocupación.

"El Teléfono de la Esperanza ha recibido más de 183.000 llamadas de personas que sufren y necesitan escucha y ayuda. Es especialmente preocupante el aumento de llamadas de adolescentes, más de 12.000 en 2022", apunta la presidenta de esta organización, Magdalena Pérez. Y todo ello, depués de que el número de suicidios ha aumentado entre los chavales de 15 y 19 años, de acuerdos a los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2022.

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Prevención del suicidio

"El suicidio está demostrado que se puede prevenir", asegura el psicólogo educativo y profesor en la Universidad de La Rioja, Eduardo Fonseca. Por ello, los especialistas en este campo reclaman la necesidad y la urgencia de contar con un plan nacional de prevención del suicidio, que dote de recursos humanos y técnicos a las comunidades autónomas para afrontar esta realidad de una menera coordinada y aunando esfuerzos.

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De hecho, son los mismos expertos, los que recomiendan recurrir, sin dudar, a la ayuda de los profesionales para evitar el drama que supone vivir un suicidio.

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