El presunto "asesino de la baraja" dice que pretendía demostrarse que matar es fácil

Al menos eso es lo que asegura Alfredo Galán, el ex militar de 26 años que confiesa ser el autor de los crímenes atribuidos al "asesino del naipe". De momento, se sigue investigando la veracidad de sus declaraciones.

Alfredo Galán Sotillo aseguraba en su confesión que pretendía demostrarse que matar es fácil. Esos fueron los únicos motivos que le llevaron a cometer seis asesinatos, cuya autoría ha reconocido sin retractarse en ningún momento.

El ex cabo del Ejército, que estuvo de misiones en Bosnia y que participó en alguna media maratón en Madrid, sólo tenía un antecedente policial (por conducir bajo los efectos del alcohol) hasta que comenzó supuestamente a cometer sus crímenes después de haber comprado en Mostar el arma, una pistola Tokarev del calibre 7,62.

DECLARACIÓN DEL ACUSADO

El titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid se ha hecho cargo de las diligencias abiertas. Así, este domingo, Galán podría pasar a disposición judicial y declarar ante el magistrado encargado del caso, puesto que la policía únicamente puede retenerle un máximo de 72 horas en dependencias policiales.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

El presunto homicida se encuentra en los calabozos de la comisaría de Tetuán. Mientras cumple el citado plazo legal, los agentes encargados de la investigación policial continúan con las pesquisas encaminadas a obtener alguna prueba que permita incriminar definitivamente a Galán como autor de los asesinatos que dice haber cometido.

Se está a la espera de someter al ex militar a diversas ruedas de reconocimiento en las que las víctimas que lograron sobrevivir a los ataques del presunto "asesino del naipe" deberán certificar que el detenido es realmente el individuo que ejecutó los crímenes que se le atribuyen.

Galán ha declarado que su primera víctima iba a ser una empleada de correos que realizaba su trabajo en el distrito madrileño de Chamberí, según han indicado a la Agencia EFE fuentes de la investigación.

Las mismas fuentes explicaron que Galán afirmó que al no poder acabar con la vida de esta mujer, por causas que se desconocen, decidió entonces matar al portero de una finca en la calle Alonso Cano, la primera víctima de las muertes que se atribuyen al "asesino de la baraja".