Las pruebas balísticas señalan a Alfredo Galán como el "asesino de la baraja"

La Cadena SER ha sabido de fuentes de la investigación que se ha hallado en uno de los registros relacionados con Alfredo Galán un casquillo de bala que fue disparado por el mismo arma que usó en los crímenes el "asesino de la baraja".

El casquillo encontrado en el registro de la casa de la hermana del ex militar Alfredo Galán en Alcalá de Henares fue percutido con el mismo arma que se utilizó en el asesinato, el pasado 24 de enero, del portero de una finca del distrito de Chamberí.

Así lo afirmaron hoy fuentes de la investigación que precisaron que llegaron a esta conclusión después de comparar el casquillo que el presunto "asesino de la baraja" dejó en el lugar del crimen y el encontrado en el citado registro.

Galán, quien se ha confesado autor de los seis asesinatos que se le atribuyen al "asesino de la baraja", afirmó durante su declaración que para cometer sus crímenes utilizó una pistola Tokarev del calibre 7,62 que compró en Mostar (Bosnia), donde participó en misiones del Ejército español, y que se deshizo de ella arrojándola a un contenedor en Puertollano, localidad donde el pasado jueves se entregó a la policía.

"PODÍA HABER ESTADO MATANDO DURANTE VEINTE AÑOS"

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Por otro lado, ya conocemos algunos detalles de las sucesivas declaraciones en comisaría. Fuentes de la investigación han relatado que el supuesto asesino mataba al azar y luego se iba a comer o a dormir la siesta. Quería saber que se sentía.

Durante cuatro horas, "sereno, tranquilo, serio y calculador", así lo han definido fuentes de la caso, este ex cabo primero del Ejército, ofreció su versión sobre los seis asesinatos y tres homicidios en grado de tentativa que presuntamente habría realizado en menos de dos meses. Desde finales de febrero hasta mediados de marzo.

Reconocía cosas tan crueles como que "podría haber estado matando durante 20 años, que sólo lo hizo por azar y para probarse así mismo que matar es fácil". También relató de manera pormenorizada cada una de sus presuntas actuaciones que le llevaron primero al madrileño distrito de Chamberí, donde mató al portero de una finca delante de su hijo de dos años.

Alfredo galán reconoció textualmente: "le ordené que se pusiera de rodillas cara a la pared. Cuando estaba agachado le disparé en la cabeza". Por orden cronológico, llegó después el asesinato del empleado de la limpieza de Barajas. Actuó con total normalidad y hasta le dió tiempo a recoger el casquillo.

Horas después, en plena vorágine homicida, acudió al bar Rojas de Alcalá de Henares, donde mató a otras dos personas. Una de ellas era el hijo de la propietaria, del que ayer contó que "el tiro le entró por el ojo, por lo que creo que murió en el acto".

Un mes después en Tres Cantos (Madrid), ha relatado, volvió a "sentir ansias de matar". Se cruzó con una pareja, disparó al hombre de 27años y a la chica, dijó textualmente, "intenté disparar, pero se me encasquilló la pistola".

Expertos en psiquiatría, como el doctor Luis Vega, del Ramón y Cajal, aseguran que estamos ante un enfermo mental pero no ante un psicópata.

El presunto asesino ha explicado que a los homicidios fue siempre con su coche y ocultaba su rostro con gafas de sol azul oscuro.