Gritos de apoyo a ETA en la marcha por la autodeterminación autorizada por el Tribunal Superior vasco

La manifestación, prohibida por el departamento vasco de Interior y autorizada después por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, transcurrió sin incidentes hasta que, al terminar su recorrido en el Boulevard donostiarra, tres encapuchados subieron al quiosco de música desde donde intervenía el portavoz de Sozialista Abertzaleak, Arnaldo Otegi, y quemaron en su presencia una bandera española, mientras los asistentes proferían gritos de apoyo a ETA.

Otegi y el también parlamentario de esta formación Joseba Álvarez fueron algunos de los asistentes a esta marcha, que estaba encabezada por una pancarta con el lema en euskera "No al apartheid. Autodeterminación", portada entre otros por los ex ediles de la formación suspendida en San Sebastián Iñigo Balda, Josetxo Ibazeta y Miren Zinkunegi.

La manifestación partió pasadas las 17.00 horas del Boulevard de San Sebastián, dos horas antes del lanzamiento del cañonazo que da inicio a las fiestas de la Semana Grande donostiarra.

La marcha había sido prohibida por el departamento vasco de Interior debido a que, aunque fue un particular quien solicitó la autorización para celebrarla, la presentación pública de la convocatoria la hicieron miembros de la ilegalizada Batasuna.

Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) estimó el sábado el recurso presentado por la persona convocante y sus argumentos basados en que Batasuna únicamente apoyaba la manifestación, pero no la convocaba.

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Durante el recorrido de la marcha, que iba precedida por una gran ikurriña, los manifestantes profirieron gritos a favor de ETA, de la independencia y de la amnistía para los presos y otros como "la lucha es el único camino", "Euskadi Ta Askatasuna" (las siglas de la organización terrorista) o "Ikurriña sí, española no".

Tras recorrer las calles céntricas de San Sebastián, la protesta concluyó en el Boulevard donde el portavoz de la ilegalizada Batasuna Arnaldo Otegi pronunció un mitin que, poco después de comenzar, fue interrumpido por tres encapuchados que rociaron con líquido inflamable una bandera española y la prendieron fuego.

Los asistentes respondieron a este acto con gritos de apoyo a ETA, en tanto que Otegi, que trataba de retomar el mitin entre una nube de humo, ironizó señalando "¡Qué mal huele la bandera española!".

Aseguró que en España no hubiera habido "ningún muerto" ni "ninguna bomba" si el PNV hubiera aceptado en 1977 la propuesta de ETA de avanzar hacia un "espacio democrático y nacional para el pueblo vasco".

"Tenemos el puño cerrado, que nadie piense que va a hacer política en este país apartando a la izquierda abertzale", agregó Otegi, quien aseguró tener la "mano tendida" hacia otras formaciones políticas "para ir contra los fascistas españoles".

Los asistentes pusieron fin al acto entonando el "Eusko gudariak" (la canción del soldado vasco) y se dispersaron por las calles próximas al Ayuntamiento de la ciudad.