Sociedad

Niegan la indemnización a un empleado accidentado por aceptar un trabajo inseguro

La Audiencia de Barcelona absuelve a la empresa de un obrero que quedó tetrapléjico tras un accidente

Un tribunal de Barcelona considera que, pese a que una empresa no haya tomado las medias de seguridad preceptivas, un trabajador accidentado en la construcción es culpable de su propia imprudencia, por aceptar un trabajo que ponía en peligro su integridad física.

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Enrique Pociño es un empleado de la construcción que en junio de 1999 quedó tetrapléjico por culpa de un accidente laboral que tuvo lugar en Premiá de Mar (Barcelona). Pociños Ferrera trabajaba entonces colocando baldosas cerca de un hueco de una ventana, y se subió a un caballete para llegar al techo, pero resbaló. El trabajador se precipitó por el hueco de la fachada desde una altura de tres metros y medio y se partió la columna. Desde entonces, es tetrapléjico, está postrado en una cama y precisa de ayuda para realizar las funciones más básicas.

El accidentado demandó a la empresa en el orden penal, al entender que esta era responsable del accidente al incurrir en infracciones laborales. El Juzgado de lo Penal número 1 de Mataró condenó en primera instancia al empresario y al arquitecto de la obra a un año de prisión y al pago de una indemnización de 380.000 euros.

La empresa recurrió, y ahora la Sala Segunda de la Audiencia de Barcelona dice que el verdadero responsable de accidente es el trabajador, al considerar que, si bien no había las suficientes medidas de seguridad en la obra en la que trabajaba, él decidió por su cuenta hacer el trabajo de forma "imprudente" y asumió el riesgo de accidentarse.

Pedro Martín, el magistrado responsable de esta sentencia, afirma que "el hecho de que exista esa infracción de normas laborales no quiere decir que sea necesariamente la causa desde el punto de vista penal del accidente", según el cual "la responsabilidad es exclusivamente subjetiva".

El juez entiende que "desde que el trabajador aceptó el trabajo, se colocó voluntariamente en una situación de peligro". Su fallo absuelve así a los empresarios porque considera que el trabajador actuó imprudentemente al no negarse a subir a un andamio muy precario.

MIEDO AL DESPIDO

En conversación con la Cadena SER, el empleado accidentado, Enrique Pociños Ferrera, asegura sentirse desolado por esta sentencia. Pociños dice que el fallo es injusto, y añade que no se negó a trabajar por miedo al despido. "Si yo entro a la obra, y empiezo a pedir todo lo que a uno le hace falta, que muchas de las cosas las pedimos pero no nos las daban, al momento estás en la calle", afirma.

Situaciones como las que provocó su accidente "las sigue habiendo", sostiene Pociños, que resalta que el jefe de obra y el aparejador eran conscientes de los riesgos que se corrían, puesto que los trabajadores les habían trasladado que "no había herramientas, caballetes, escaleras" suficientes.

"Nos dijeron que nos apañáramos con lo que había allí. Entonces, lo único que hacíamos era cumplir con nuestra obligación que era realizar el trabajo", afirma el trabajador

QUEDA EL ORDEN CIVIL

La secretaria de salud laboral de UGT, Carme Simarro, se ha mostrado "indignada" al conocer la sentencia y considera que ésta obedece al desconocimiento que existe, en general, de la Ley de Prevención de Riesgos por parte de jueces, inspectores de obra y fiscales.

Según Simarro, la ley deja claro que es el empresario el responsable de facilitar los medios colectivos e individuales de prevención por lo que considera "descarado que alguien se atreva a culpar al trabajador".

El responsable de salud laboral de la Federación de la Construcción de CCOO, Alfredo Bienzobas, ha mostrado su preocupación por el "desconocimiento" que muestra la

sentencia sobre cómo se desarrolla la vida en una obra de la construcción, la inseguridad con la que se trabaja y que las órdenes deben de ser cumplidas de manera "inmediata". A pesar de la sentencia, Bienzobas ha remarcado que el trabajador puede reclamar daños y perjuicios por la vía civil.

Pedro Martín, magistrado de la Audiencia de Barcelona: "El trabajador aceptó voluntariamente una situación de peligro"

Enrique Pociños, trabajador accidentado: "Si empiezo a pedir todo lo que a uno le hace falta, al momento estas en la calle"

Joaquín Nieto (CCOO): "Decir que el trabajador tiene la culpa por aceptar un trabajo que pone en riesgo su ingridad física es legalmente un despropósito"

Entrevista a Enrique Pociños, el trabajador accidentado, en el informativo Hora 14