Miles de personas recuerdan el desastre del "Prestige" en concentraciones por toda Galicia

Todas las concentraciones convocadas en las principales ciudades gallegas concluyeron con la lectura del manifiesto "Nove Ondas" (nueve olas) elaborado por el escritor Manuel Rivas, que repasa lo sucedido desde el accidente y destaca la necesidad de que "Nunca Máis" continúe como movimiento ciudadano hasta que el Plan Galicia "sea realmente algo efectivo y nuestro mar tenga las defensas que, realmente, necesitamos".

El manifiesto -que se leyó también simultáneamente en las concentraciones convocadas en otras ciudades españolas y europeas- hace alusión alegóricamente a las 9 olas originadas por la marea negra en la sociedad gallega, a imagen y semejanza del rito ancestral de la playa de A Lanzada para recuperar la fecundidad.

MAR, VIDA Y DIGNIDAD

En A Coruña, unas 5.000 personas, 10.000 según los organizadores, se congregaron en los Jardines de Méndez Núñez en A Coruña para conmemorar el primer aniversario de la catástrofe del Prestige y para reivindicar "el mar, la vida y la dignidad".

A pesar de la lluvia, la convocatoria de la plataforma Nunca Máis concentró ante el Kiosko Alfonso a numerosos ciudadanos vestidos de negro y con velas encendidas, representando un luto por el mar, que apenas dejaron de hacer ruido con cacerolas, silbatos y caracolas de mar.

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El artista gallego Xurxo Souto repasó los actos de protesta de la ciudadanía fomentados por la plataforma desde el accidente del petrolero, como las manifestaciones en Santiago, Madrid y Bruselas o la cadena humana de escolares en la Costa da Morte.

Souto jaleó de forma continua a los presentes, que representaron una ola en un sar de ocasiones y que respondieron con entusiasmo a sus gritos de "Nunca Máis", en especial cuando recordó la Medalla de Galicia concedida por la Xunta al ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos.

UN MINUTO DE TORMENTA

En la concentración intervino el propio Manuel Rivas, que leyó su manifiesto a modo de "ritual por el que los ciudadanos recuperaron la dignidad" y las nueve olas, a saber, de dignidad como "verdadero activo de la gente que se levantó en Galicia", memoria, verdad, solidaridad de los voluntarios, libertad de expresión, orgullo y amor por la patria gallega, construcción y esperanza.

El acto concluyó con la convocatoria a los ciudadanos para la manifestación del próximo domingo en Santiago, tras la cual se produjo "un minuto de tormenta" con el sonido de cacerolas y silbatos y, por último, la interpretación del himno gallego.

En Santiago, cerca de 5.000 personas se congregaron en la Plaza do Toural de Santiago que culminó en la Plaza de Platerías, ubicada detrás de la catedral de la capital gallega.

Los miembros de Nunca Máis, Burla Negra y los colectivos estudiantiles de Galiza Nova y Comitès Abiertos de Facultade (CAF) encabezaron la manifestación que llevó a los vecinos de Santiago hasta la Plaza de Platerías, donde la escritora Rosa Aneiros leyó el manifiesto "Nove Ondas". Los manifestantes pidieron responsabilidades y reclamaron la "dimisión" de varios miembros del Gobierno central y autonómico entre gritos de "incompetencia total".

Antes de la lectura del manifiesto, uno de los representantes de la Plataforma Nunca Máis, Rafael Villar recordó a los asistentes la necesidad de "no olvidar este desastre" y de "no rendirse".

En Lugo, unas 2.000 personas se concentraron en la Plaza Mayor ante el edificio del Ayuntamiento, donde también se celebró una actuación musical y lectura final de un manifiesto por parte del escritor Lois Diéguez y la cantante Pilocha.

Entre los asistentes se encontraba el alcalde de Lugo, Xosé Clemente López Orozco, quien declaró ante los medios que esta concentración era necesaria para reclamar que en Galicia "nunca máis vuelva a suceder algo como lo del Prestige".

En Ourense, la convocatoria de Nunca Máis reunió en la Plaza Mayor de la ciudad a unas 3.000 personas que portaban pancartas de la plataforma, carteles con palabras como "Incompetencia" y crucifijos negros en recuerdo de la tragedia. La pancarta principal, que llevaban representantes de partidos políticos, sindicatos y colectivos ecologistas, contenía el lema "365 de dignidade, 365 días de incompetencia". La concentración concluyó con la lectura del manifiesto "Nove ondas" de Manuel Rivas, a cargo de Anxeles Cuña, directora del grupo de teatro Sarabela.

En Fisterra, una de las localidades más afectadas por el Prestige decenas de personas clavaron una cruz y una vela en la playa de A Ribeira.