Sociedad

El único superviviente cuenta a Trillo que resistieron "20 ó 30 minutos"

José Luis Sánchez Riera logró escapar en el coche de un iraquí

Madrid

El ministro de Defensa, Federico Trillo, ha hecho hoy, dos días después de la emboscada al sur de Bagdad, un relato de los hechos basado en la narración del único superviviente, José Luis Sánchez Riera. Trillo cree que el atentado fue consecuencia de "un soplo, delación o traición" de alguien del entorno de los agentes, ya que los militares asesinados en Bagdad "no tenían aspecto occidental".

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"Nuestros agentes estaban muy bien preparados para adaptarse al terreno en todos los sentidos y, en consecuencia, no es verdad que fueran llamando la atención. Tanto en la elección de la ruta, como en el anticipo de la hora (de salida del viaje) como en su propio aspecto y atuendo, no levantaban sospechas de nadie, en absoluto", dijo el ministro Federico Trillo.

Según el relato del único de los supervivientes, Trillo ha explicado que los ocho agentes habían almorzado en Bagdad y decidieron adelantar la salida hacia un lugar entre Diwaniyah y Najaf -zona en la que está desplegado el contingente militar español-, donde tenían algún contacto.

Decidieron también tomar la carretera que no se suele tomar como más cómoda, y alternativa a la autopista, "como prueba de que nuestros agentes procuran cuidar al máximo la seguridad propia". Partieron hacia el sur, y cuando estaban a 30 kilómetros de Bagdad, tras cruzar una localidad en la que hay una base norteamericana, y a unos pocos kilómetros de su salida, detectaron en esa carretera de doble dirección, bastante deteriorada, que eran perseguidos por un vehículo desde el que les empezaron a disparar con fusiles de asalto "Kalashnikov".

Los disparos alcanzaron al conductor de uno de los vehículos, que se salió de la carretera. Entonces el otro vehículo también paró y los agentes hicieron frente a la agresión. Para su sorpresa, prosiguió el ministro, se encontraron que habían parado justamente a unos 50 metros de la entrada a la población pequeña de Latifiya y que desde los muros y desde alguna edificación primera de ese pueblo se habían emboscado otros francotiradores que les agredían con fuego cruzado.

Los agentes, con sus armas cortas, resistieron en un tiroteo que, segun Trillo, duró entre 20 minutos y media hora. Sánchez Riera logró pasar al otro lado de la autovía y también lo hizo otro de los agentes, pero este segundo fue alcanzado. El superviviente continuó la huida, tratando de alcanzar un vehículo, que por fin consiguió, y que le llevó a la población cercana, en la que, con las fuerzas de policía, llegó cuando ya habían transcurrido unos 45 minutos y encontró los coches españoles ardiendo y también los cuerpos de sus compañeros que habían quedado en la cuneta.

El titular de defensa reconoció que "no es habitual en el funcionamiento de los servicios de inteligencia que hubiera ocho agentes juntos", pero acto seguido explicó que estaban juntos porque eran cuatro componentes del turno saliente y otros cuatro del turno entrante, y realizaban la labor de toma de contactos y reconocimiento del terreno necesarios para su trabajo.

Trillo destacó que todos los agentes del CNI que estaban en Irak habían ido voluntarios. "Los cuatro nuevos, de los cuales tres han fallecido y el otro es José Manuel Sánchez Riera, el superviviente, no sólo eran voluntarios y acababan de incorporarse, llevaban tres días, sino que habían tenido que competir en concurso para cubrir esas plazas al menos con otros cuatro compañeros del centro para cada plaza".

Los agentes tenían como objetivo en Irak recabar información y analizarla para la mejor protección de nuestras fuerzas en su misión de paz y seguridad. El jefe de la misión, el comandante Alberto Martínez, que iba a retornar a España en muy pocos días, "llevaba allí más de tres años y era probablemente nuestro mejor experto en la zona".

En cuanto al único superviviente, Trillo dijo que "es un hombre fuerte y joven". Pese al "trauma psicológico", ha hecho "una narración dramática y fidedigna de lo ocurrido", lo que contribuirá al esclarecimiento de los hechos.

Por último, el ministro recordó que el 40% de los agentes del CNI proceden de las Fuerzas Armadas y, en este caso, los siete eran militares. "Y las familias son familias de militares, curtidas en la adversidad y en la abnegación. Tienen el orgullo manifiesto de que han muerto cumpliendo con su deber", aseguró.

Por otro lado, Trillo ha aconsejado hoy a las cadenas de televisión que no vuelvan a emitir o por lo menos que no lo hagan con frecuencia las imágenes de los iraquíes pisoteando los cadáveres de los agentes españoles asesinados en Irak. Preguntado en Onda Cero Radio si hubiera dejado que se vieran las citadas imágenes, Trillo señaló que "a bote pronto hubiera dicho que no porque a la alevosidad del crimen se une la afrenta de lo que hemos visto".

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