Aznar llega a Marruecos para reactivar las relaciones bilaterales
Comienza la VI Reunión de Alto Nivel hispano-marroquí, cita pospuesta desde hace tres años
Madrid
El presidente del Gobierno, José María Aznar, llegó hoy a Marrakech, donde fue recibido con honores militares por las autoridades marroquíes. Aznar se entrevistó con el primer ministro, Driss Jettu, dando así inicio a la VI Reunión de Alto Nivel hispano-marroquí, que pretende ser el inicio de la plena normalización de las relaciones bilaterales entre ambas naciones.
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El primer ministro marroquí ofreció una cena oficial al presidente Aznar en el Palacio de la Bahía de la ciudad. La cumbre entre Aznar y Jettu servirá para sellar definitivamente la plena normalización de las relaciones entre Madrid y Rabat, que en los últimos años se han visto salpicadas por numerosos incidentes, el más grave de ellos la crisis del islote del Perejil, en julio de 2002.
El encuentro de alto nivel estará presidido por la voluntad de superar las dificultades pasadas, tal y como adelantaba ayer el propio Aznar a la agencia oficial marroquí MAP. "Hemos conocido momentos de dificultades políticas. Entre vecinos a veces hay disputas. Pero es necesario que la voluntad de trascenderlas domine en todo momento", declaraba el presidente del Gobierno.
BUEN CLIMA
La cumbre comenzó con el deseo común a ambos gobiernos de realizar los esfuerzos necesarios para poner en práctica todos los acuerdos suscritos entre Marruecos y España.
Así lo destacaron hoy el ministro español de Trabajo y portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana, y el titular marroquí de Exteriores, Mohamed Benaissa, en la entrada del hotel que acoge esta reunión.
Zaplana destacó "el buen clima en el que se desarrolla esta reunión", y "las relaciones tremendamente positivas y cordiales que tienen que existir en el futuro entre el Reino de Marruecos y el Reino de España".
A su juicio, "en los últimos tiempos, producto del diálogo y la buena comunicación entre los dos gobiernos se han conseguido avances sustanciales que en otros momentos habrían parecido al menos muy difíciles".
Preguntado por los acuerdos sobre inmigración, Zaplana se mostró "convencido de que esta cumbre, por el momento en que se celebra, va a ayudar a que esos acuerdos puedan proyectarse más de cara al futuro".
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En esa línea, Mohamed Benaissa dijo que espera que la visita del presidente Aznar permita "con un esfuerzo de todos", "reforzar más la confianza entre los dos pueblos y los dos gobiernos y poner en práctica los acuerdos que vamos a concluir al final de la cumbre".
Si ambos países consiguen hacerlo así "podemos pasar página y empezar otra", según Benaissa, quien reconoció que las relaciones entre los dos países han "atravesado una curva bastante difícil, pero ahora hay buenas intenciones, una voluntad política a alto nivel, y desde esta cumbre espero que podamos llevar a la práctica nuestros acuerdos, lo que permitirá reforzar las relaciones, entendernos mejor y tener más confianza unos en otros".
Preguntado sobre el contencioso del Sáhara Occidental, Benaissa dijo que "España entiende perfectamente la posición marroquí y esto, francamente, nos encanta, y espero que España haga tambièn un esfuerzo para llegar a una solución política, pacífica y negociada, entre nosotros y los argelinos, y terminar con este conflicto, que ha durado mucho tiempo".
