Liberados 26 mujeres y niños de la escuela rusa asaltada por chechenos

Los terroristas que mantienen cautivas a 354 personas desde el miércoles en una escuela de la república rusa de Osetia del Norte, han comenzado a liberar a algunos rehenes. De momento son ya un grupo de 26 mujeres y niños. La policía ha descartado de momento el asalto al colegio y el presidente Putin insiste en que la prioridad es "salvar la vida de los secuestrados". Durante toda la jornada se han escuchado numerosos disparos y tanto por la mañana como por la noche se han escuchado explosiones en los alrededores del colegio.

La salida de este grupo de rehenes liberados ha sido posible, según el gabinete de crisis moscovita, gracias a la mediación del ex presidente de la vecina república de Ingusetia, Ruslán Auchev. Se trata de un líder muy respetado en la zona caucásica, en parte por su opinión crítica con la política del presidente Putin hacia Chechenia. La liberación de estos rehenes explicaría la presencia de un autobús aparcado a primeras horas de la tarde en el perímetro de seguridad instalado por la policía.

Es la primera noticia esperanzadora, en un día que empezó con la noticia de que los secuestradores, hombres y mujeres suicidas armados y con explosivos adosados a sus cuerpos, no aceptaban la oferta de retirarse de la escuela a Chechenia a través de un corredor de seguridad ni tampoco liberar a todos los niños ni cambiarlos por rehenes adultos voluntarios.

NI COMIDA, NI BEBIDA, NI MEDICINAS

Tampoco han permitido la entrada de comida, bebida o medicinas en el centro escolar. La negociación la ha llevado a cabo por teléfono el doctor Leonid Roshal, que desempeñó una misión de mediación durante el secuestro del teatro moscovita de Dubrovka en 2002.

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Las familias de los rehenes han pasado la noche de espera y de angustia silenciosa, reunidas en la sala de fiestas de Beslan, observando por las ventanas los movimientos de militares y policías que rodeaban la escuela unos 150 metros más lejos.

PUTIN: "LO PRINCIPAL ES LA VIDA DE LOS REHENES"

Posiblemente debido a las críticas recibidas del exterior tras el rescate del teatro Dubrovka, en el que murieron 129 rehenes, y el hecho de que en el colegio secuestrado haya más de cien niños, las autoridades rusas han descartado por el momento la utilización de la fuerza para liberar a los secuestrados. El presidente ruso, en su primera declaración pública tras el secuestro, ha afirmado que lo principal es salvar la vida de los rehenes.

"Todas las acciones de nuestras fuerzas que buscan liberar a los rehenes estarán consagradas y subordinadas a este objetivo", ha señalado.

En este sentido, las fuerzas del orden rusas descartan todo recurso a la fuerza para liberar a los rehenes, según aseguró hoy el jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB) para Osetia del Norte en declaraciones a la agencia de prensa Itar Tass. "No hay alternativas al diálogo", declaró Valeri Andreyev, asegurando que las fuerzas del orden no lanzarán un asalto. "Es necesario prever un proceso de negociaciones largo y tenso", añadió.

AL MENOS DOCE MUERTOS

Según los últimos datos ofrecidos por el ministro del Interior Osetia del Norte, Kazbek Dzantíev, tras el asalto ayer murieron doce personas, mientras se desconoce el número exacto de heridos, pero podría haber algunos en el interior del colegio.

El comando suicida exige el fin de la guerra de Chechenia, la retirada de las tropas rusas y la liberación de los guerrilleros encarcelados tras la sangrienta incursión de julio pasado en Ingushetia.

DE NEGRO Y CON MÁSCARAS

Los guerrilleros entraron poco antes de las diez de la mañana del miércoles en el recinto, una escuela de educación primaria y secundaria en la que precisamente hoy comenzaban las clases.

Vestidos de negro y con las caras cubiertas con máscaras, irrumpieron al final de la ceremonia de inicio del curso escolar que se celebraba en el patio del colegio.

Beslan es una ciudad de unos 40.000 habitantes, a 20 kilómetros al norte de la capital de Osetia del Norte, Vladikavkaz. El ataque a la escuela de esta localidad se suma a la ola de violencia que azota Rusia en los últimos días. La semana pasada, dos atentados en sendos aviones se cobraron la vida de 89 personas y ayer nueve personas fueron asesinadas en un ataque suicida en Moscú.