Internacional

Miles de iraníes claman por "la muerte de Israel" en medio de la tensión por las palabras de su presidente

Ahmedinayed desoye las críticas por sus deseos de "hacer desaparecer del mapa a Israel"

Recuperando la vieja tradición impuesta por el ayatolá Rujola Jomeini, los iraníes han festejado hoy el 'día de Jerusalén' echándose a la calle para denunciar la existencia del Estado de Israel y apoyar la causa palestina. Este año además, la protesta coincide con un clima de tensión después de las declaraciones del actual presidente iraní, Mahmud Ahmedinayed que afirmó que "hay que borrar a Israel del mapa".

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En Teherán, los manifestantes, convocados por las principales instituciones y organizaciones del país, salieron desde distintos puntos diferentes de la capital en dirección a la Universidad, principal tribuna política del país, donde ha tenido lugar la oración comunitaria y el sermón preceptivo de los viernes.

Al grito de "muerte a Israel, muerte a América", las decenas de miles de congregados han avanzado con pancartas en las que condenan "los crímenes del despotismo mundial y del sionismo", ideología esta última que fomentó la creación del actual Estado de Israel.

Jomeimi, instigador de la revolución que en 1979 derrocó al pro occidental Sha de Persia, Mohamed Reza Palhevi, y fundó la actual República Islámica de Irán, decretó que el último viernes del mes de ayuno islámico, o Ramadán, fuera el día de apoyo a la causa palestina.

La celebración ha quedado marcada este año por la polémica declaración de Ahmadineyad, que ha cosechado ácidas críticas en todo el mundo y multiplicado las suspicacias de la comunidad internacional hacia su Gobierno.

Moratinos "preocupado" por la tensa situación

Precisamente hoy, el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, ha expresado su preocupación por la tensa situación que se vive en Oriente Próximo y en Irán.

Moratinos, que participa en una jornada sobre la 'alianza de civilizaciones' y el diálogo entre culturas y religiones, ha dicho que palabras como las de Ahmedinayed "no tendrían ninguna capacidad de actuación" si estuviera en marcha la propuesta del presidente español.