Rescatado el cadáver de la segunda víctima de ETA en el atentado de Barajas

El equipo de rescate que trabaja desde hace una semana en Barajas ha conseguido recuperar a las 9.35 de hoy el cuerpo de Diego Armando Estacio, la segunda víctima del atentado cometido por ETA en el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto madrileño.

Una hora antes, los bomberos habían conseguido liberar de escombros el coche donde se encontraba el joven ecuatoriano de 19 años. El juez de guardia de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, ha ordenado el levantamiento del cadáver, y éste ha sido trasladado en una camilla a una tienda de campaña que efectivos del Samur-Protección Civil instalaron en la zona de madrugada. Allí será examinado por personal del Instituto Anatómico Forense en presencia de miembros de la Policía Científica así como personal del juzgado.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, ha llegado a las 06.35 al módulo D del aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Barajas para asistir a la fase final de los trabajos para recuperar el cuerpo del ecuatoriano Diego Armando Estacio.

Hasta el jueves por la mañana el personal de los bomberos y la Policía Científica buscaba el coche de Diego Armando Estacio en la segunda planta del aparcamiento, la misma donde estalló la bomba, pero la novia del joven de 19 años desaparecido rectificó su localización y aseguró que se encontraba en la primera planta.

Último adiós en Ecuador a PalatePalate

El ecuatoriano Carlos Alonso Palate, el otro asesinado en el último atentado de ETA, recibió hoy el último adiós por parte de sus vecinos, familiares y amigos en su pueblo natal, la localidad andina de Picaihua, a unos 230 kilómetros al sur de Quito.

Durante los actos de homenaje en recuerdo de la víctima mortal, su madre, Basilea Sailema, se mostró visiblemente emocionada: "Yo no te crié para encontrarte así", se lamentó.

A su llegada a Picaihua, el féretro fue llevado por las calles del poblado hasta ser ubicado finalmente en la casa de Sailema, una mujer que padece graves problemas de visión. La madre acompañó descalza el ataúd de su hijo, de 35 años, mientras en una suerte de rezo-cántico lamentaba su muerte y recordaba la última vez que conversó por teléfono con Palate, dos días antes del atentado.

Al velatorio instalado en la casa de los Palate llegaron decenas de personas que hacían fila para expresar sus condolencias a la familia y mirar el féretro.

En el avión de la fuerza aérea española que trasladó los restos mortales de Palate desde Madrid viajaron, además de 13 familiares del muerto, la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, y tres psicólogas del Samur-Protección Civil.

Un primo de Palate declaró que éste "era el único sustento del hogar, para su madre, dos hermanos y dos sobrinos".