El Gobierno asciende honorificamente a los militares muertos en la tragedia del Yak-42
En la víspera del cuarto aniversario de la mayor tragedia del Ejército español en tiempos de paz
El Gobierno ha aprobado esta mañana un Real Decreto por el que se asciende con carácter honorífico, y a título póstumo, a los 62 militares fallecidos en acto de servicio en el accidente aéreo ocurrido el 26 de mayo de 2003 en Trabzon (Turquía). Este reconocimiento se produce en la víspera del cuarto aniversario de la mayor tragedia aérea de las Fuerzas Armadas españolas en tiempo de paz.
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El ascenso honorífico abarca a todos los militares que viajaban en el Yakolev 42, de los que 38 pertenecían al Ejército de Tierra, 21 al Ejército del Aire, dos a los Cuerpos Comunes y uno a la Guardia Civil. Los fallecidos en ese accidente formaban parte del cuarto contingente español de la operación de mantenimiento de la Paz en Afganistán, bajo la Fuerza Internacional ISAF.
Según la referencia del Ejecutivo, "haciéndose eco de las peticiones formuladas por familiares de las víctimas, y en reconocimiento de la deuda de gratitud que la sociedad española ha contraído con ellas el Consejo de Ministros, ha aprobado un Real Decreto por el que se promueve el ascenso de los fallecidos, con carácter honorífico, a un empleo inmediato superior al que ostentaban".
La posibilidad de conceder ascensos honoríficos está recogida en el artículo 17 de la Ley de Régimen del Personal de las Fuerzas Armadas, de 18 de mayo de 1999, y el artículo 16 de la Ley de Régimen del Personal del Cuerpo de la Guardia Civil, de 25 de noviembre de 1999.
La mayor tragedia del Ejército español en tiempo de paz
El avión ucraniano de fabricación rusa Yakovlev 42-D despegó el 26 de mayo de 2003 de Bishkek (Kirguizistán), con destino a Zaragoza y 62 militares a bordo, pertenecientes a la fuerza internacional de paz de la OTAN en Afganistán. Horas después, el avión intentó por dos veces aterrizar en el aeropuerto de Trebisonda para repostar, pero la niebla impidió la maniobra y, tras desaparecer del radar, se estrelló a orillas del mar Negro.
Los Reyes y el Príncipe de Asturias, acompañados por el entonces jefe del Ejecutivo, José María Aznar, presidieron en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) el funeral, en el que hubo momentos de fuerte tensión por los reproches de algunos familiares al Gobierno.
El entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, aseguró en el Congreso que el accidente se debió a "una dramático error humano", pero los familiares decidieron presentar una denuncia en la Audiencia para esclarecer el caso, que fue rechazada tanto por su fiscal jefe, Eduardo Fungairiño, como la juez de guardia Teresa Palacios.
A punto de cumplirse el primer aniversario, 37 familiares de las víctimas se sometieron a pruebas de ADN que fueron cotejadas con los restos que les habían sido atribuidos, y un mes después las autoridades turcas determinaron que al menos 22 fueron mal identificadas. Actualmente el caso está en la Audiencia Nacional en manos del juez Grande-Marlaska.