Tras abandonar el hospital de Lanzarote donde había ingresado esta mañana por voluntad propia y tras una huelga de 32 días para protestar por su expulsión de El Aaiún, Aminatu Haidar ha asegurado que si fracasa el plan para devolverla a la capital del Sáhara Occidental se negará a bajar del avión. La activista ha señalado que su regreso es una «victoria para la causa saharaui». Una operación acordada a tres bandas entre España, Francia y Marruecos podría permitir que la pacifista llegara a su casa esta misma noche. «Muchas gracias, felicidades para la sociedad civil, para la Plataforma, para todos los medios que me están apoyando», han sido las primeras palabras de la activista nada más salir del hospital de Lanzarote camino del aeropuerto. Una marea de periodistas se agolpaba a las puertas del centro de salud ante la expectación del posible desenlace de una huelga de hambre que ha durado 32 días. Haidar les ha agradecido a todos la «presencia permanente» a su lado. En cuento a su lucha y el desenlace, la pacifista ha dicho que es «una victoria y un triunfo para el Derecho Internacional, para los Derechos Humanos, para la Justicia Internacional y para la causa saharaui». Momentos antes de subir al avión, Aminatu ha manifestado que no tenía mucha confianza en que éste llegara a despegar, como ya ocurrió hace dos semanas, cuando Marruecos finalmente frustró el plan de regreso al Sáhara. Por ello, Haidar ha asegurado que «si ocurre lo que ha ocurrido la otra vez, no voy a bajar del avión». La activista ha anunciado que lo primero que hará cuando regrese será abrazar a sus hijos y a su madre.