Cronología de los atentados de EEUU

11 de Septiembre de 2001. Un martes cualquiera en la ciudad de Nueva York. O al menos eso era lo que debía pensar la mayoría de los estadounidenses para los que arrancaba otra jornada de trabajo, un nuevo día en el colegio... Pocos imaginaban que iban a vivir el día más terrorífico en la historia de los Estados Unidos.

La pesadilla comenzó a las 8:45 de la mañana (en España, las 14:45). Un avión Boeing 767 de American Airlines se estrelló contra una de las Torres Gemelas del World Trade Center. Los medios de comunicación informaban sobre lo que, a primera vista, parecía un trágico accidente, y los habitantes de medio planeta seguían en riguroso directo lo que ocurría en el centro financiero de Nueva York. Por ello, el mundo asistió en vivo a lo que aconteció tan sólo 18 minutos más tarde: un segundo avión, esta vez un Boeing 757 de United Airlines, chocaba contra la segunda torre. El pánico se desataba a lo largo y ancho de Manhattan, porque ya pocos creían que aquello fuera una terrible coincidencia.

Los peores temores eran confirmados por el presidente de Estados Unidos, George Bush- que había recibido la noticia de lo sucedido durante una visita a una escuela de Florida-, a las 9:30 de la mañana: El país estaba sufriendo un ataque terrorista. Las primeras hipótesis apuntaban al secuestro de varios aviones pilotados por kamikazes, y señalaban a un responsable: Osama Bin Laden.

A las 9:43, se producía un nuevo atentado. Esta vez, un tercer avión secuestrado se estrellaba contra el Pentágono. El pánico ya gobernaba en Estados Unidos. La Casa Blanca era evacuada a las 9:45, y las bolsas estadounidenses se clausuraban.

Las imágenes de las Torres Gemelas -en las que cada día trabajaban más de 50.000 personas- envueltas en humo y llamas eran devastadoras, pero lo peor aún estaba por llegar: a las 10:05, la Torre sur, la segunda contra la que había chocado un avión, se venía abajo, como si de un castillo de naipes se tratara. 23 minutos más tarde, la Torre norte también cedía ante el fuego y se desplomaba, cubriendo el sur de Manhattan de una densa nube de humo y cenizas.

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Previamente, a las 10:10, un cuarto avión se estrellaba en Somerset, en Pennsilvania. Aunque la teoría oficial afirma que fueron los propios pasajeros los que se sublevaron contra los terroristas y consiguieron desviar el avión de su verdadero objetivo, otros aseguran que el avión fue derribado.

El mundo entero asistía, en vivo y en directo, con una mezcla de horror y estupefacción, a uno de los peores atentados de la historia de la humanidad. Las cadenas norteamericanas pactaron no emitir las imágenes que habían recogido, por lo macabras y escalofriantes que eran. Tanto como la cifra de fallecidos en el atentado: más de 2.400 personas.