Un empleado del Instituto Nóos hizo la tesina de Iñaki Urdangarin

El exsocio del duque de Palma sigue entregando correos electrónicos para denunciar la amnesia de los testigos que han venido prestando declaración ante el juez José Castro. En este caso ha sido el turno de Iván Carballido, empleado del Instituto Nóos, que aseguró desconocer las prácticas de esta entidad sin ánimo de lucro. Diego Torres ha aportado unos mails que revelan que su relación con Iñaki Urdangarin era tan estrecha que le hizo su tesina, la dedicatoria de un libro que regalaron a José María Michavila o gestiones para que Alberto Ruiz Gallardón colaborara en un libro del Instituto Nóos.

El letrado del exsocio del duque de Palma continúa con su estrategia de entregar correos electrónicos al juez para dejar en evidencia a las personas que acuden al juzgado a declarar por su presunta implicación en el fraude del Instituto Nóos. En este caso ha sido el turno de uno de los empleados de esta entidad sin ánimo de lucro, Iván Carballido. Los mails aportados por Diego Torres desmienten que no supiera nada de lo que ocurría en esta institución. Es más, la relación entre el duque de Palma y él era tan estrecha que llegó a hacerle la tesina o a redactar una reseña para un libro que regalaron al ex ministro de Justicia, José María Michavila, por su cumpleaños.

Urdangarin hace el encargo vía mail y explica que Michavila "es un conocido suyo y de su mujer desde hace 4 años y que hay que destacar que fue ministro con cuarenta, es un hombre de familia, amigo de sus amigos y con alta capacidad de escucha a todos los niveles". Otra gestión en la que participó Carballido fue la de convencer a Alberto Ruiz Gallardón, entonces alcalde de Madrid, para que colaborara en un libro de patrocinio de Nóos. Las instrucciones eran claras, según el correo electrónico que ya maneja el juez, y había que recordarle que "nos envió una carta diciéndonos que estaba de acuerdo en ayudarnos y que se le llamaba de parte del señor Carlos García Revenga de la Casa Real".

Sin embargo la paciencia de este empleado de la entidad tenía un límite y terminó por explotar. Envió un correo electrónico de protesta a sus superiores que encabezó con un "sin el menor mal rollo pero apelando al puro sentido común" para descargarse de funciones porque, y citamos textualmente "ahora mismo tengo entre manos un libro en fase terminal, un observatorio, un anteproyecto de libro, el caso SGAE o la tesina de Iñaki Urdangarin".