Cruzar el charco en busca de trabajo

Licenciaturas, carreras y grados adornados con master y doctorados, cursos complementarios y prácticas con suerte remuneradas. Si a esto le sumamos decenas de trabajos temporales sin ninguna relación con lo estudiado pero en los que se puede atender al cliente en diferentes idiomas, el resultado es claro: nos encontramos ante el currículum de uno de los muchos jóvenes españoles que buscan su camino, de cualquier joven que con menos de 25 años que forma parte del 54% que está en paro.

Con estas palabras se escriben los currículums de la llamada "generación mejor preparada" , una expresión que se antoja como una broma macabra si tenemos en cuenta que para más de la mitad, las líneas de conocimientos, preparación y experiencia no son suficientes para conseguir un trabajo.

Con más de 6,2 millones de parados y escasas expectativas de futuro, son muchos los jóvenes que han tenido que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida. Cuando las maletas se hacen con fecha de retorno, siempre es más sencillo, pero las cosas se complican cuando en un par de bultos de equipaje tienes que guardar media vida y poner rumbo a otro país.

Los jóvenes de hoy se convierten en emigrantes y se llevan con ellos su formación. Los datos nos demuestras que existe vida y oportunidades más allá de las fronteras europeas y de la todo poderosa Alemania. Latinoamérica se convierte en un nuevo destino de miles de jóvenes preparados con ganas de aprovechar el crecimiento económico de países como Chile o Brasil.

"Lo peor que te puede pasar es que tengas que volverte"

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Aunque es complicado hablar de cifras completas ya que la inscripción en el registro del Consulado es voluntaria, son muchos los que han elegido Chile como punto de partida al otro lado del charco. Es el caso de Laia Machado que con 24 años ya tiene fecha para su viaje. El próximo 7 de septiembre pisará suelo chileno con la intención de desarrollarse profesionalmente. Con un proyecto audiovisual entre manos, Laia nos cuenta que "España no puede ofrecerle las subvenciones necesarias", una financiación que sí ha encontrado en Chile y con la que podrá "recorrer sus paisajes naturales con cuatro cortometrajes que se convertirán en una carta de presentación para entrar en el mundo del cine".

Latinoamérica ha supuesto para esta madrileña la oportunidad de dejar atrás las prácticas mal pagadas y poder empezar a dedicarse al cine. "Muchísima gente de éste sector está emigrando porque está creciendo la industria en otros países como Chile, Colombia o Ecuador", explica. "Desde que comencé la carrera, la he compaginado con trabajos en hostelería y atención al cliente. Es verdad que tuve la oportunidad de trabajar durante un año y medio en un puesto relacionado con mis estudios" pero cuando las prácticas se acaban, vuelven los cafés y los trabajos temporales.

Por eso Laia ha decidido que es el momento de ser valiente y como "el cine se nutre de experiencias" se irá a Chile a vivirlas. "Lo que toca ahora es buscar financiación, hemos conseguido una gran parte gracias a ayudas francesas pero es muy complicado conseguirlas en España si no eres una empresa". Por eso esta emprendedora ha recurrido al ya famoso crowdfunfing para poder cumplir su sueño, un deseo en el que se juntan los avances tecnológicos y dejar atrás España. "Lo peor que puede pasar es que tengas que volverte, pero eso no me supondría ningún problema, lo importante es dar el paso, saber que por lo menos lo has intentado"

"A día de hoy puedo decir que ha merecido la pena el riesgo"

Brasil, el gran BRIC, es sin duda uno de los destinos preferidos por los españoles que cruzan el océano. Ana Merchan vive en Sao Paulo desde que consiguió una beca para terminar sus estudios de Magisterio Musical. "Pensando en cómo están tratando a la educación pública en España, y sobre todo, a la educación musical y las plazas públicas", entendió que las posibilidades de trabajar de lo que había estudiado y poder empezar a construir una vida sin tener que depender de sus padres en España eran pequeñas.

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"No me vine a Sao Paulo sin pensarlo ni de un día para otro. Estaba dejando toda mi vida en Madrid". Con este sentimiento y "tras buscar trabajo como maestra o en lo que saliese durante dos años, decidí venirme y probar suerte".

En estas decisiones juegan muy fuerte los sentimientos y Ana reconoce que "no es nada fácil pensar que vas a ser un emigrante. Es complicado pasar de creernos europeos todopoderosos a estar en esta situación". Pero la valentía se recompensa y solo dos años después de hacer las maletas también ha cumplido su sueño. "En la primera semana y gracias a un amigo de la universidad, encontré trabajo de camarera y en dos meses de profesora de música en una escuela infantil. Sao Paulo era el destino de mi beca, pero ahora puedo decir que se ha convertido en el destino de mi vida. Ana puede sonreír y decir: "Soy profesora y ha merecido la pena" .

"El mundo es muy grande y hay que salir"

Samuel Riesgo nació hace 28 años en la Republica Dominicana, pero se presenta como segoviano de Cuéllar desde que cumplió los tres. Tras licenciarse en Publicidad y Relaciones Públicas en Valladolid y estudiar Diseño Gráfico tuvo la suerte de que Ecuador le escogió. "Me hicieron una oferta de trabajo en una agencia de publicidad y decidí coger las maletas e irme", cuenta. "En España he trabajado desde cargando camiones para Cáritas hasta estampando camisetas, ahora soy director de arte en publicidad".

Pero no todo se convierte en felicidad al cruzar el charco, atrás queda la familia y los amigos que para Samuel, "son los que hacen que puedas llamar a un sitio hogar". Aun así, y aunque reconoce no tener ninguna receta para mejorar la situación actual en nuestro país, no faltan los mensajes de ánimo. "No nos demos por vencidos, seguimos siendo un país maravilloso. Somos únicos en el mundo, de verdad". Y si las cosas se complican, "el mundo es muy grande y hay que salir a ver otros sitios".

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"México te atrapa sin que te des cuenta"

Para definir a Mía Cardeña de Haro solo haría falta una palabra: inquietud. Esta madrileña empezó a estudiar Comunicación Audiovisual en la Carlos III de Madrid, pero pronto sus ganas por conocer mundo y las escasas expectativas para encontrar trabajo en España, hicieron que pusiera rumbo a Latinoamérica. Tras pasar temporadas en Brasil y Argentina, descubrió que "México vibra de una forma diferente" y que era el lugar donde quería echar raíces y buscar un espacio para trabajar.

En España, Mía trabajaba gratis buscando experiencia en el mundo audiovisual y compaginándolo con otros trabajo a media jornada, sí remunerados, pero alejados del cine. ¿Por qué? "porque necesitaba el dinero para irme fuera. Después de dos años ahorrando conseguí la cantidad suficiente para saltar el charco" y ahora en Guadalajara, México, ha conseguido montar una pequeña productora audiovisual. "Ya tenemos algunos clientes", dice entre risas se orgullo.

Laia, Ana, Samuel y María son algo más que nombres propios. Son historias de superación y valentía, de unos jóvenes que ante las adversidades de su país han sabido del el salto, ser valientes y no dejarse llevar por el pesimismo. Como recordaba Ana, "no es ni fácil ni justo tener que dejar tu país", pero sus historias son ejemplos de cómo se puede luchar contra el paro y que las maletas siempre pueden volver a la casa de la que salieron.

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