El exceso de velocidad del tren Alvia Madrid-Ferrol siniestrado anoche en las inmediaciones de Santiago de Compostela es una de las primeras hipótesis sobre la causa del accidente, en el que han muerto al menos 78 personas. El conductor del tren Alvia siniestrado anoche cerca de Santiago reconoció que iba a una velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una zona limitada a 80 kilómetros por hora, según fuentes de la investigación. Tras el siniestro mortal, el conductor mantuvo comunicaciones por radio en el que aseguró que iba a mucha mayor velocidad de la que indicaba la curva en la que se produjo el accidente. Fuentes de la investigación han explicado que, tras el accidente, el conductor del tren admitió también que iba a esta velocidad de unos 190 kilómetros por hora en una conversación que mantuvo con el delegado del Gobierno en Galicia. Según fuentes de seguridad de la compañía, el conductor que llevaba el convoy había tomado el relevo del tren desde Orense hasta Santiago. La curva está señalizada a un máximo de 80 km/h y la velocidad del convoy podría duplicar la velocidad a la que iba. La Policía y técnicos de infraestructuras viarias investigan desde anoche las causas del accidente de tren de Santiago, en el que han muerto al menos 78 personas y otras 130 han resultado heridas, según los últimos datos ofrecidos por el Tribunal Superior de Justicia de Galicia. En una de las conversaciones telefónicas mantenidas tras la tragedia, uno de los maquinistas del tren dijo: «Descarrilé, qué le voy a hacer, qué voy a hacer». Ambos conductores salieron ilesos del siniestro y participaron en las tareas de rescate, así como prestando ayuda en todo aquello que consideraron necesario. La Policía Nacional ha desplazado desde Madrid a Santiago de Compostela a otros tres especialistas para colaborar en la identificación de cadáveres, que se suman a los seis agentes que se trasladaron anoche nada más ocurrir el trágico accidente. El Ministerio del Interior ha descartado la hipótesis de un atentado. Un portavoz de interior ha afirmado que se trata de un accidente y que no caben por tanto otras hipótesis. Según fuentes de seguridad de la compañía, el conductor que llevaba el convoy había tomado el relevo del tren desde Orense hasta Santiago. La curva está señalizada a un máximo de 80 km/h y la velocidad del convoy podría duplicar la velocidad a la que iba. Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, ha dicho a los periodistas en el lugar del accidente que se puede descartar «ninguna hipótesis», y ha añadido: «No tenemos ningún indicio de que haya sido una causa externa». Uno de los maquinistas del tren siniestrado en Santiago aseguró en una conversación telefónica tras la tragedia: «Descarrilé, qué le voy a hacer». Miguel Ángel Cilleros, secretario General de la Federación de Transportes de UGT, «En estos accidentes no hay un único problema»: Por su parte, Rafael Catalá, secretario de Estado de Infraestructuras, ha explicado en «Hoy por hoy» que «parece que el accidente está asociado con un exceso de velocidad» y que «el testimonio del maquinista nos ayudará»: