La ley Wert obligará a cambiar los libros de 180 asignaturas

Será un reto sin precedentes para el sector editorial que nunca antes ha tenido que elaborar tantos libros de texto en un periodo de tiempo tan corto -tres cursos académicos-, cuando leyes anteriores preveían un calendario de implantación de entre cinco y diez años. Las familias temen el impacto económico y exigen a la administración el incremento urgente de las ayudas ya que la renovación de manuales invalidará los sistemas de préstamo y bancos de libros usados puestos en marcha por las asociaciones de padres de alumnos.

La ley Wert obligará a cambiar los libros de texto de todo el sistema educativo no universitario. Según ha confirmado a la cadena SER, el presidente de ANELE, la Asociación de Editores de Libros de Texto, el sector ya tiene el encargo del ministerio de Educación para comenzar a elaborar materiales para 180 asignaturas distintas correspondientes a Primaria, ESO, la nueva FP Básica, así como los grados formativos de Formación Profesional y Bachillerato. "Todo es nuevo porque no sólo hay cambios en los temarios sino también en la manera de estructurarlos y la metodología de aprendizaje", explica José Moyano, presidente de ANELE. En total el sector calcula que tendrá que poner en circulación 150 millones de ejemplares en los próximos tres años. Los primeros llegarán a las aulas ya el próximo mes de septiembre y corresponderán a las materias de 1º, 3º y 5º de Primaria y las 14 titulaciones de la nueva FP Básica, que son las primeras etapas en las que entrará en vigor la ley Wert en el curso 2014-2015. Los cambios en el resto de cursos de primaria y en Secundaria y Bachillerato se acometerán a partir de 2015-2016 en los cursos impares para completarse en los cursos pares en 2016-2017.

ANELE -que agrupa a 30 editoriales- calcula que el coste de poner en circulación los nuevos libros oscilará entre los 3 y los 90 millones de euros por cada editorial, en función de su grado de especialización por temas y etapas, ya que no todas editan manuales para todas las asignaturas. La patronal del sector asegura que, aunque los plazos son muy ajustados, los libros estarán a tiempo en las aulas siempre que las comunidades aprueben a tiempo sus decretos autonómicos antes de junio, para poder imprimir los libros en verano. "Será un esfuerzo importante porque nunca hemos tenido que sacar tantos manuales nuevos en un periodo de tiempo ya corto, pero los libros estarán listos, aunque eso sí, damos por hecho que este año la impresión física de los ejemplares se retrasará hasta los meses de agosto e incluso septiembre", explica José Moyano, presidente de ANELE.

Los recortes han dejado sin ayudas para libros a más de un millón de alumnos en el último curso

Moyano asegura que el sector hará todo lo posible para que esta renovación de materiales no vaya acompañada de un incremento de los precios. Sin embargo, las asociaciones de padres ya han mostrado su preocupación porque, al cambiarse todos los manuales, quedarán invalidados los sistemas de préstamo e intercambio de bancos de libros usados que han ido poniendo en marcha las AMPAS para paliar los efectos de la crisis y los recortes de ayudas. Jesús Sánchez, presidente de la Confederación de Padres de Alumnos, CEAPA asegura que "éste es un daño colateral más de la ley Wert, las familias no podemos seguir soportando estos gastos continuamente todos los años. Pedimos a la administración que si cambia una ley que a nuestro juicio es innecesaria y lesiva, pues también corra con todos los gastos que va a suponer su implantación". CEAPA sostiene su reivindicación de que los libros de texto deben ser gratuitos para las familias, al igual que la Constitución consagra que la educación obligatoria es gratuita. Pero como mal menor, al menos reclama a la administración sistemas de préstamo y reutilización de libros para que las familias más necesitadas puedan afrontar el pago de los libros. Un reciente estudio del Defensor del Pueblo calcula que en el último curso más de un millón de alumnos ha perdido las ayudas para la compra de libros de texto debido a los recortes en las becas del ministerio de Educación y de la mayor parte de las comunidades autónomas.

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