La reforma fiscal será gradual y limitada

Además, en lo que se refiere al Impuesto sobre la Renta, la rebaja va a ser menor, en dinero, que la subida acordada por el PP nada más llegar al Gobierno. Esa subida se hizo con carácter temporal, para sólo dos años, aunque en 2014 se han cumplido ya tres. En dinero ha supuesto una subida de 5.957 millones de euros. El Ministerio de Hacienda ha cuantificado ya cuanto supondrá la rebaja ahora: 4.947 millones, es decir, 1.000 millones menos de rebaja que lo que representó la subida. Además, la reforma no se aplicará de una sola vez, sino de forma gradual.

IRPF

En detalle, por lo que se refiere al IRPF, el Gobierno elevará la deducción que tiene todo contribuyente con carácter general, el llamado mínimo personal. Ahora son 5.151 euros que se restan de lo que uno ha ganado. También subirá la otra deducción que tiene todo el que ha obtenido sus ingresos por el trabajo y la pensión, que en estos momentos supone 4.080 euros. La suma de ambas deducciones aumentará al menos en 2.800 euros. Eso hará que todo trabajador que gane menos de 12.000 euros no pague el IRPF. Es el compromiso adquirido por el presidente Rajoy. Hasta ahora no se paga cuando se gana hasta 9.231 euros.

El Gobierno también incrementará las deducciones por hijo, y por otras personas que dependan económicamente del contribuyente, ya sean padres o discapacitados. Y es más que previsible que la reforma vaya más allá en la deducción de 1.200 euros que recibe toda mujer trabajadora que haya tenido un hijo. Es una deducción que se cobra mes a mes, 100 euros, con independencia del resultado de la declaración del IRPF.

En cuanto a los tipos impositivos, el IRPF salido de la reforma tendrá cinco tramos, en lugar de los siete actuales. Ahora los tipos marginales van desde el 24,75% hasta el 52%. Se da por seguro también que los tipos impositivos bajarán.

La reforma acometerá además una rebaja para las rentas provenientes del capital, es decir, lo que se obtiene con los intereses de la deuda o de los depósitos, con los dividendos de las acciones y más importante, con la ganancia por la venta de un bien: acciones o casas. Es lo que el Gobierno llama la fiscalidad del ahorro. Y el impuesto es más bajo que para las rentas de trabajo. Ahora hay tres tramos según lo que se haya ganado: entre el 21 y el 27 por ciento. Se espera una rebaja.

Pero no todo serán bajadas: tener una segunda vivienda, o más, sin alquilar tributará más que ahora.

Impuesto de Sociedades

Aquí también se producirán bajadas, que en dinero totalizarán los 2.000 millones de euros, en 2016. Se sumarán a bajadas aplicadas este año por 600 millones.

El primer elemento será la rebaja del tipo impositivo que pagan las empresas del 30 al 25%. Las pymes por su parte pagan ahora el 25 por ciento y está por ver si se recorta, aunque no parece tan fácil.

El segundo elemento será la eliminación de algunas deducciones y el mantenimiento o reforzamiento de otras. Esto es clave, porque el tipo efectivo, el que realidad pagan las empresas es mucho menor, debido a la aplicación de deducciones. Se mantendrán al menos dos importantes: la deducción por I+D+i y la reinversión de los beneficios. Esta se reforzará: las empresas no tendrán que tributar por los beneficios que destinen a reservas de la compañía.

Impuestos medioambientales y especiales

Será una tercera pata de la reforma, en este caso no para bajar los tributos, sino para subirlos o crear alguno nuevo. Su peso será más limitado, además no comenzará a aplicarse hasta 2016. En dinero supondrá un incremento impositivo de 1.000 millones de euros. En realidad, todavía se desconoce qué impuestos subirán en este capítulo. Pero junto a los medioambientales, cabe la posibilidad de que se suban otros impuestos especiales indirectos, como los de tabaco o bebidas alcohólicas.

El IVA

El Gobierno ha insistido en que no subirá el IVA. De sus palabras se entiende que no trasvasará productos o servicios que tributan por el IVA superreducido o reducido a un tipo superior. Esto tiene una excepción. Con independencia de la reforma fiscal, España debe cumplir una norma de la Unión Europea que obliga a que los productos sanitarios tributen por el IVA normal y no por el reducido como ahora. Todo indica que de esa subida del IVA de los productos sanitarios se va a excluir la compra de gafas.